Los Celos Son Malos Para El Alma

Dejé a Cassio con los padres de Damiano. Querían pasar más tiempo con él. Yo estaba anhelando cheesecake de Oreo. Así que fui a la pasteleria de mi mamá.

"Hey, ma.". Le sonreí.

"Bueno, estás de buen humor".

"Así es, el negocio es genial, mi familia está sana y"...

"Estás con el amor de tu vida"... Ella sonrió.

"Mamá, es increíble. Siempre he querido un amor como el tuyo y mi padre y mi sueño se hizo realidad". Sonreí. "Todavía estoy sorprendida de que mis papás mataran a Damiano o lo golpearan.

"Porque te salvó la vida". Mi padre Pierre, dijo mientras se acercaba a mí y luego me abrazó.

"No te habia visto."

"Estaba terminando de almorzar. Y no lo maté porque es el padre de Cassio y el amor de tu vida. Pero si te hace daño de nuevo, lo golpearé. Tal vez algunas patadas también". Él sonrió.

Sacudí la cabeza, "estás loco papá y por eso te amo".

"Igual, pequeña princesa". Me besó la cabeza.

"¿Volveras al trabajo?", preguntó mamá.

"Sí, y necesito llegar rápido porque si me quedo otro minuto aquí, me comeré todo". Besó a mamá y luego se fue.

Solo nos reímos. Papá es super dulcero. Si pudiera, se comería toda la pastelería. El hombre come mucho y todavía está en forma.

Fui a mi mesa y el camarero me trajo mi cheesecake de Oreo. Le di las gracias y empecé a comer. El mejor cheesecake de todos los tiempos.

"Hey hermana".

Alan estaba sentado frente a mí con un panecillo de arándanos.

"Hermano, ¿cansado de estar a dieta?", Me burlé de él.

"Ugh, no me lo recuerdes, el entrenador dice que no podemos comer esto o aquello y estoy cansado. Un sándwich está en camino". Él resopló. Me reí entre dientes.

"A la mierda ese imbécil y come todo lo que quieras".

Al igual que la escuela secundaria, Alan es el capitán del equipo de fútbol en su universidad.

"Solo por hoy y luego volvere hacer dieta", suspiró.

"Alan, ¿quieres el fútbol como carrera?"

"Honestamente, no. Me gusta el fútbol, pero no como carrera. Ya tengo una carrera, el fútbol es solo un pasatiempo para hacer que la universidad sea un poco divertida. Pero ese estúpido entrenador lo mató".

"Entonces come lo que quieras, y él puede irse a la mierda". - Me encogí de hombros.

"Es por eso que te amo... Tu forma de ver las cosas es increíble", sonrió y lo devolví.

"Ahem". Recpnoci esa voz de inmediato. No necesitaba mirar para saber era, Damiano. "Quieres explicarme porque tanto amor hacia él?"

Me mordí los labios para evitar reír. Él está muy celoso en este momento. Me encantaria ver hasta dónde llega esto, pero conozco el temperamento de Damiano.

"Damiano, este es mi hermano Alan. Alan, este mi novio y el padre de Cassio".

Se dieron la mano. "Lo siento, supongo que me puse un poco celoso"

Alan se rió entre dientes. "Está bien. Puedes unirte a nosotros".

"Seguro". Él respondió. Se sentó a mi lado y nos entrelazó los dedos. "Vine a comprarte a ti y a Cassio un postre".

"Gracias". Lo besé. "Los celos son malos para el alma".

"Voy a romper contigo".

Me reí. "Si te hace sentir mejor, es un buen aspecto".

"Eres mía".

"Toda tuya".

"Okay, voy a terminar este sandwich en mi auto y luego conducir hasta la casa de mi novia. Nos vemos luego, cuñado". Nos dijo adiós y luego se fue.

Miré a Damiano y sonreí.

"¿Qué?"

"Eres lindo". Lo besé y luego volví a mi cheesecake.

"Tienes suerte de que te Ame, me estas haciendo mucho bullying." Me aplastó las mejillas ligeramente.

Me reí. "Mi tontito".

"Sólo para ti... tengo una imagen que mantener", me picoteó los labios.

Sonreí. "Te amo".

..............

"¡Mami, papá!" Cassio corrió hacia nosotros y nos abrazó. "Los extrañé".

"Nosotros también te extrañamos", respondió Damiano.

"¿Qué hicieron hoy?", le pregunté.

"Ella me llevó al parque y el abuelo me compró helado". Me pellizcó ligeramente las mejillas.

Me reí entre dientes. "Me alegro de que te hayas divertido". Le besé la mejilla. "Vamos"...

"Quédate, quiero decir que es viernes", me interrumpió Damiano.

"Sí, quedemonos mamá".

Desde que Damiano y yo volvimos, a duras penas pasamos en el apartamento. A Cassio le encanta estar aquí, y a mí también.

"Necesito volver al apartamento y empacar nuestras cosas".

"Te llevaré ahora. Mamá, ¿puedes verlo un poco mientras la llevo al apartamento?"

"Claro, empezaré la cena. ¿Qué quiere el principito de la casa?"

"Quiero, crema de brócoli con queso".

"Muy bien".

Nos reímos. Salimos de la casa y él me llevó a mi casa. Una vez dentro, me puso contra la pared y me cogio ennesa pocision.

"Necesitaba estar dentro de ti", me lamió el pezón mientras me empujaba.

"Leíste mi mente". Le agarré la cara y lo besé.

Después de tres rondas, tomamos un respiro y comenzamos a empacar.

"He estado pensando". Él acarició mi cara. "Tú y Cassio pasan más tiempo en mi casa, ¿por qué no se mudan conmigo? Odio cuando ustedes dos se van".

"Ese es un gran paso, ¿estás seguro?"

"Cien por ciento", sonrió. "Te amo y quiero despertar todos los días a tu lado".

Lo abracé y luego lo pellizqué.

"Ouch, ¿para qué fue eso?"

"Asegurándome de que esto sea real". Lo besé.

"Es al revés". Sonrió contra mis labios.

"Todavía me quedaré con el apartamento. Tal vez Cassio pueda tenerlo cuando sea mayor", dije.

"Suena perfecto", sonrió.

Terminamos de empacar nuestras cosas para el fin de semana. El lunes el va a enviar camiones en para recoger el resto de nuestras cosas. Esto parece un sueño y espero que esta felicidad dure para siempre.