Capítulo 9: Conociéndote.
Connor Jones.
—¿No le piensas responder, hombre? —inquiere Logan divertido.
Bien, retrocediendo un poco los hechos...
Después que me llegará el mensaje, comienzo a decir cosas inentendibles para los chicos, los cuales se comenzaron a reír de mí. En realidad no puedo ocultar mi emoción. Después de tantas cosas extrañas que me han pasado en este corto tiempo, puedo decir que este es el que solventa a mis problemas.
Pero igual los chicos no dejan de reírse de mí, y por toda la emoción explosiva que tuve por ese mensaje de ella. Me emociona tanto de que Gemma haya decidido hacer esto en su tiempo libre, digo, pudo hacer otra cosa en vez de invitarme a una salida para que pueda conocerme un poco mejor, pero si a ella le conviene hacer esto, no me niego a ello.
No extraño a Dakota en lo absoluto. Es como si en algún momento la he olvidado, pero siempre la tengo en mi mente, atormentando un poco. Sin embargo, Gemma se ha apoderado de ella, es decir, que mientras Dakota tiene un diez por ciento, Gemma tiene un noventa por ciento, llevándose con ella todo lo que quiere.
Sigo sin creer que saldré con ella, digo, tampoco es que no quiera, es lo que más quiero, pero nunca me imagine que sería ella quien me invitaría. Se supone que yo, como un hombre caballeroso, tengo que invitarla... ah, pero claro por estar abstraído en mis pensamientos tormentosos no di el paso en invitarla.
Soy un maldito lento.
Tampoco me tengo que sentir amarrado en las cadenas de Dakota, necesito ser libre de cierta manera, así ella no esté o viceversa no le estoy siendo infiel solo por salir con una amiga de la cual me está atrayendo de una manera extraña.
No, no estoy siendo infiel.
Joe comienza a arreglarme un atuendo con Harvey. Según ellos, dijeron que no tengo estilo en combinar una cosa con la otra.
¿Qué tiene de malo usar unos jeans desgastados con una camisa de cuadros roja? Nada, ¿verdad?
—Claro, claro... ¿pero qué le digo? —pregunto nervioso y alternando mi mirada en ellos y en el mensaje que espera de mi respuesta.
—Si serás maricón. Llámala. Confirmarle que van a tomar el chocolate caliente —señala Logan negando por no saber qué responder.
—Cálmate, Connor. Solo le confirmas y ya —me anima Leon sonriendo, tratando de transmitir calma y seguridad, lo cual logra.
Inhalo y exhalo como cinco veces seguidas. Cuando voy hacer la sexta me detuve, cierro mis ojos y vuelvo abrirlos, pulso en llamar.
Repica como dos veces y a la tercera atiende y se escucha su dulce voz donde despeja toda mi mente.
—¿Sí? —dijo lentamente desde la otra línea telefónica.
¿Desde cuándo su voz se me hace tan linda y melodiosa?
—Ah... —farfullo nervioso. Me aclaré la garganta y se ríe levemente. Estoy tan nervioso—. Hey, Gemma, soy yo, Connor... es obvio ¿no? como tú me tienes registrado... eh ¿Cómo estás? Bueno... por tu mensaje me dijiste que estas bien. ¿Aún no sigues ocupada? ¿No? ¡No! Es que... lo siento, estoy nervioso...
Desde la otra línea no se escucha nada. Un silencio sepulcral se hizo dueño de esa línea y comienzo a sentirme más nervioso. Miro a los chicos que me miran divertidos por todo mi charloteo.
—¡Carajo! —exclamo por acto de nerviosismo y frustración.
Una risa recobra vida desde la otra línea y eso me hizo sonreír. Ella me está escuchando. Dios mío.
—Tranquilo, Connor. Y no, no estoy ocupada... solo estoy en la agencia de modelaje esperando que alguien me responda sobre una salida... —Habla lentamente.
Y ahí, todas mis esperanzas y ventajas se fueron a la basura con eso, será que ella...
—¿Tienes una cita? —pregunto casi exaltado, pero más asombrado. Los chicos me miraron curiosos y desconcertados.
—No, no, no... Espero tu confirmación. Esa es mi cita. Bueno, no es una cita como tal, solo es una salida —aclara riendo.
Y todas mis esperanzas volvieron nuevamente. Imaginar que ella tuviera una cita me frustra.
Les hice una señal a los chicos de que es una falsa alarma y siguieron a lo suyo. Arreglando mi atuendo y comiéndose la comida.
—Bueno, señorita Stone. Su salida ha sido confirmada. Con gusto voy. Realmente no tengo nada importante que hacer, y si lo tengo, eso puede esperar.
—Bien. Eso me alegra. Te mandaré la dirección del cafetín por mensaje. Adiós, Connor —dijo y cuelga sin esperar respuesta alguna.
—Adiós, Gemma... —susurro y bloqueo mi teléfono.
Camino hacia los chicos, los cuales se encuentran en el sofá viendo un partido de fútbol. No se inmutaron de mi presencia hasta que Joe habla:
—Y bien... ¿Qué pasó? —pregunta y ahora todos tienen sus miradas centrados en mi.
—Bueno, la veré y tomaremos el chocolate caliente. Eso es todo —informo encogiéndome de hombros.
—¿Y ya? —inquiere Harvey arqueando una ceja.
—Y ya —reafirmo decidido.
—Bien... ahí está tu ropa y también los zapatos —Harvey señala las prendas que ya se encuentran en el sofá.
Es algo simple: jeans negros sin ninguna abertura, franelilla blanca más una camisa azul claro. Los botines negros y ya. Nada mal.
—Espero que la conquistes con ese atuendo —comenta Logan, los cuales Joe y Harvey lo miran mal.
(...)
No dejo de ver a todos los lados, esperando impaciente la llegada de Gemma. Muchas suposiciones pasaron por mi mente de las cuales ningunas fueron buenas:
Primero, tal vez se retardo para evitar tener la cita conmigo. Eso creo que me decepciona mucho.
Segundo, no se siente segura y no quiso cancelarme para que no me sienta mal, y tal vez esté pensando en una excusa que sea creíble.
Tercero, solo me envió la dirección para hacerme quedar en ridículo, diciéndole al mesero que estoy en una cita y que espero a alguien.
#2052 en Novela romántica
#726 en Chick lit
empresario y modelo, infidelidad desamor, amor romance celos
Editado: 18.12.2020