Capítulo 6: Ella, pasarela y fiesta.
Connor Jones.
Nuevamente no pude conciliar el sueño, intento muchos métodos, como en tomar una taza de té que, según los chicos, me serviría para dormir, pero no fue así. Mi sueño usualmente suele ser ligero y un poco pesado a veces, pero esta vez es la excepción y yo sé el por qué.
Mi sueño es provocado por los acontecimientos de Dakota, es decir, cada vez que trato de conciliar mi sueño en nuestro departamento me es imposible ya que, cada objeto, prenda o cosa me hace recordar a ella, también su olor sigue siendo más pronunciado a mis fosas nasales haciendo que me despierte del sueño todo agitado y sudoroso.
Por más que trate de olvidarla siempre hay una mínima cosa que me hace recordarla y sentirme la persona peor del mundo, aunque también el conflicto que habíamos tenido antes que ella se fuera a su gira hizo que sintiera un remordimiento agobiante.
Sé que yo no tengo la culpa —en gran parte—, ella tiene que dar el paso de pedir perdón, yo siempre soy el arrepentido el que va y le pide disculpas por el hecho de vivir con un remordimiento por eso y porque fui yo quien inició con la discusión, pero en este caso no soy el que lo inició en primer lugar.
Ella toma ventaja de que yo me siento culpable de que hayamos discutido y que se fuera enojada a la gira, pero mi orgullo esta vez es fuerte y no la llamaré para disculparme sabiendo que eso es lo primero que quiero hacer en estos momentos.
Tal vez necesito buscar otro departamento mientras Dakota está ausente para alejarme de sus cosas y no me torturen por unos meses mientras tanto.
Dakota es muy astuta, y yo... bueno, yo trato de esquivar sus balas al momento en que dispara...
Mi teléfono comienza a sonar ruidosamente, gruñendo atiendo la llamada sin percatarme de quién se trata.
—¿Qué? —gruño, poniendo mi antebrazo en mis ojos por los rayos del sol que se están filtrando por la ventana.
—Hola Connor, estoy bien ¿y tú? —habla un sarcástico Harvey desde la otra línea.
—¿Qué quieres, Harvey? ¿Por qué me llamas a las... —alejo mi teléfono verificando la hora— ocho y diez de la mañana? ¿Es en serio? —me quejo.
—Porque vine a buscarte, atraerte tu maleta y buscar la mía, además estoy afuera de tu departamento —dijo haciendo unos sonidos raros con su boca.
—¿A buscarme? —pregunto confundido.
—Si Connor, solo abre la puerta de una vez.
—Está bien, solo espera cinco minutos —cuelgo sin esperar respuesta devuelta. Sé que me va a decir un comentario estúpido.
Me levanto de la cama y me encamino hacia el baño en el cual me cepille mis dientes y peine mi cabello un poco, ya está creciendo un poco más de lo habitual. Tomo la maleta de Harvey y la ubique en el living mientras me dirijo a abrirle la puerta, este se encuentra de brazos cruzados con unas gafas y vestido todo de negro.
—¿Acaso vas a un funeral? —bromeo y me hago a un lado para que se adentre en el lugar.
—El negro demuestra la elegancia, Connor —voltea a verme y deja mi maleta cerca de los muebles—. ¿Estás listo?
Lo miro confundido a lo que se está refiriendo, suspira quitándose las gafas.
—Para la pasarela de Magic Show —ladeo el rostro confundido. Creo que lo olvide o no le preste mucha atención, tomo la segunda opción que es la más evidente—. Los chicos van a ir así que tu también iras, para despejar un poco tu mente, ya sabes... —se encoge de hombros agarrando su maleta—. Te espero en el auto.
Asiento y sin más que decir se retira cerrando la puerta.
Mi departamento queda en un sepulcral silencio que ya me estoy acostumbrado a ello. Creo que tomaré la opción de buscar un departamento por algunos meses y alejarme de todo esto que me hace acordarme a ella, pero primero lo pensaría.
Me duché lo más rápido posible y tome mi móvil saliendo del departamento sin antes darle un vistazo y suspirar. De verdad tengo que alejarme de todo esto.
(...)
—Connor, ¿cómo estás, hermano? —preguntó Joe mientras se monta en el auto de Harvey.
Tenemos que ir buscando a cada uno en su departamento sin antes dejar la maleta de Harvey en su departamento, y recoger a Logan, ya que este se quedó resolviendo unos asuntos y no pudo venir con Harvey cuando él vino por mí.
—Eh... bien, ¿y tú? —lo miro por unos minutos y sonríe.
—¡Excelente! —exclama riendo.
—¿Analizaste lo que te pedí? —pregunto entrecerrando los ojos hacia él.
—Sí lo hice, hubo buenos resultados.
—¿Qué encontraste?
—Encontré mucho potencial en las modelos, más bien en una en específico… —se encoge de hombros restándole importancia.
—¿Quién es? —pregunta Harvey mirándolo por el retrovisor.
Joe hizo un ademán de sorpresa.
—Lo averiguaran en la pasarela —sonríe inocente elevando sus manos.
—Joe —reñimos Harvey y yo al unísono.
—¿Qué? Se darán cuenta de inmediato cuando la vean—se justifica el rubio.
—Espero y sea cierto eso —murmura Harvey sonriendo.
—Hey... nunca me equivoco en ello —ladeo la cabeza y sonríe malicioso—. Además, tú la conoces, Harvey.
—¿En serio?—pregunta Harvey y Joe asiente.
Y bueno... eso es un largo y discutido camino.
(...)
Llegamos y los paparazzis no trataron en fotografiarnos mientras nos adentramos hacia el edificio donde se lleva a cabo la pasarela. Con suerte este año es New York, porque me niego a volver a viajar sabiendo que hemos vuelto de un largo viaje de negocios. Pasamos por la alfombra roja, todos estamos vestidos de negros, ya que es la gramática para los invitados, porque las modelos son las que tienen que resaltar en la pasarela, según lo que había dicho Harvey.
Siguieron fotografiándonos hasta que una chica nos indica que nos acerquemos hacia los entrevistadores que los impiden acercarse hacia nosotros por una rejilla que está en intermedio. La entrevistadora nos sonríe y la cámara comienza a grabarnos.
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Editado: 18.12.2020