Amor después del matrimonio 2: Volver a ti

Capítulo 17

Capítulo 9: Decepción. Parte I

Gemma Stone.

Mi trabajo me ha estado consumiendo, solo quiero descansar unos minutos, porque realmente amo mi trabajo solo que las últimas semanas han sido fuertes para mí.

He tenido muchas pasarelas últimamente, dentro de New York y fuera de él, me ha tocado viajar mucho para desfilar nuevas colecciones de grandes marcas de industrias de ropas.

La maquillista aplica sombra negra en mis ojos, mientras que otra se encarga de alisar mi cabello.

Esta pasarela que comparto con Kara es de tendencia a las prendas metálicas, eso ha sido mucha controversia en la industria de la moda, entonces la marca a la que somos patrocinadoras decidieron ponerlo aprueba.

Y tomaron la decisión de que Kara y yo tenemos que abrir y cerrar el show con unas prendas que fueron diseñadas justamente para nosotras. Las diseñaron de acuerdo a nuestra personalidad y estilo.

No pudimos sentirnos más honrada con eso.

Por lo menos he viajado con Kara, ella ha sido la persona que me ha despejado de los pensamientos que me asfixian en las noches, me hace callar esos pensamientos negativos.

Había veces que dormía intranquila, a pesar que siempre le pedía que durmiéramos en la misma habitación. Dejaba mi cama vacía a mitad de la noche por no poder conciliar bien mi sueño.

Noto a través del espejo como se acerca Kara arreglada, luciendo tan radiante como siempre, solo le hace falta su atuendo para estar lista.

—Te ves espectacular —le digo cuando está al frente de mí con una gran sonrisa.

—Tú también lo estás, Gemma —dice ella cuando la maquillista termina de pintarme los ojos.

—Es una lástima que Keira no nos haya podido acompañar en todo esto —le digo triste.

Kara asiente.

—Mi hermana ya tenía la agenda ocupada antes, además que ella no es de modelar, solo de posar —me recuerda ella.

Keira ya había decidido en viajar para el lanzamiento de su nueva marca de cosméticos de maquillaje, por ello prefirió ir hacia su lanzamiento.

La comprendimos.

Realmente no nos molestó, tiene años trabajando en ello. Solo respetamos su decisión y no nos quedó de otra que darle nuestro apoyo desde lejos, porque también queríamos estar ahí para ella.

Kara y yo hablando de unas cosas, pero la noto muy inquieta, nerviosa, como si algo le está ocurriendo.

La detallo una vez más, creyendo que son paranoias mías, por las veces que no he dormido bien, pero no lo son, algo realmente la está afectando.

Espero a que quedemos solas, pues no pretendo en que si es algo íntimo preguntarle al frente de otras personas, Kara es la persona más escéptica y reservada que conozco.

Al cabo de unos minutos quedamos solas y decido hacerlo.

—Kara, ¿te ocurre algo? —le pregunto con el ceño fruncido y sin dejar de observarla de manera atenta.

Ella ríe nerviosa, para después morder su labio inferior y asentir.

—Sí, quiero decirte algo, pero no sé cómo te lo vayas a tomar —habla ella de manera rápida y sería a la vez, haciendo que se me haga difícil formular una respuesta después de haberlo confirmado.

Frunzo el ceño hasta no más poder.

—¿Qué cosa…?

Tomo una postura correcta en mi asiento y la observo con mucha atención y cautela, para estar atenta por lo que tenga que decirme.

Ella se toma unos segundos, y la dejo hacerlo sin darle presión alguna, para que pueda contarme lo que la mantiene tan inquieta en estos momentos.

Hasta que lo dice.

—Dakota Milles está aquí, también modelará con nosotras, resulta ser una de las patrocinadoras —suelta todo de golpe, sin dejar que procese todo correctamente.

Yo la observo sin poder creerlo.

¿Kara en serio me ha dicho eso? ¿Oí bien?

—¿Estás bromeando, verdad? —le pregunto entre risas nerviosas para apaciguar la incomodidad que se ha instalado dentro de mí.

—Ojalá estuviera bromeando con ello, Gemma —es lo que dice cuando frunce sus labios.

Hubiese deseado siquiera escuchar eso que dijo, pero sé que Kara no está mintiendo, es algo que nunca se le ha dado bien hacer.

Yo la miro sin poder creerlo, siento como mi estómago revuelve todo lo que había comido en el almuerzo y las incontrolables ganas de vomitar no pasaron de desapercibida para mí.

Me extraña mucho que el diseñador no nos haya comentado nada de que ella sería la tercera patrocinadora… ¿O fue de última minuto?

Igual me sigue extrañando eso, creí que solo seríamos Kara y yo…

Realmente nunca había tratado con Dakota, no salimos de un saludo cordial por parte de ambas, pero hasta allí, y supongo que las cosas no son para siempre.

El solo hecho de verla me provoca todo, porque sé que me traerá malos recuerdos; recuerdos que realmente quiero olvidar.

—No puedo creer que ella esté aquí… —dije eso más para mí misma que para Kara.

Ella se muerde el labio inferior preocupada por la situación que estoy pasando.

—¿Crees que estarás bien con su presencia? —pregunta Kara cruzándose de brazos esta vez, en una postura muy seria y firme.

Asiento a duras penas.

—Pues no me queda de otra que acostumbrarme a trabajar con ella —dije abrumada por mis propias palabras—. A fin de cuentas, tenemos las mismas profesiones, y como lo es en está ocasión de un claro ejemplo, también tendré que compartir pasarela con ella.

Sinceramente yo no me quiero creer mis propias palabras, pero tengo que ser realista conmigo misma.

—Mantendré mi ética de modelo profesional en todo momento —continúo diciendo, manteniéndome firme en todo momento.

Fue lo único que puedo responderle a Kara porque sabe que estoy en lo cierto.

—¿Crees que te ocasione problemas? —inquiere esta vez un tanto irritada por la posible probabilidad.




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