Observo desde mi lugar a Zerox Baltine entrar al lujoso restaurante en compañía de sus escoltas.
Darian me hace una seña rara que entiendo como un "hazlo rápido". Asiento.
Darian se levanta de la silla y le tiende la mano a Zerox, quién la toma sin muchos ánimos.
Desde mi lugar no escucho muy bien de que hablan, pero hago caso a Darian y me acerco rápido a su mesa. Me inclino un poco para susurrarle al oído a Zerox.
—Ven conmigo—mi voz sale en un susurro, solo para él.
Gira a al lado contrario donde me encuentro, sin lograr verme.
—Ven, te tengo un regalo.
Noto que su cuerpo se pone tenso y su piel de gallina. Sus puños se aprietan bajo la mesa, y se levanta de golpe, haciéndome retroceder detrás de uno de los camareros.
—Debo irme. Me surgió un inconveniente.
Sonrío y le señalo a Darian que pronto Zerox saldrá del restaurante.
Zerox camina hasta salida y yo le sigo, con distancia.
—Zerox, vamos...ven conmigo.
Camina de donde mi voz se escuchó, pero yo ya me he movido de ahí. Da pasos alejándose de su auto y de sus escoltas.
—Asi es, pronto llegaremos—esta vez ya no susurro, y él tampoco trata de buscarme, solo me hace caso y camina.
Caminamos alejándonos cada vez más de donde hay muchas personas y acercándonos más al verdadero infierno de Zerox Baltine.
Editado: 28.05.2019