Capítulo 8: Declaraciones. Parte III
Connor Jones.
Puede que mis palabras le den un gran impacto, pero es algo que debo de decirle, que no puedo callarme para mí mismo cuando tengo que ser consciente que no solo ahora se trata de mí, ahora también se trata de ella.
Por nuestra relación.
—Quiero nuestra privacidad vaya primero —le soy honesto y directo con mi punto—. Sé que vivimos ya en este mundo, el de la farándula, pero no quisiera que te sientas más sofocada de lo que te tienes que enfrentar día a día. Con todo lo que vivimos por ser grandes empresarios.
»Sé que no es fácil, realmente me pongo en tú posición porque sé cómo es manejar una de las grandes y prestigiadas empresas de Ne York, porque para ello es a lo que nos dedicamos, es lo que nos gusta y sé que no es fácil, Ivy. Te comprendo muchísimo en todo.
»Al yo querer iniciar algo contigo fue de manera lenta y que ambos nos sintamos cómodo, no vernos en la necesidad de hacerlo todo público y oficial solo por ser personas famosas, pues prefiero mantener en privado lo nuestro hasta que sea seguro.
»Y no es porque quiera ocultarte, realmente no lo haría porque no es algo que tú te mereces. Eres una mujer increíble, Ivy. Es un recordatorio por si lo habías olvidado o por si no lo sabías.
»Quiero seguir descubriendo lo que tengas para ofrecerme y experimentar cosas contigo a su debido tiempo. Me gusta la dirección en cómo van las cosas para ambos.
»Realmente me estás gustando mucho.
Al finalizar mis palabras, se centra un nudo en mi garganta, como que si lo que estoy diciendo está mal, que estoy mintiendo… ¿Por qué de un momento a otro me siento culpable?
Es como una sensación que me dice que pare, que lo que hago está muy mal. Que no debo de seguir, pero quiero hacerlo, me desafío a mí mismo de hacerlo, aunque esa fuerza sobrenatural me lanza a la parte de que debo de dejar de hacerlo, por el bien de ambos.
Ivy sonríe hasta no más poder y aprieta mi mano firme, con total seguridad.
Eso es lo que ella siempre intenta transmitirme las veces que hemos estado juntos, pues antes de todas las confesiones que tuvimos, en los momentos de que teníamos reunidos por la empresa por nuestro anterior contracto o cuando nos veíamos involucrados como socios en una empresa, me transmite seguridad.
Es algo que realmente le agradezco mucho porque sé que a veces soy muy inseguro en algunos aspectos a la hora de tomar decisiones drásticas.
A veces me pregunto cómo llegue a llevar a la cima una de las empresas más prestigiadas de la instruía de la moda y de New York.
—Me gusta que lo nuestro vaya en este rumbo —comienza diciendo—. Que todo se haya dado de manera natural.
»Sé que para ti debe ser un poco difícil en iniciar con alguien, que debes de presentar muchas emociones a la vez, algunas que tal vez ya habías experimentado, y puede que tengas mucho miedo, y está bien, estoy aquí para ti.
»Estoy para apoyarte en lo que necesites, porque sé que en cualquier persona sentimos diferentes cosas, algunas emociones son más fuertes que otras y eso no quiere decir que no sean importantes para ti.
»Permítete confiar en mí, como yo lo hago contigo, y si caemos, nos volvemos a levantar, porque de eso se tratan las relaciones. Uno puede dar más que el otro cuando el mundo se le venga abajo, y está bien, pero no siempre será así.
»Todas hacen su impacto, su papel funcional en tu vida. Solo es triste cuando nos toca dejar ir a esa persona porque ya acabó eso, su papel, y también está bien.
»Sinceramente ya no quería seguir callando mis emociones hacia ti, me había convencido de que era algo pasajero, algo que realmente solo era cuestión de confusión mía.
»Terminé equivocada, lo admito —eleva sus manos de manera inocente con una sonrisa en sus labios—. No sé en qué momento pasó a ser más fuerte mis sentimientos hacia ti, y era algo que simplemente ya no podía ocultar, ni ignorar.
»Cuando ya es muy claro lo que sentimos, manejar las emociones se vuelve tan difícil, solo quieres expresar tus sentimientos para no estar cuestionándote todo el tiempo en que si no fue suficiente lo que ofreciste.
»Aunque recuerda, no somos quienes siempre perdemos lo que ofrecemos —ríe.
»Y me dispuse a aceptar lo obvio, me rendí hacia ello, accedí…
Hizo una pausa severa y me mira directamente a los ojos.
—Y ahora que estoy aquí contigo se siente irreal —admite—. ¿Esto realmente está pasando?
Comienza a reír y es imposible no unirme a ella, su risa resulta ser muy contagiosa a veces.
—Me siento bien contigo —confiesa—. Porque tú, Connor Jones, vales la maldita pena… En demostrar que existen relaciones por las cuales valen la pena luchar
Sus confesiones me dejaron sorprendido.
Es impresionante ver a Ivy tan expresiva conmigo de esa forma, normalmente ella ha sido ese tipo de persona cerrada a lo que se tratan las relaciones, por lo que ella me ha dicho por sus experiencias pasadas, sin embargo, nunca se ha escuchado noticias de ella en las revistas o programas de farándula que hable de su vida amorosa, o puede que ella sea muy reservada por esa parte.
Yo siempre me he visto siendo un poco público, digo, no niego la parte de estar con alguien, pues es algo que sería realmente muy ilógico y me gusta presumir, pero no quiere decir que no mantenga cosas en secreto, porque también necesitamos nuestra privacidad.
Con Ivy todo ha sido de maravilla, por los momentos.
—Confío que lo que dirás en la entrevista será lo correcto —dice ella muy segura de sus palabras de mí.
Eso que dijo me genera confianza.
Le sonrío para afirmar lo que acaba de decir.
—También espero lo mismo, espero no estropearlo.
Mis palabras le hacen fruncir el ceño, así que aprieta mi mano levemente para transmitirme más confianza en mí mismo.