Todo Terminó

El verano está a punto de terminar, y no quiero que Damiano me deje. Sé que mucha gente hace hasta lo imposible. Pero nunca podría hacer eso. Vi a alguien haciendo agujeros en el condón de su novio para atraparlo con un bebé. Solo tengo dieciocho años, y la idea de estar embarazada me asusta.

"Oye, hermosa". Envolvió sus brazos alrededor de mi cintura. "¿Qué tienes en mente?"

Sonreí. "Lo mucho qe te voy a extrañar. Te vas de nuevo y yo volveré a la realidad".

"Tenemos una semana más, no pensemos en cosas tristes. Disfrutemos estar juntos ahora.".

"Tienes razón". Le picoteé los labios.

Recibió una llamada, y decidí que ya no me importaba si era joven. Empecé a hacer agujeros en todos sus condones.

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Esa tarde hicimos el amor. No era el típico donde me folla duro. No me quejo, me encanta cuando follamos hasta quedarnos sin aliento. Pero lo de ahora, fue hermoso, se sintió diferente. Y se que él tambien lo sintió. 

Fue a la ciudad a ver a un paciente y me quedé en mi casa. Mia, no estaba de humor para nada, ya que Roman, se fue. No tenía ganas de salir, hacía demasiado calor. Estaba a punto de ir a la cocina a coger una bolsa de Oreos, cuando se abrió la puerta principal y entró Damiano muy enojado.

"¿Qué pasa?" dije mientras caminaba hacia él.

"No des un paso más". Dijo en un tono brusco. "¿Pensaste que no lo descubriría?"

"¿De qué estás hablando?"

Arrojó los condones al suelo. Las lágrimas brotaron de mis ojos. No, no, no. Esto no está sucediendo.

"¿Vas a usarlos con alguien más?"

Se rió sin humor. "Los estaba agarrando para traerlos aquí. Quería pasar toda la semana contigo".

Me quedé en silencio. ¿Qué puedo decir. Lo siento, estaba tratando de atraparte quedando embarazada?

"¿Era dinero lo que querías?". Estaba furioso. "¿Sabes lo que pasó con mi novia de la escuela secundaria? Quería quedar embarazada para que no la dejara. Ella no quería que me convirtiera en médico porque dijo que nunca tendría tiempo para ella".

"No quiero tu dinero, Damiano". Lloré. "No estaba pensando, solo quería tenerte conmigo para siempre. Quería algo que nos mantuviera juntos".

"¡Aurora, te dije que no estaba seguro de querer hijos!" Estaba furioso. "Se suponía que esto entre nosotros era solo una cosa de verano".

No pude detener las lágrimas. Siguieron cayendo. "Así que en estos tres meses, no sentiste nada más que lujuria".

"Pensé que eras más madura.". Sacudió la cabeza. "Nunca debimos habernos involucrado".

"No lo dices enserio.". Mi voz se estaba rompiendo por el segundo. "Damiano, por favor no te vayas".

"Tengo trabajo y el verano termina en una semana", dijo en un tono frío. "Tú y yo hemos terminado".

"Por favor, no te vayas. Lo siento". Lloré. "Te amo, por favor quédate".

"Alguien que ama, nunca haria algo así... Eso no es amor, Aurora".

"No sabes lo que siento. Para mí, esto fue más que una aventura de verano. Para ti, eso es todo lo que fue. Sin ataduras, sin sentimientos involucrados".

"Tampoco sabes lo que siento". Caminó hacia la puerta principal. "No te preocupes. No le diré a Mia lo que hizo su mejor amiga".

Dicho esto, se fue. Me sentí entumecida. Nunca más, volverá a abrazarlo y hacer el amor. Despertar junto a él. Él se había ido, y yo era un desastre. Se arrepientio de haber estado conmigo. Esto no puede estar pasando.

"¡Por qué!", Grité mientras las lágrimas caían. "¿Por qué hice algo tan estúpido como eso?".

Lo siento, Damiano. Tenía razón, yo tomé la decisión sin consultarlo sobre cómo se sentiría. Nunca he estado enamorada, y con Damiano, todo fue tan intenso, apasionado, increíble. Quería estar con él para siempre. No creo que pueda amar a alguien tanto como amo a Damiano. Me arruinó por otros hombres.

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Mia llamó para ir al cine, pero yo me negué. No tenía ganas de nada. Solo quería que Damiano entrara por la puerta principal y me dijera que me daría una segunda oportunidad. Pero yo sabía que eso nunca iba a suceder.

Agarré mi teléfono y vi nuestras fotos. Mi favorita es en la que me toma de la mano y le está dando un beso. Me dijo que estaba loco por mí ese día. Ya me estaba enamorando. 

"¡Abre!"

Me levanté y abrí la puerta. Solo quiero estar sola.

"Volverá... Además, vive en Nueva York, y tú también". - Mia puso los ojos en blanco.

No creo que sepa lo que pasó. Supongo que Damiano cumplió su palabra.

"Lo sé. Me sentía un poco enferma hoy", mentí.

"Bueno, en ese caso, helado y maratón de Harry Potter, siempre ayudan".

Sonreí. Siempre puedo contar con Mia para animarme. Damiano se fue, y eso hace que todo sea más real. Se acabó todo entre nosotros.