Ya han pasado siete semanas desde que Darian me confesó lo que yo ya sabia, y en una de nuestras mas recientes caminatas mientras tomábamos unas cervezas me hizo una pregunta:
—¿No me temes?
—Yo solo le temo a lo desconocido, y tú eres un asesino, no un desconocido.
En la universidad lo veo poco, y no me gusta ir al café porque los sueños que tenía en ese lugar y el olor a café me dan nauseas horribles.
Llevo dos días sin saber de Darian, y no porque no pueda verlo, sino porque no quiero y tengo cosas mas importantes que hacer, por ejemplo, vigilar a mi próxima y tal vez última víctima antes de darme un merecido descanso.
Tal vez a él sea más difícil desaparecerlo que a Darian, pues él es un adinerado que la mayoría de veces está en lugares públicos acompañados de escoltas, disfrutando una fortuna que no le pertenece.
A él no necesito acercarme, pues ya somos familia, pero detesto hablar con él. Si me preguntaran a quién es el ser que mas odio, sin duda respondería que Zerox Baltine.
Hace tiempo que no hablo con él y solo me quedo observándolo desde lejos, siguiendo cada movimiento que hace. Si tendría que dar un tiempo exacto, diría que unos 2 años.
A diferencia de Darian a él solo deseo enviarlo al infierno y no matarlo. Es mucha diferencia entre enviar al infierno a alguien y matarlo, o al menos para mí. Matar a alguien es liberarlo del dolor y sufrimiento, darle una algo mejor, en cambio, mandarlo al infierno es solo apuntar un arma a su cabeza y ver como una bala cruza esta sin anticipación. Se siente mucho mejor enviar al infierno que matar. Matar a veces es difícil...o quizás no.
Cada día se acerca mas el momento en que lo enviaré al infierno y espero que él sufra en ese lugar. Anhelo que Zerox Baltine desaparezca de este mundo. Sería un maldito menos. Y una víctima más a mi lista.
Editado: 28.05.2019