Su Casa

Finalmente salí del hospital. Damiano me llevó a mi casa y me ayudó a empacar para el fin de semana. Toda la semana que estuve en el hospital, él ha sido tan dulce y casi como el hombre que conocí hace cuatro años. No quería hacerme ilusiones. El dejó bien claro que no quiere nada conmigo.

"¡Estoy listo!", dijo Cassio con tanta emoción. Me reí.

"Eso es un montón de juguetes allí". Dijo Damiano. "Toma tu favorito. Tengo una sorpresa en mi casa, para ti".

"¿En serio?"

"Sí, ahora vamos a empacar tu ropa y luego nos vamos".

"Está bien". Se fue saltando a su habitación.

"Tiene demasiada energía". Me reí.

"Asi es.". suspiró. "¿Cómo te sientes?"

"Mejor que hace una semana. Quiero volver a mis diseños. Papá me dijo que hay como 30 guardias de seguridad alrededor del lugar donde está mi boutique".

"Espera otra semana y luego puedes volver al trabajo. Necesitas descansar."

Asentí. "Tú eres el médico".

"¡Papá!"

"Vete, antes de que envíe un grupo de búsqueda".

Se rió entre dientes mientras se dirigia a la habitación de Cassio. Un fin de semana con Damiano. En el hospital me confundió, se puso celoso del enfermero. Sin embargo, él no quiere estar conmigo. Es una contradicción andante.

....................

"Mamá es un castillo".

"Sí y eres el principito del castillo", dije mientras agarraba su mano. Se rió.

No sabía que el hombre era tan rico. Esta villa era casi del mismo tamaño que la villa de mi padre.

"Eso me haría el rey, supongo que necesito encontrar a mi reina".

"Cuando la encuentres, el principito nunca volverá a visitar este castillo".

"No estaría tan seguro de eso".

"La villa es hermosa... Pero la distancia de una habitación a otra es una locura".

"Es por eso"...

"¡Es él!" Oí a una mujer gritar y luego abrazar a Cassio. "Se parece a ti cuando tenías su edad".

"Aurora y Cassio, esta es mi madre, Claire Westbrook".

"Hola". sonreí.

"Abuela". Cassio le sonrió.

"Sí. Tu abuelo estará aquí en un momento". Ella le pellizcó las mejillas ligeramente.

"Estoy aquí. Es un placer conocerlos a ambos".

"Igualmente."

"¿Cómo te sientes?", me preguntó.

"Estoy mejorando, su hijo ha sido tan maravilloso cuidandome".

"Es bueno escuchar eso. Es un buen hombre, solo terco a veces". Claire dijo y yo asentí.

Se quedaron una hora y luego fueron a su casa. Pensé que vivían aquí ya que este lugar es enorme. Viven a 30 minutos de aquí.

"¿Cómo está Mia?"

"Ella se mantiene ocupada con el trabajo".

"¿Vas a la boda de Roman?"

"No, no puedo traicionar a mi hermana así. Roman entendió... Sé que todavía la ama".

"Eso es cierto... Hay dos lados de la historia".

Él simplemente asintió.

"Papá, ¿cuál es mi sorpresa?"

"Bien", lo levantó y lo puso sobre su hombro. "Vamos".

Los seguí hasta una puerta. Damiano lo puso en el suelo y le dijo que abriera la puerta.

"¿Mi habitación?", chilló.

"Sí, toda tuya. Tu mamá me dijo cuánto amas,  los caballos. Así que pensé, un tema del salvaje oeste era perfecto".

"Es tan genial", se abrazó, Damiano.

"Si quieres, incluso podemos comprarte un pony".

"¿En serio?"

"Está bien, una cosa a la vez. No hay pony hasta que tenga cinco años". Les eché un vistazo.

Cruzaron los brazos mientras fruncía el ceño. Que loco verlos juntos, mismos rasgos y gestos.

"¿Por favor, mamá?"

"No en este momento".

"Bien". suspiró.

"Tu mamá está celosa porque no le ofrecí un pony".

Le di una mirada incrédula: "Muy bien, pero lo verás como un halcón".

"Tú eres la jefa", sonrió.

"Y quiero un pony y lo llamare Blaze. " Sonreí.

Se rió. "Lo que quieras lo conseguiré".

"Estaba bromeando".

"Demasiado tarde, llamaré a alguien para que me traiga dos ponis mañana... Hay mucho espacio aquí".

Me reí entre dientes. "Oh, ser rico y comprar todo lo que tu corazón desea".

"Bueno, deberías saberlo... Vienes de una familia muy rica".

"Bueno, ese es su dinero. Pero mi padre me mimó como loco, los dos. En realidad, la tía Elena competía con mi padre Miles, quien compraba el regalo más grande". Sonreí ante esos recuerdos.

Se rió entre dientes. "Bueno, me perdí el nacimiento de Cassio y estar involucrado en su vida, así que quiero mimarlo mucho. Puede vaciar mi cuenta bancaria".

Me reí "A Cassio le gustan las cosas simples. Le encanta jugar en su pequeña casa que está en el patio trasero con algunos de sus juguetes. Y le gusta la pequeña cocina que su tía Mia le compró".

"Es un gran niño. Hace cuatro años no sabía si quería ser padre y ahora no puedo imaginar mi vida sin él". Sonrió mientras miraba a Cassio, jugando con algunos juguetes.

"Cassio es mi mundo", sonreí.