Amor después del matrimonio 2: Volver a ti

Capítulo 23

Capítulo 10: Divorcio finalizado. Parte II

Connor Jones.

—Ya no tengo más que decir… —comenzaron a reír—. Disfruten lo que resta de la despedida. Gracias por ello, y lo más importante… Gracias por confiar en mí.

La estancia estalla en aplausos y silbidos que dejan cada uno de ellos. Observo sus sonrisas honestas y ya sé que extrañaría mucho esto, pero la decisión ya está más que tomada.

Me acerco a Grace y le entrego el micrófono apagado.

—¿Por qué no me dijiste que habían planeado esto? —le pregunto cuando estoy al frente de ella.

—Porque era sorpresa, y eso no se dice —dijo ella con el ceño fruncido.

—No debieron de hacer… —me corta.

—Ahorra lo que tienes que decir, no lo escucharé —dice negando—. ¿Creíste que te ibas a ir, así como así? ¿Y más si eres el jefe de la empresa? Pues no.

Frunzo el ceño y decido protestar contra esto.

—Pero…

—¡Vamos, Connor! Disfruta tu despedida.

Y sin más me voltea y me da un empujoncito para acercarme hacia los chicos que hablan muy entusiasmado de un tema del cual soy muy absorto. Ellos al notar mi presencia me sonríen.

—Connor, ¿Cómo te sientes? —pregunta Leon atento.

Sé que no puedo mentirles, ya todo es muy predecible para mí y una de las cosas que me propuse fue no mentirle a alguien que quiero. Estoy comenzando a ser honesto conmigo mismo, me hace sentir mucha paz, es reconfortante.

—Realmente ya estoy extrañando todo esto —confieso sin más.

Harvey que se encuentra a mi lado me da unas palmadas en la espalda.

—Sabes que todavía estás a tiempo de deshacerte de todo, ¿no? —plantea en ánimos con su mano reposando en mi hombro.

Niego rotundamente.

—No, la decisión ya está más que tomada.

—Sabes que igual puedes venir cuando quieras —me recuerda Logan.

—Lo sé, y trataré de hacerlo —es lo que digo.

—Bien, ve a traerme una cerveza —me ordena Joe con un tono de diversión en su voz.

Lo observo con el ceño totalmente fruncido.

—No eres mi jefe.

—Prácticamente, ahora lo soy —me responde burlón—. A veces tú eres así.

Hice una mueca ofendido por eso.

—¡Yo no soy así! —me quejo divertido por toda la situación.

Comenzamos a reír entre nosotros y decido pasar a temas más serios.

—Vendrán al juicio, ¿verdad? —les pregunto preocupado por sus respuestas.

A pesar que llevo semanas preguntándoles si vendrán al juicio, y en todas ellas me dijeron que si, temo que a última hora me digan que no. Es lo que falta en no poder contar con su presencia si no salgo libre del juicio.

—Claro que iremos —responde Leon por todos con una gran seguridad.

Eso me tranquiliza.

—No nos lo perderíamos —asegura Joe.

—Claro es por si no eres libre de esto —dice Logan con mucho humor.

—¡Logan! —Le riñe Harvey dándole en la nuca. Él se queja.

—¿Qué? —se queja con una mano en la zona de la nuca.

—No es divertido —le digo rodando los ojos.

—¡Vamos!, tómalo con humor —dijo—. De todo lo malo hay que buscar un chiste para hacerlo llevadero.

Al final me río de ello, solo espero no ser el que después se burlan por yo hacerlo de una situación que estoy pasando. Es muy humillante.

Todo avanza de maravilla, más de lo que creo, fue una despedida muy agradable y tranquila. La mayoría del tiempo la pasé con los chicos, quienes me hacen olvidar de lo que realmente nos estamos despidiendo. También lo pasé con uno que otro empleado manteniendo platica trivial.

Ivy estuvo muy ausente en todo esto, hasta la noté muy ocupada e inquieta con su teléfono. Me pareció muy extraño que no se integrara con los demás, hasta la noté en cierto momento nerviosa. Igual le di su espacio como ella lo está haciendo conmigo, lo que menos quiero es atosigarla. Solo supongo que me está dando mi espacio para poder disfrutar con los chicos mi momento de la despedida que hicieron en mi honor. No le doy tanta importancia al asunto.

En ningún momento decidí tomarme una cerveza, aunque los chicos me insistieron demasiado, declino sus ofertas porque no quiero llegar ebrio a lo que es el juicio, quiero llegar sobrio y con todos mis sentidos estables para estar preparado a lo que se venga.

Después de varias horas todo sale de manera exitosa y reconfortante, igual no quería que se acabara ese momento de felicidad, porque ya sé lo que toca a partir de este momento.

Todo sería una tormenta de emociones.

(…)

—¿Estás seguro de que quieres que esté presente? —me pregunta Ivy por enésima vez, mordiéndose el labio inferior.

Yo solo la miro con una sonrisa.

—Si no quieres ir, no me molestaré por ello —le digo sin deshacer mi sonrisa.

—No, no, claro que quiero ir, solo que… —se queda en silencio, procurando en buscar las palabras correctas en decirme. Algo la está inquietando.

—Ivy, si no te sientes cómoda con esto, no estás obligada a ir —le recuerdo.

Ella me observa con mucha seguridad, dejándome saber que no se siente incómoda al respecto.

—No me siento obligada —dice rápido—. Solo que pensé que esperarías más en hacer lo nuestro público. Recuerda que habrán muchos paparazzis. Lo que menos quiero es que inicien un rumor y más si, prácticamente, estás saliendo de un matrimonio.

Suspira y se pasa un mechón de cabello detrás de la oreja frustrada.

—Sé que pueden atosigarte con muchas preguntas, y no es algo que quiero que pases, Connor. Ya mucho debes de batallar con tu divorcio todos los días.

Me acerco a ella lo suficiente y tomo sus manos entre las mías. Le doy un beso en ellas y observo sus lindos ojos. En ellos veo muchas emociones arremolinadas entre sí, convirtiéndose un caos haciendo que ella se sienta muy inquieta. Se preocupa mucho por mí, la última vez que alguien se preocupó así por mí fue...




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