Amor después del matrimonio 2: Volver a ti

Capítulo 20

Capítulo 9: Decepción. Parte IV

Gemma Stone.

—Estuviste increíble en la pasarela con ese atuendo, fue tan… ¡Wow! —me dice con mucho entusiasmo y nerviosismo a la vez, conteniéndose con una gran sonrisa. También noto que sus mejillas están sonrojadas levemente.

—Gracias —le sonrío con mucha estima por sus palabras—. He visto también tu pasarela y lo haces increíble.

Ella se sonroja más.

—Gracias por eso —sonríe—. Me llamo Amelia, un gusto.

Me extiende la mano y la tomo.

—Gemma, el gusto es mío —le digo.

—He seguido mucho tu trabajo, y lo admiro. Eres una mujer de admirar —comienza diciendo—.Ya sabía tu nombre, pero me daba miedo de que creas que soy una de esas admiradoras locas…

Me río y le resto importancia con una mano.

—No pasa nada. Yo también te he observado modelar y he querido saber de ti —le confieso sin vergüenza alguna.

Un destello de brillo ilumina su rostro y sonríe más.

—Es increíble que la modelo más prestigiada del mundo admire mi trabajo —su emoción es muy contagiosa.

—Gracias por admirar tú el mío —le agradezco por lo que había dicho con anterioridad—. Es importante para mí saber que la nueva generación esté muy interesada por lo que conlleva el arte del modelaje.

Amelia se ve como una chica de 19 años, no estoy muy segura de ello, pero de que se observa más joven que yo lo es.

Sus rasgos son demasiados finos y tiernos, hasta puedo decir que delicados, parece una linda muñeca de esas que hay que procurar de mantenerlas a salvo para que no le ocurra nada.

Ella es muy hermosa realmente.

—Eres una mujer que inspira mucho, Gemma —se sincera ella, y hago un gesto enternecida por su confesión—. Nunca he visto una mujer que exprese tanto como tú lo haces, desprendes un aura muy increíble, eres tan hermosa en todos los aspectos. ¿Cómo llegaste a ser tan exitosa?

Tomo una postura de total seguridad y le sostengo la mirada en todo momento, para hacerle saber que mis palabras son honestas.

Siempre que voy a hablar tengo que tener la mejor postura posible, porque demuestra mucha elegancia, he sido muy delicada con eso, a pesar que son pequeños detalles, para mí son muy importantes, da mucho que decir de tu apariencia.

Recuerdo que mi madre siempre dijo que las personas encorvadas son aquellas que se sienten derrotas en la vida, y yo realmente no quiero estar en ese lugar.

He luchado por lo que quiero siempre, porque así me lo enseñó mi madre, pero hay excepciones…

—Siempre se trata de mucho esfuerzo y dedicación, no por hacerlo como un “pasatiempo”, ¿sabes? —Frunzo mis labios—. Así nunca te va a funcionar.

»Digo que si alguien o incluso tú, inicia en el mundo de la moda, te cambia la vida —sonrío—. Este mundo es demasiado mágico, y cuando supe del quise entrar de inmediato.

»Día y tras noche me dedique a ello, mejoré mi postura, mi caminar, los gestos, poses y muchas cosas más porque sabía que iban a influir en ese mundo.

»Había veces que me proponía en renunciar, creyendo que ya no “podía” más, pero siempre recordaba por lo que había iniciado principalmente, y continué.

»Me propuse a mí misma mejorar cada día, y aún sigo haciéndolo. No podemos ser conformista con algunas cosas, es como un “Bien, lo tengo y está bien, ya está”. No es así.

»Al tener algo por lo que has trabajado mucho debes dedicarle tiempo y trabajo, no solo por tenerlo significa que siempre va a permanecer… recuerda que lo que tiene dedicación permanece contigo, y lo que no, simplemente se va.

Hice una pausa para después pasarme un mechón de cabello detrás de mí oreja.

—Llegar a ser exitosa no fue fácil, fueron años de preparación que supieron dar sus excelentes resultados.

Ella me observa con mucha admiración y respeto.

—Realmente no me equivoqué al elegirte como modelo a seguir —habla ella con sus mejillas sonrojadas.

Sonrío por sus palabras sintiéndome muy halagada por ello, no es la primera vez que escucho a alguien decirme eso, tampoco es que alardee de ello, porque realmente no me siento superior hacia nadie.

—Te daré un consejo, Amelia —asiente atenta esperando mis palabras—. Confía siempre en ti y en lo que hagas, no renuncies a esto por la mínima duda de que si esto es para ti, recuerda en esos momentos porque quisiste iniciar en esto de la moda.

»Siempre habrá muchos obstáculos y adversidades, porque llegar a la cima, no es fácil, conlleva mucho trabajo y más si lo amas realmente. Siempre valdrá la pena cada pequeño y gran esfuerzo que diste.

»Todo lo que ames con tu corazón tendrá muchos resultados poco a poco, tarde o temprano, pero lo tendrá.

»Recuerda que le modelaje es un arte que no todos tienen la dicha de entrar a ese reino y ser comprendido, desafortunadamente.

»Aprovecha este momento para conseguir todos los éxitos posibles.

Sus ojos se tornan cristalinos cuando le dije mi consejo. Se me hizo una gran ternura su gesto.

—Todo lo que nazca del corazón merece ser bien recibido —le digo sonriendo—. Confía en ti y no lo arruines.

Asiente agradecida por todo lo que dije, y asiento yo esta vez.

—Lo tomaré en cuenta, Gemma —es lo que dice con mucha seguridad.

Seguimos hablando por un rato más y noto mucho el entusiasmo de Amelia sobre lo que es el modelaje y lo que conlleva a ello. Me motiva demasiado a seguir dándole mucha confianza a ella misma.

Me impresiona mucho su interés, y más al ser una chica tan joven. Me recuerda a mí cuando inicie en todo esto.

Jamás me he arrepentido de mi elección de ser modelo.

Cuando Amelia decide en intercambiar números telefónicos conmigo ya que, decide recibir tutorías de mi parte, escucho que alguien entra en la estancia…

Dakota.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.