Amor después del matrimonio 2: Volver a ti

Capítulo 6

Capítulo 6: Continuación de peleas. Parte I

Connor Jones.

Han pasado varios días desde que vi esa entrevista de Gemma en la revista que fue portada del año, donde hizo todas esas confesiones que me dejaron totalmente confundido, desconcertado.

Sé perfectamente que ella al hacer todas esas confesiones se significa que ya no me quiere en su vida, y solo es algo que no quiero ni pensar.

Realmente eso me rompe el corazón, digo, a nadie le gustaría ver que en una entrevista vea o escuche que la mujer de su vida haga ese tipo de confesiones que te desgarran el alma, sin embargo, lo entiendo.

Sé porque ella hizo esas confesiones, que mintió sobre los hechos, que lo distorsionó todo, solo lo hizo porque no quería hacer más especulaciones de lo que sucedió esa noche, quiso disminuirlas más bien, diciendo mentiras, porque a veces ellas son las que nos salvan de todo, pero lo que si tengo muy en claro es que Gemma no es de rumores o escándalos.

Gemma quiso mantener un perfil bajo en todo, sabiendo que ella es una modelo muy reconocida en el mundo como lo es Dakota. También porque yo soy un joven empresario muy reconocido.

Yo solo me pongo en su lugar, pero quisiera tener mis pensamientos aclarados en todo, no seguir buscando respuestas en un lugar que creo que ya no las hay, por el simple hecho en que Gemma está cortando cualquier lazo que la una o relacione a mí.

Ya no quiere saber nada de mí, y sinceramente, es algo que me está matando lentamente, consumiendo más bien.

Encendí el fuego, me advirtieron millones de veces que no le siguiera echando más leña, que lo apaciguara, pero no lo hice, seguí haciéndolo, y ahora me estoy convirtiendo en cenizas que están recogiendo.

Lo que no entiendo de todo esto es… si Gemma dijo que solo somos amigos, ¿por qué no me deja hablar con ella? ¿O realmente no lo dijo?

Entiendo sus razones… le mentí, se sintió usada, estuvo involucrada en una infidelidad, oculté cosas, quisiera tener la oportunidad de aunque sea poder explicarme, de hacer el intento de ello cuando soy un asco haciéndolo, pero por ella lo haría, lo intentaría, haría mis mayores esfuerzos, que aunque no tenga justificación de mis actos porque estuve consciente de lo que estuve haciendo, quisiera aclarar todo, porque si es la última vez que veré a Gemma quiero darle una explicación, hablarle con la verdad, sin mentiras.

Ahí se determinará todo, si ella me perdona o no quiere saber más de mí por el resto de su vida. Yo lo entenderé.

Creo que lo segundo me va a doler demasiado, pero tengo que ser abierto con cualquier idea o decisión que llegue a tomar ella.

Porque uno se cansa de esperar, y sé que no debo de esperar nada de nadie, pero lo haría por ella, por Gemma, pero si toma la decisión de dejarme ir, lo acepto.

No podemos exigirle a alguien que nos perdone, que nos vuelva a aceptar por todo el daño que le hemos causado, siento que presionamos a la otra persona y las cosas realmente nunca funcionan a raíz de una presión.

Lo forzado nunca da resultados favorables.

La otra persona siempre vive obligada a perdonar todo porque se lo dijimos, ordenamos, y tendrá ese pensamiento tóxico de “lo hará otra vez”.

Volviéndose como un ciclo interminable.

No quiero que Gemma viva con ese pensamiento, quiero que ella esté segura y cómoda a la hora de querer confiar en mí como yo lo haría con ella.

Las personas se envuelven en eso, en ese pensamiento tan dañino. Crean su propio agujero que se les hace difícil salir de ahí por el miedo de ser lastimados de nuevo, y más daño se causan ellos mismos que la persona que les causará el dolor, solo quieren que esa misma persona las saque de ahí, pero le temen.

También están ese tipo de personas que te arrastran en su agujero…

Se confunden demasiado con el querer y poder confiar nuevamente.

No he querido ser tan prejuicioso con respecto a Gemma, pero a veces me siento en la posición que ella me tiene es en poder, y no en querer.

Y son cosas totalmente distintas.

Solo quisiera que ella me tenga en el de querer.

En querer confiar de nuevo, en querer hablar conmigo, en querer iniciar de nuevo, en querer estar conmigo, en querer amarme.

Aunque no es algo que se pide, realmente quisiera estar en esa posición.

(…)

Sentado en la silla de mí oficina no dejo de leer unos papeles que me trajo Grace hace unos minutos de una nueva empresa que quiere aumentar sus reconocimientos haciendo una colaboración con nosotros.

Nunca le cierro la puerta a esas empresas que inician, pues mi empresa también pasó por eso, y también estuvo colaborando con grandes industrias para tener dicho reconocimiento que tiene hoy en día.

Estoy tan ensimismado en mis pensamientos que no sentí en qué momento entra alguien.

—¿Interrumpo algo? —pregunta Ivy interesada.

Hago los papeles a un lado para enfocarme en ella.

Debo admitir que Ivy es una mujer muy hermosa y esbelta.

Su largo cabello negro está recogido en una cola alta, haciendo que su rostro adornado por varias pecas se vea muy natural y fresco. Sus ojos azul cielo, hacen resaltar su delicada piel blanca. A pesar de que lleva poco maquillaje, se ve muy sencilla.

Los dos tuvimos la oportunidad de posar en una revista, como en una colaboración, haciendo que fuera una de las revistas más vendidas en el mundo.

—Realmente, no —le contesto con una sonrisa—. Solo estaba leyendo un contrato con una empresa nueva que acaba de iniciar en la industria.

Ivy asiente y se sienta al frente de mí cruzando sus piernas.

—¿Lo vas a desperdiciar también como lo hiciste con mi empresa? —inquiere con un tono burlón en su voz.

—Eres muy chistosa, ¿no?

Ella ríe.




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