Amor de muerte

P R Ó L O G O

Tomó a la chica por sus largos cabellos y nuevamente golpeó su rostro, lanzandola al húmedo y frio piso del callejón.

La chica se encontraba ya muy débil y adolorida. No solo físicamente, sino también internamente. En su mente no cabía la idea de que quién decía amarla, estuviera golpeándola a tal punto de casi matarla. Solo pensaba en lo tanto que ahora odiaba al amor y a ese tal "Cupido" que la flechó con quién solo le trajo sufrimiento.

—Ruegame por tu vida.

—Cuando muera—logró decir con sus pocas fuerzas.

Levantó la vista fijandose solamente en el arma que apuntaba directamente a su cabeza.

—¿Por qué te enamoraste de mi?—no deja que ella responda—Desde un principio te demostré lo que soy—mira a la chica de arriba abajo como si fuera tan poca cosa—Yo no me enamoraría de ti...Eres tan cursi. La verdad ya no te soportaba—deja de apuntar a la chica con el arma por un instante en el que ríe, pero vuelve a levantar el arma nuevamente a su cabeza—Aunque debo admitir que casi caigo en tu juego de presa y cazador. Diablos, eres mala y eso me gusta. Pero no eres tan mala para mí.

La chica limpió la sangre que no dejaba de salir de su nariz con el dorso de su mano y con sus pocas fuerzas logró volver a ponerse de pie.

—Disfrutaré tu fortuna. De algo me sirvió soportarte.

"Y te tocará seguir haciéndolo", pensó la chica sonriendo abiertamente.

—O mas bien debo decir...la fortuna que le robaste a tu madrastra. Sé que tú la mataste en un plan junto a tu padre para quedarse con su dinero.

—Bravo, me has descubierto—aplaude suavemente.

La chica revivió con deleite el momento en el que le arrebató la vida a su amada madrastra. Cuanto la amaba, por eso la eliminó de este mundo lleno de dolor y sufrimiento.

—Saluda al demonio de mi parte.

—Lo tienes frente a ti.

Por último un disparo invadió el solitario callejón, robándole la vida a la chica.

Estaba muerta.

Su asesino sonrió, sabiendo que se habría librado de una plaga que si él no la mataba, lo mataría a él. Nadie sospecharía del marido que se fue de viaje y luego regresó encontrando la noticia de que a su amada esposa la habían asesinado.

Ese era su plan.

Pero no contó con que, mas allá del callejón, alguien observó como se encargó de arrebatar la vida a la chica con la que se había casado hace tal solo un par de meses.

Había un testigo.

 



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En el texto hay: asesinatos, romance, misterio

Editado: 28.05.2019

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