Me despierto con la alarma del móvil.
6:40am
Debo darme prisa o llegaré tarde.
Desde hace unos meses trabajo como mesera en un restaurante del centro de la ciudad, a 25 minutos de casa, en la cual vivo con mi madre, Marta. Ella es enfermera en un hospital. Una mujer de mediana estatura, delgada con una melena rubia lisa, piel pálida y unos ojos verdes profundos. Somos muy parecidas, solo que mi cabello es ondulado.
Me meto a la ducha y mi cuerpo se tensa rápidamente con el agua helada. No tenemos agua caliente en casa. Nunca hemos gozamos de lujos, pero mi madre se ha esmerado mucho para que no nos falte lo esencial. Mi padre se fue de casa cuando yo tenía 7 años, y desde entonces, solo hemos sido ella y yo.
Termino de alistarme y cuando veo el reloj son las 7:24. Salgo de mi habitación y me dirijo a la cocina. Puedo oler el aroma a pan recién tostado. Ya mi madre tiene el desayuno listo. Es muy considerada, sabe que debo estar en el trabajo a las 8:00am y ya estoy un poco retrasada.
—Buen día, cariño — dice mamá apenas me ve entrando a la cocina—. Te he preparado tostadas con jamón y pimiento.
—Gracias, se ve muy rico. —le digo— No te hubieras molestado, tú también estás algo atrasada para ir al trabajo —añado mientras le doy una mordida a la tostada.
—No te preocupes, tú harás la cena—Me dice con un tono burlón.
Le doy una media sonrisa y termino de desayunar. Salgo de casa y camino hacia la parada de autobús.
Llego al trabajo con apenas 2 minutos de retraso, no está mal. Al entrar saludo Liam, quien además de ser mi compañero de trabajo, es mi mejor amigo. También fue él quien ayudo a conseguir este empleo. Siempre es muy amable, y por no mencionar que es alto, cuerpo atlético, su cabello es de color castaño oscuro, el cual le llega a los hombros; una barba no tan poblada y ojos marrones. Todo un galán el encargado de la barra.
—Hola, Clara —me saluda Liam— ¿cómo te va hoy?
—Hola —le digo mientras le doy un beso en la mejilla—. Estoy bien, por poco y no llego —bromeo—. Voy a cambiarme rápido.
Normalmente los horarios de Liam y míos son de 2pm a 10pm, pero como estamos de vacaciones en la universidad, tomamos turnos dobles.
Entro a los vestidores y me coloco mi uniforme; camisa blanca, pantalón blanco, chaleco negro y corbata. Estoy lista para empezar a tomar pedidos.
La mañana transcurre con normalidad, un poco agitada pero siempre tratando de dar lo mejor. Trabajar como mesera puede ser gratificante, pero también desafiante, especialmente cuando tengo que lidiar con clientes groseros. Hace rato tuve que atender una mesa donde las personas eran extremadamente exigentes y desconsideradas. A pesar de sus comentarios hirientes y actitud desagradable, mantuve la compostura y traté de brindarles el mejor servicio posible.
A la mitad del turno, cuando estábamos en hora de descanso, Charlie, el encargado, nos reunió a todos para darnos una información.
—Chicos, mañana tenemos un evento —dijo Charlie, con esa voz un poco aspera que lo caracterizaba—. El restaurante ha sido alquilado por así decirlo para mañana en la noche —continuó— esto debido a que van a celebrar el estreno de una película.
—¿Ósea que vendrán celebridades? — preguntó Mía, una compañera de trabajo.
—Así es —respondió Charlie—. Básicamente directores, productores y actores de dicha película. Por ende, mañana no habrá turno de mañana, solo el turno de la tarde para terminar de organizar el restaurante. Ellos vendrán a las 6:30pm. Dicho esto, vuelvan a su trabajo —Charlie hizo un gesto con las manos como apludiendo, dando a entender que la hora de descanso habia terminado.
Más tarde, cuando el restaurante cierra sus puertas, Liam me acompaña a la parada de autobús como siempre.
—Que bueno que no hay que venir temprano mañana —dijo Liam— ¿no te parece?
— Si, que alivio. Aunque me imagino que será una noche cansada con tanta gente. ¿Tienes alguna otra información acerca de mañana?— pregunto a Liam mientras lo veo de reojo, parece estar un poco cansado.
—No, solo lo que dijo Charlie, que irán personas a celebrar el estreno que una película — hizo un gesto como recordando algo—. ¡Ah, oí algo que Mía mencionó! no es relevante para el trabajo de mañana, pero dijo que la pelicula se estrena hoy en Netflix. Se llama "Amor de una pieza" y por el titulo, imagino que es una película de romance.
—Pues la veré esta noche —veo que se acerca el autobús que me deja cerca de casa—. Bueno, esta es la despedida— le doy un beso en la mejilla y me subo al autobús.
—Hasta mañana —me dice él, saludando desde afuera de la ventanilla.
Cuando llego la casa está vacía, mamá aún no ha llegado del trabajo. Así que me pongo manos a la obra y empiezo a preparar la cena.
Después de unos 35 minutos, tengo lista una rica paella, y cuando estoy sirviéndome un plato llega mamá.
Veo que su cara está pálida y como se agarra el pecho con la mano. Mamá tiene problemas cardiacos desde hace mucho tiempo. Esto debido a herencia de familia por parte de mi abuelo, aunque creo que mi padre tuvo algo que ver para que empeorara su situación. Cuando nos abandonó ella sufrió mucho y a raíz de eso, podríamos decir que su corazón se hizo más débil.
—¿Mamá? —camino hacia ella para calmarla—. ¿Estás bien? — Le doy un beso en la mejilla, como si eso pudiera calmar un ataque cardiaco.
—Tranquila, estoy bien —me dice con una ligera sonrisa y procede a sentarse. —Solo se me ha pegado una punzada.
—Solo relájate —le digo, mientras tomo otro plato y le sirvo la cena—. Ten, quedó rico.
Ella lo prueba y asiente. Parece que ya está mejor.
Luego de comer me relajo 10 minutos en el sofá a ver el teléfono. Navego un rato por la sección de noticias.
A continuación, me levanto del sofá y me voy directamente a la ducha. Minutos después, estoy en mi habitación colocándome el pijama para estar más cómoda. Bajo a la sala y mi madre tiene el televisor encendido, parece estar buscando algo que ver.