Por segunda vez, me encuentro tendida en la cama de su habitación, desnuda y con la respiración acelerada.
—Quiero matarte ahora mismo, Asriel.
Giro mi cuerpo, quedando boca bajo, apoyada sobre mis codos. Le observo pensativa.
—Me matarás si primero cumples algo que necesito de ti.
—Puedo matarte sin hacer nada antes.
—Pero no será nada diferente. Digamos que es como...mi último deseo.
La habitación queda en silencio un minuto, mientras Darian se piensa mi propuesta.
—¿Que es lo que quieres que haga?
—Envia al infierno a alguien, a quién yo te pida.
—¿A quién quieres que mate, Asriel?
Me agrada escuchar mi nombre salir de su boca. En su voz ronca y masculina se escucha muy bien. Hasta mejor que un grito de dolor de una víctima.
—Te gustará enviarle al infierno, no creo que tengas ningún inconveniente.
—¿A quién quieres que mate, Asriel?—repite la pregunta girando a verme esta vez.
—Quiero que envíes al infierno a Zerox Baltine.
Su rostro expresa sorpresa por un instante, pero luego una sonrisa que podría asustar al mismo Zerox Baltine se expande en su rostro.
Sus labios buscan los míos y antes de besarme una vez más, susurra:
—Entonces Zerox Baltine se irá al infierno.
El trato se sella con un apasionado beso que va más allá.
Editado: 28.05.2019