Desperté, por un momento había olvidado todo lo que pasó la noche anterior pero los recuerdos llegaron como dagas, clavándose en mi corazón una y otra vez, trate de no llorar así que me levanté, fui al baño pero me desplome en el suelo no pude evitarlo más y comencé a llorar, no lo soportaba me dolía el corazón, el cuerpo, el orgullo, como fui capaz de creer que sentiría algo por mí, soy tan ingenua; escuche pasos en la habitación pero no hable solo me dedique a llorar. Ares entro no dijo nada solo me levanto del suelo para llevarme nuevamente a la habitación, me depósito lento en la cama.

- Yo sé que es difícil - hablo pero no podía hablar sin ponerme a llorar, así que opté por no hablar - descansa volveré después - y salió de la habitación en realidad no quería que se fuera, odió la soledad pero solo quiero llorar, Marcus es un idiota, pero yo más por haberme enamorado de él. Llore y llore hasta que no sentía más lágrimas en mi rostro, decidí levantarme e ir al comedor, estaba triste pero eso no me impedía comer, no otra vez, al bajar las escaleras me tope con Lexi, ella trato de salir lo más rápido posible pero decidí saber el porqué huye de mi.
- Espera - suspiro - ¿Porque huyes de mi?
- Eres humana - sería
- ¿Solo por ese motivo?
- Los de tu especie son unos monstruos - podía ver la rabia en sus ojos pero no me intimida para nada
- No todos somos así - dije acercándome a ella - yo no tenía idea de todo lo que hacían
- ¿Como? - sorprendida
- Hace unos días me enteré - suspiro - lo siento por lo que te hicieron
- A mi no, mi familia fue la que sufrió - triste
- Si de algo te alivia prometo protegerte el tiempo que esté aquí y a tu bebé también - sonriendo
- ¿Enserio? ¿No es una trampa?
- No claro que no, ya te lo dije no soy como ellos - afirme - pero tendré que hablar con tu mate
- Para que - gruño celosa
- Tranquila - riendo - solo era para ver si me facilitaba armas, no puedo proteger a nadie solo con mis manos - ella se calmo e inmediatamente fui a hablar con el hermano de Ares, di leves toques a la puerta de su oficina
- Pase
- Hola mmmm - me quedé callada en realidad nunca supe su nombre - venía a hablar contigo
- ¿Sobre? - preguntó mientras veía unos papeles
- Quiero armas - solté de repente logrando que el me mirara
- ¿Para que? - serio
- Quiero proteger a las personas de aquí y también a tu mate - dije sinceramente
- No es tan fácil - suspiro - la gente de aquí no te conoce
- Me ganaré su confianza - hablé con esperanza - escuchá, además de ser el alma gemela de Marcus también soy cazadora - al decir eso se tensó inmediatamente - pero ya no pertenezco a su mundo y desconocía totalmente el otro lado de la moneda
- Es difícil creerte - serio
- Yo cargaré las consecuencias de todo - se escuchó la voz de Ares de repente
- Ares - susurré y el me regaló una sonrisa
- Todo lo que pase yo cargaré con las consecuencias - hablo decidido - Apolo te lo juro por mi vida
- Está bien - suspiro - sigueme
Se levanto del asiento y comenzó a caminar, Ares y yo lo seguimos hasta un almacén de armas había de diferentes tamaños, dagas, estacas, espadas, granadas, en fin lo necesario para una guerra, estaba apunto de agarrar lo que necesitaba cuando Apolo me detuvo.
- Alto gatita primero tienes que entrenar - riendo
- ¿Y cuando empiezo? - emocionada
- Ahora - ahora le tocó sonreír a él y a mi callar - tranquila no te harán daño - afirmó mientras salía del almacén yo lo seguí subimos a su carro y me llevo a dónde supuestamente entrenaban era como un campo militar. Bajamos, al llegar todos le hacían reverencias a Apolo claro es el Alfa de la manada por supuesto, respecto a mi sus miradas eran llenas de curiosidad - atención todos - Apolo hablo y todos se reunieron alrededor de nosotros - ella es Fiorella por petición suya y de mi hermano ahora es un miembro más de la manada y entrenará con ustedes - firme
- ¿Está cosita será parte de la manada? - hablo un chico mientras reía
- ¿Que es gracioso? - pregunté
- Eres humana, por favor no nos llegarías ni a los talones - arrogante
- Vaya alguien quiere que le des una lección Fiorella - rio Ares yo le correspondí la sonrisa, me giré al chico y le di una gran patada en la cara logrando que cayera al suelo
- ¿¡Que te pasa!? - grito el chico histérico mientras se ponía de pie
- Está cosita tiene nombre - dije sería mientras me acercaba a él - mi nombre es Fiorella Ferrec, es mejor que para la otra no me provoques, que nadie me provoqué - sentencie
- Bueno - dijo Apolo - comencémos
Y así pasaron dos meses, me dedique a entrenar, hice nuevos amigos tanto en la manada como en la mansión, la manada Blackmoon se convirtió en mi segundo hogar después de los Russo, a veces me ponía triste pero Ares hacia que me sintiera mejor se había convertido en un hermano para mí. Estaba practicando con mi daga cuando Ares tocó a la puerta de mi habitación.
- Adelante - sonreí - ¿que pasa Ares?
- La fiesta es mañana y quiero que vayas conmigo - cuando dijo eso perdí la concentración y me corté la palma de mi mano - cuidado - tono mi mano y dijo - iré por el botiquín, cuando regreso me curo mi mano y la vendo - no tienes que ir si no quieres - lo interrumpí
- Iré - suspiré
- ¿Segura?
- No puedo esconderme de él toda la vida - alzando los hombros
- Está bien - me dió una sonrisa y dijo - te traje algo
- ¿Que es? - emocionada
- Ábrelo - sonrió y yo hice caso, al abrir la caja pude ver qué era un hermoso vestido negro y un antifaz del mismo color
- Es hermoso, gracias - lo abracé
- Siempre lo mejor para ti, bueno te dejo tengo cosas que hacer, descansa
- Adiós - susurré mientras salía, no espere más y me acosté a dormir mañana sería un día tedioso. A la mañana siguiente me desperté he hice mi rutina nueva, desayuné, entrené un rato y salí corriendo hacia la casa para arreglarme, una hora después baje las escaleras y Apolo, Lexi y Ares me estaban esperando.