Picnic

Ha pasado una semana, cero drama, pasamos tiempo con Mia y Roman. Y cuando cae la noche, Él va a mi casa y me hace suya hasta el amanecer.

Me dio la vuelta y luego me besó. "Prepárate, vamos almorzar cerca del lago".

"¿Eso significa que me tendrás como postre al aire libre?", Pregunté mientras me penetraba.

"Sí, quiero follarme ese hermoso coño en todos los lugares".

Lo quiero dentro de mí 24/7. Creo que me he convertido en una adicta al sexo. Bueno adicta al sexo con Damiano.

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Colocamos la manta, seguido de la canasta y luego empezamos a comer. El lugar era impresionante. Nadie estaba aquí, solo éramos nosotros y la naturaleza.

"¿Quieres ir a nadar después de almorzar?"

"Uhm, me encantaría, pero tengo talasofobia... Me asusta no saber lo que hay debajo de mí".

"No sabes de lo que te pierdes... Confía en mí, aparte de los peces, el lago es seguro para nadar".

Me quedé sin aliento. "¿Qué pasa si un gran tiburón y un cocodrilo hacen una aparición sorpresa".

Se rió. "Ves demasiadas películas".

Gruñi "Lo digo en serio. Cualquier cosa puede pasar".

"Está bien". Me besó. "¿Qué tal un dedo del pie a la vez".

"Bien, si siento algo debajo de mí, te mataré".

"Lo único debajo tuyo, seré yo". Me mordió el labio inferior.

Sonreí contra sus labios. "Qué hombre tan romántico".

Se rió entre dientes. "Vamos".

Se levantó, me puso sobre su hombro y luego saltó al lago. Llegamos a la superficie y me aferré a él.

"¡Eso no fue un dedo a la vez!"

Se rió. "Lo siento, hermosa. Si nos hubiéramos ido por tu camino, nos habría llevado todo el verano".

"Ughh, eres un imbécil". resople.

Él me besó. Un beso que escalo demasiado rápido. Salimos del lago y él me acostó sobre la manta.

"Estar dentro de ti es mi deporte favorito". Me clavo su pene.

"El mío también, te quiero dentro de mí siempre". Le picoteé los labios. "No estoy tomando la píldora, así que asegúrate de no venirte dentro de mi".

"Muy por delante de ti. no quiero tener hijos por el momento.". Me dio una última embestida. Su semen estaba por todo mi vientre.

"¿Por el momento, o en definitiva no quieres?"

"Por el momento, no quiero hijos. Por eso prefiero no tener una relación". Él suspiró. "Aurora, ¿todavía quieres continuar con esto?"

"Sí", le besé. "Tenemos todo el verano para disfrutar de estar juntos".

"Después del verano, probablemente no volveremos a vernos nunca más".

"Quien sabe". Acaricie su rostro. "Tu hermana es mi mejor amiga y vivirá en la misma ciudad que yo".

"Hay que esperar a ver qué pasa después de que termine el verano. Vamos a disfrutar del presente". Él me besó. "Ahora vamos a cambiarnos antes de que alguien nos atrape desnudos.

Nos cambiamos muy rápido y luego regresamos a mi casa. No quiero que el verano termine. Quiero quedarme con Damiano para siempre.

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Me desperté en medio de la noche y Damiano no estaba a mi lado. Me gusta cuando pasa la noche aquí. Odio cuando se va sin decir nada.

"No me fui. Tuve sed y bajé por una botella de agua". Dijo mientras se metía en la cama y me atrajo hacia él.

"Yo sabía eso".

Se rió entre dientes. "Seguro que si".

"Lo siento, me desperté y no estabas aquí y pense que te habias ido. Ya lo has hecho como tres veces".

"Y dejé de hacer eso. Estoy aquí". Me dejo un beso suave en los labios.

Este hombre me hace sentir que esto es real. Como si estuviéramos en una relación. Porque si soy honesta, no es difícil enamorarse de Damiano. De hecho, creo que ya tengo sentimientos por él. Pero sé que él no siente lo mismo. Es solo sexo. Tal vez porque todavía tengo dieciocho años y en este momento todo es emocionante y tal vez estoy confundiendo las cosas. Como dijo Damiano, disfrutemos del ahora.

Me acurruqué con él. "Realmente me gusta cuando pasas la noche. Tengo mi propio oso de peluche personal para abrazar.

"¿Me acabas de llamar esponjoso?", Él arqueó una ceja.

Me reí. "Tal vez, pero eres agradable para acurrucarme.".

Una sonrisa diabólica se dibujo en su rostro. Me dio la vuelta y me metió su pene, sus embestidas eran salvajes, como si hubiese pasado un año sin sexo. No me estaba quejando, me gusta cuando se pone así.

"¡Mierda, Damiano!", grité de placer.

"Eso es por llamarme esponjoso".  

Me reí "Tienes un cuerpo duro. Pero cuando se trata de dormir. Eres mi oso.".

Se rió. "Eres de otro mundo, Aurora." Me dio una última embestida y ambos nos vinimos.

"Y qué no se te olvide."

"Buenas noches, hermosa". Me besó.

"Buenas noches, Damiano". Me fui a dormir con una sonrisa en mi rostro.