Loco Por Ti

Damiano me llevó de excursión, me aseguraré de matarlo lentamente más tarde.

"Damiano, solo me gusta sudar cuando me estás follando. Odio las caminatas largas y especialmente en verano". Me quejé.

Se rió. "Te recompensaré más tarde"

"¿Qué tal ahora?" sonreí.

Me picoteó los labios y luego siguió caminando.

"Así que eso es un firme no". Resople.

Podía oírlo reír mientras se alejaba de mí. Corri hacia él y salté sobre su espalda.

"Tengo un monito". Me enganchó los brazos en las piernas.

Me reí entre dientes. "Tontito". Le besé la mejilla.

Él sonrió. "Estamos aquí. Mira esa vista".

Mystic Lake se veía tan hermoso desde aquí. Envolvió sus brazos alrededor de mi cintura y besó mi cuello y luego descansó su barbilla sobre mi cuello.

"Tan tranquilo y silencioso", sonreí.

Agarré mi teléfono y tomé una hermosa foto de nosotros.

"No te preocupes, no lo publicaré en ninguna parte. Solo quería una foto de nosotros", le picoteé los labios.

"Ni siquiera estaba pensando en eso. Solo estaba mirando la foto. Es perfecta". Él acarició mi cara.

"Realmente lo es... Cambié de opinión, voy a publicarla en todas las redes sociales que tengo".

Me reí y su rostro cambió a uno serio.

"Solo quería ver tu reacción". Le picoteé los labios. "Cambia esa cara.".

"Estoy loco por ti". Me acercó a él.

Lo besé. "Yo también". Bese sus labios. "Pero nunca volveré a caminar a las 7 am".

Se rió: "Las mañanas son las mejores".

Sacudí la cabeza. Nos quedamos dos horas y luego fuimos a almorzar a la ciudad. Vi a Mia, yendo a una pasteleria y estaba sola.

"Voy a comprar algo en la pasteleria, ya regreso.", le dije.

"Muy bien, tengo que hacer una llamada al hospital, esperaré aquí", me besó.

Me dirigí a la pasteleria y  la vi en una mesa. Hice una línea recta y me senté frente a ella.

"¿Y esa cara larga?"

Ella suspiró. "Roman está actuando raro. Cuando le pedí que pasaramos el día juntos, me dijo que estaba ocupado y cuando le di una visita sorpresa esta mañana, estaba de tan mal humor que me dijo que me fuera". Se secó las lágrimas.

Me senté a su lado y la dejé llorar en mi hombro. "Dale tiempo para que se calme. Si no hace un esfuerzo para enviar un mensaje de texto, entonces no vale la pena. Entiendo que todos tenemos nuestros propios problemas. Pero la forma en que está manejando las cosas no es la correcta".

"Tengo miedo de perderlo... Lo amo tanto, que me duele".

"Sé cómo se siente eso. Tengo miedo cuando termine el verano. Todo entre Damiano y yo habrá terminado". Suspiré.

"Roman, siempre ha sido tan dulce... Pero últimamente es como si ya ni siquiera lo conociera".

"Si estan destinados el uno para el otro, te buscara. Estoy segura de que lo hará". Le di un abrazo.

"Eso espero. Gracias por animarme un poco".

"Siempre estoy aquí para ti... Ven a mi casa y tendremos una pijamada con toneladas de comida chatarra".

"Quiero estar sola. Pero gracias por la oferta", sonrió ligeramente.

"Espero que te sientas mejor. Avísame si necesitas algo". La abracé y luego se fue de la pasteleria. 

Fui a pedir una bolsa de galletas, y luego salí. Vi a Damiano, sonriendo y luego colgó. Me acercó a él y luego me besó.

"Estoy asumiendo que esa sonrisa era para mí y no una chica." dije contra sus labios.

Se rió entre dientes. "Solo hablando con mamá. No seas un monstruo verde".

"Pfft, tu eres un monstruo verde". Le saque la lengua.

Se rió: "me convertire en uno si veo a otro tocándote".

Le picoteé los labios y fuimos a su casa para ver una película. Bueno, vimos la mitad de la película, el resto la pasamos quemando muchas calorías.

"Damiano". Gimí 

"Mi nombre suena perfecto cuando lo gimes". Besó mi pezón. "Eres mía y solo mía".

"Solo tuya". Lo besé.

Si tan solo el verano durara un año.