Capítulo 12: Atracción incontrolable.
Connor Jones.
Mire a la persona que dijo mi nombre y un atisbo de alivio inunda mi cuerpo completamente, pero no puedo negar el hecho de que estoy nervioso y aturdido un poco por la sorpresa que me lleve a cabo por ser descubierto en una escena algo apasionada con Gemma.
—Ho-la, Har-vey —saludo nervioso.
Sí, estoy nervioso... llegué a pensar que si no hubiera sido Harvey el que me descubrió besando a Gemma estaría totalmente perdido e inquieto. Y que si hubiera sido otra persona, mi vida se hubiera destrozado completamente.
Por lo tanto se levanta con cuidado agarrando a su peluche que yace en el suelo de la cabina y mira a Harvey avergonzada, se aleja un poco —lo que supuse en dejarnos un poco de espacio a nosotros dos y poder hablar "civilizadamente"— sin mirarme a mí.
Cuando ella se levantó de mi regazo sentí como que mi cuerpo me haya abandonado en ese instante, como que si fuera que ella se haya llevado todo de mí, dejándome ahí todo desolado... pero su olor quedó impregnado en mi chaqueta lo cual hizo que mi piel se erizara. Ese olor suave a rosas con vainilla comienza a encantarme...
—Hey, Connor —Harvey chasquea sus dedos en mi rostro, llamando toda mi atención; sacándome de mis cavilaciones más profundas y recónditas—. ¿Por qué la besaste? ¿Qué has hecho? Agradécele a Dios de que fui yo quien los tomó de sorpresa besándose, y no otra persona. ¿No te has puesto pensar en eso? ¡Pudiste haberte metido en un serio problema, más de lo que ya tienes!
Me grita sermoneándome con las mínimas cosas que había olvidado hace unos minutos cuando besaba a Gemma.
—¿Qué ocurre? —ignoro cada una sus preguntas exaltadas y reclamaciones irritantes. Salgo de la cabina para encararlo mejor.
Harvey me mira enojado y frustrado.
—Llevamos dos horas buscándolos —dijo calmado y apretando levemente el puente de su nariz—. Pero... ¡Ustedes se estaban besando! ¡Y nosotros todos preocupados pensando que le había pasado algo!
—¿Harvey, puedes calmarte? Estás gritando mucho —le pido encogiéndome de hombros, sin tomarle tanta importancia a sus reclamaciones.
—¿Calmarme? ¿En serio me lo estás pidiendo? ¿En serio, Connor? Eres un mal... —una mano en su hombro lo interrumpió y volteó lentamente para ver a la persona que lo mira con el ceño fruncido. Kara después me mira y sonreí.
—Gracias a Dios los conseguimos, pensé que habían ido a otro lugar —comenta esto último divertida y volteando a dirección de Gemma que no ha parado de sonreírle al peluche.
—Solo estábamos jugando algunos juegos... —Trato de justificarnos a los dos.
Ella mueve sus cejas sucesivamente de arriba abajo mirándome divertida.
—Como sea... —Le resta importancia con la mano riendo y mira a Harvey agarrándole el brazo—. Vamos Harvey, ya sabemos que están bien. Vamos a dejarlos solos y sigamos jugando.
Harvey a regañadientes me escudriña con la mirada, mientras que literalmente, Kara lo arrastra para que pueda caminar y perderse en todo el bulto de gente.
Me acerco a la cabina de fotografía y las fotos aún se encuentran en la entrada de ella. Tomo las fotos instantáneas y comienzo a observarlas con una sonrisa tonta en mi rostro.
Gemma es tan hermosa...
Me acerco a ella y carraspeo levemente la garganta para llamar su atención ya que está muy entretenida con el mono de peluche. Ella voltea y me sonríe con las mejillas enrojecidas, observa lo que se encuentra en mi mano y vuelve a verme nuevamente.
—Cre-o que esto te pertenece a ti —susurro, pero sé que ella escuchó lo que dije ya que ríe levemente.
Se la extiendo y las toma observando las fotos lentamente, me incorporo al lado suyo para observarlo junto con ella, pero de vez en cuando la observo de reojo para mirar cada una de sus expresiones.
—Tus caras son muy divertidas —dijo riendo y observándome a la vez,
Sonríe y vuelve a ver las fotos, observa la del beso plasmado ahí. Vuelvo mi mirada a ella y dije lentamente:
—Lo siento por haberte besado. Eso fue un error. Lo siento... —murmuro retraído.
Realmente al besarla de mi parte fue algo indebido. Si, si quería besarla, y quiero hacerlo de nuevo, pero en mi mente una pequeña voz al fondo me dice que no lo haga, que me hace recordar que estoy casado y que no puedo seguir con esto, pero mis impulso de deseo en besarla nuevamente me insisten en que lo vuelva hacer y que me olvide de todo la mierda que no me deja en paz.
De todas maneras, cuando la besé me olvide de todo, no recordé nada. Era como si eso no hubiera pasado nunca. Nunca me case. Nunca lleve tanto estrés. Nunca decepcioné a mi madre. Y nunca puse la felicidad de alguien delante de la mía...
Gemma ríe sin ninguna pizca de humor y toma mi mejilla como lo hizo horas atrás. Ese simple tacto con ella me eriza y quema la piel lenta y torturosamente.
—Connor, no digas que fue un error —sonríe y niega a la vez—. No lo fue, y de eso estoy muy segura; porque si lo hubiera sido, tú me hubieras apartado de ti rápidamente... y además tú fuiste el que me besó no yo...
—Entonces... ¿quiere decir que si tú me hubieras besado a mí, crees que te hubiera apartado igual? —pregunto un poco confundido.
—No. No lo hubieras hecho, estoy muy segura de ello —se acerca lentamente a mí y mira mis ojos, como tratando de descifrar más allá de lo que hay en ellos—. No digas que fue un error cuando sabes muy bien que no lo fue. Además si hubieras sido sincero me destrozarías completamente, pero no lo fuiste, porque en tus ojos no hay sinceridad pura o sino todo lo contrario a ello, así que... Sé que lo disfrutaste Jones, se te nota en los ojos que quieres besarme nuevamente.
—Entonces...
—Los labios mienten, los ojos no —comenta ella mirándome fijamente—. No trates de engañarme y de engañarte a ti mismo o torturarte en no decir la verdad.
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Editado: 18.12.2020