Imbecil

Ha pasado una semana, y nunca supe nada de él. Bueno, dijimos que no habría ataduras, pero él era el que quería mi número de teléfono. He pasado con Mia, estos dias. O estamos en el lago con algunos de sus amigos o en el cine.

"Ya que no has conocido a mi hermano, deberíamos ir a su casa y pasar el rato. Estoy seguro de que estará encantado. Y también podemos conocer a su novia".

"Claro, lidera el camino".

Después de un viaje de 20 minutos, estacionó fuera de la casa de Damiano. Oh no, por favor dime que no me acosté con su hermano. Inhalé y la seguí. Ella estaba a punto de abrir la puerta cuando una chica la abrió.

"Te hemos estado esperando, Mia". Ella sonrió. "¿Y tú eres?"

"Aurora".

"Que lindo nombre, soy Corina. Vamos adentro, el almuerzo está listo".

Quería golpearla. El almuerzo está listo, nombre lindo. Que barbie para más falsa. Puse los ojos en blanco. Él tiene una novia y la engaña. Todo lo que me dijo de que a el no le gusta tener una relacion, era una mentira. Que estúpida que fui.

"Ya regreso, voy a ayudar a Corina a poner la mesa".

Simplemente asentí y deambulé por la casa. Cuando estaba a punto de llegar al baño, me jalaron a un dormitorio, y unos labios se estrellaron contra los míos.

"Así que eres la famosa amiga de la cual mi hermana me ha estado hablando". Sus labios estaban en mi cuello.

"Dejame, no puedo creer que me hayas dicho que estabas soltero solo para poder engañar a tu novia". Traté de alejarme, pero él no me dejó.

"Estoy soltero y no tengo ninguna relación. Corina es una buena amiga y le gustan las chicas. Si Mia, te dijo que era mi chica, me malinterpretó".

"¿Qué hay de que nunca llamaste? Me pediste mi número y luego desaparecistes".

"Tenía toda la intención de llamarte. Pero tuve que volar a Nueva York ese día y no volví a la casa. Acabo de llegar hoy y estaba a punto de llamarte esta noche". Me agarró el culo y le dio un apretón. "Ame las bragas en mi piso, por cierto".

"Un regalo para que nunca te olvides de mí".

"Nunca podría olvidarme de ti". Me mordió el labio inferior.

"Entonces, ¿por qué está ella aquí?"

"Ella se invito sola. Sólo se queda una semana, y luego regresa a Nueva York. ¿Crees que puedas estar conmigo sin sentimientos involucrados?"

"Puedo, pero quiero exclusividad. Si vamos a tener sexo, quiero que te mantengas alejado de otras mujeres". Lo miré.

Me comenzo a dar pequeños besos en la boca. "Pense que eso estaba más que claro."

"Bien, porque no comparto".

"Yo tampoco". Me empujó contra la pared y se estrelló los labios contra los míos. "El almuerzo puede esperar".

La ropa quedo por el piso y me llevó a ver las estrellas. No me importaba si alguien podía oírnos, solo quería que él estuviera dentro de mí y reclamara mi cuerpo.

"Las paredes son insonorizadas". Me besó.

"Genial, de esa manera no tengo que explicarle a tu hermana por qué estaba gritando tu nombre". Lo besé "Ahora tengo que ir al baño".

"Muy bien, nos vemos abajo". Me dio un beso muy apasionado y luego me liberó. Agarró mi teléfono y me dijo que guardara su número. "Envíame los detalles de tu casa, mi hermana se quedará aquí esta noche".

"Está bien.". Me vestí, revisé las cámaras y me dijo que los pasillos estaban despejados.

Unos minutos más tarde, baje las escaleras, y Mia estaba hablando con el tipo que estaba con Damiano anoche.

Me miró y sonrió. "Debes ser Aurora, soy Roman.

"Esa soy yo". Sonreí.

"Si no me gustaran las chicas,estarías debajo de mí ahora mismo", le dijo a Roman.

"Me da la impresión de que fueras loca, por lo general me mantengo alejado de ese tipo de mujeres."

Me reí.

Ella se rió. "Soy dominante".

"¿Pensé que eras la novia de mi hermano?" 

"No, sólo soy una buena amiga. ¿te gustan las chicas?

"Teniendo en cuenta que se estaba besando con un chico anoche, dudo mucho que le guste las chicas." Dijo Roman.

"Hay una olla con tu nombre, Roman". Ella resoplaba. "¿Debo cortarte las bolas?"

Bueno, estas personas definitivamente no tienen filtro.

"Manténte alejada de mis bolas."

Mia se rió. "Por cierto, este es mi hermano mayor, Damiano. Y Damiano, esta es mi mejor amiga, Aurora".

"Por favor, conocete, Aurora". Él sonrió ligeramente. "Mi hermana habla de lo increíble que eres, y siento que ya te conozco".

"Igualmente", sonreí. "Eres el hermano famoso del que ella siempre me cuenta.".

"qué -"

Damiano y yo le dimos una mirada a Roman que decía: "No te atrevas a decir nada de anoche".

"¿Pasa algo malo?", le preguntó Corina.

"Que hay para el almuerzo". Pregunté. 

"Pollo con puré de papas, ahora vamos antes de que se enfríe", agregó Corina.

Todos se dirigieron a la mesa, y antes de que pudiera avanzar, fui empujada contra la pared de nuevo. "Tuve que hacerlo. Tus labios son tan embriagadores".

Me reí. "Al igual que los tuyos".

"Vamos antes de que sospechen".