SE ACABÓ

Pov Marcus

Me adentre en mi despachó, me serví un whisky y me senté en el sofá, esta chica definitivamente me saca de mis casillas, ¿regresar a Blackmoon?, por favor antes muerta, yo la encontré primero, en mía por derecho.

- ¿Porque eres así con ella? - preguntó Cassandra mientras entraba bruscamente a mi despacho

- Debe entender que su lugar es aquí no en esa manada - serio

- No te entiendo Marcus - confundida - creí que intentarías conocerla

- Lo intente - rodando los ojos

- No claro que no, es evidente - suspiro - si sigues así la vas a perder - dicho eso se fue del despacho

- No me importa - dije más para mí que para ella - en absoluto me importa

Pov Fiorella

No podía dormir, miles de cosas pasan por mi cabeza, ¿Ares ya estará bien?, ¿Cómo estará la manada?, ¿Algún día volveré a ver a mis padres?. Decidí no pensar más, me levanté y baje a la cocina; me serví un vaso de agua, escuche ruido afuera así que salí para ver qué es lo que pasaba, al salir pude ver como una silueta se adentraba en el bosque no iba a quedarme quieta, seguí esa silueta pero después la perdí.

- Mierda - susurré

Al no encontrar nada di marcha atrás para volver a la casa pero ví un pequeño destello me acerque más y pude ver qué era una daga, la tomé en mis manos, al verla en la luz sentí que la sangre abandonaba mi cuerpo, era la daga de mi hermano, "ellos están aquí" pensé, me puse de pie y comencé a caminar, con cada paso que daba mi corazón latía más fuerte, no es bueno que ellos estén aquí tengo que decirle a Marcus, ¿pero como?, él no me escuchará, pensara que estoy con ellos, escuche unas ramas romperse a lo lejos al escucharlas más cerca corrí como si mi vida dependiera de ello, podía ver la casa a lo lejos, no sé si era porque estaba aterrada o si realmente estaba pasando pero escuchaba que alguien decía mi nombre, era una voz terrorífica; me detuve, las voces me estaban matando, sostuve mi cabeza entré mis manos, era insoportable escuchar esa voz.

- ¡Basta! ¡Basta! - grité mientras me ponía de rodillas - ¡Cállate!

De un momento a otro sentí que alguien me tomaba de los hombros así que comencé a sacudirme, "Fiorella", escuchaba mi nombre pero solo me asustó más y comencé a soltar patadas. 
 

- ¡No! ¡No! ¡No! - gritaba mientras trataba de que esas manos me soltaran

- ¡Fiorella, soy yo!

- M-marcus - giré a un lado, giré al otro no había nadie - ¿Cómo es que estás aquí?

- Estaba en mi despachó y te ví desde la ventana, ¿estás bien? - me miraba preocupado - ¿En qué momento saliste?

- Y-yo solo baje a tomar un vaso de agua, escuche un ruido afuera, luego ví una sombra trate de seguirla y.....- me separé un poco para mostrarle la daga, al verla parecía enojado pero al parecer me dejaría terminar de hablar - cuando volvía escuchaba una voz dentro de mi cabeza que decía mi nombre y yo - no pude seguir debido al gran nudo que se formaba en mi garganta

- Tranquila, mientras estés aquí nadie te hará daño - decía mientras me envolvía en sus brazos - lo prometo

Yo no dije más, lo único que pude hacer fue aferrarme a sus brazos con todas mis fuerzas mientras que de mis ojos salían pequeñas lágrimas.

- Volvamos, hace mucho frío para que estés afuera

Asentí y entramos a la casa, pensé que volvería a su despacho pero no fue así me acompaño hasta mi habitación, una vez adentro se asomó por la ventana, reviso el baño, incluso el guarda ropa, parecía asegurarse de que no hubiera nadie.

- Al parecer todo está en orden vuelve a dormir - estaba apunto de irse, no sé porque lo hice pero lo tome del brazo - ¿que pasa?

- ¿Puedes quedarte? - pregunté y él me miró asombrado - se que es estúpido, que no quieres estar cerca de mi pero por favor ¿podrías quedarte?, odio estar sola cuando algo me asusta - dije demasiado rápido y comencé a temblar

- Está bien - suspiro - me quedaré hasta que te quedes dormida, ¿está bien? - yo solo asentí y volví a la cama, él se recostó a mi lado - ahora trata de dormir, ¿está bien?

- Lo intentaré - era difícil poder conciliar el sueño con él a mi lado, giré mi cuerpo para quedar frente a él - Marcus - lo llamé y el me miró - ¿podrías decirme porque me odias tanto?

- No te odio - dió un suspiro, trato de levantarse pero lo tome del brazo

- ¿Entonces porque te comportas así? ¿Porque me tratas tan mal? - trate de hablar claramente pero fue inútil mi voz comenzaba a quebrarse

- Hice una promesa hace mucho tiempo, prometí no volver a enamorarme de una humana - dijo mientras me miraba - hace mucho me enamore de una humana, su nombre era Catrina, era una mujer sin igual fuerte, inteligente, decidida - describía a la chica como si fuera alguien de otro mundo, con cada detalle que Marcus decía me deprimía más al solo pensar que nunca me amará de esa manera - nunca pensé que ella fuera una cazadora, resulta que el plan era matarme sabían que no podían hacerme nada mientras estuviera al pendiente de sus movimientos, Catrina les contaba todo, los planes, las estrategias, una noche nos tendieron una emboscada - suspiro - mi padre murió en esa emboscada, supe que había sido Catrina ya que era la única a la que le contaba todo, la busque por mucho tiempo hasta que la encontré

- ¿Y que hiciste? - pregunté

- La asesiné - dijo con voz sería - pago el precio por haberme traicionado - su voz se escuchaba enojada, pero su mirada decía lo contrario aún le dolía la traición de esa mujer

- Entiendo - dije en un suspiro mientras me daba vuelta nuevamente - mañana regresaré a Blackmoon

- Claro que no - comenzaba a enojarse

- El tan solo verme rondando por la casa te hace recordarla, yo no soy como ella pero ya no quiero demostrarte que soy diferente, aún te duele lo que te hizo y desquitas tu dolor conmigo - en mis ojos se comenzaban a acumular amargas lágrimas - así que me iré, por tu bien y por el mío - sentí que se levantó de la cama pensé que se iría pero no lo hizo en vez de eso me tomo de los hombros y me levanto de la cama