Capítulo 13

Capítulo 13: Tercera cita y llegada.

Connor Jones.

Hoy es mi día, de eso estoy muy seguro. No lo voy a pensar muchas veces y la llamaré, y le diré que tengamos otra cita, pero una donde estemos nosotros dos solos sin que sea grupal o que nos interrumpan en algo importante o innecesario.

En el día me levanté decidido de que lo haré, no voy a esperar otro día del que no sea este, uno que sin embargo no es especial, que es uno como otro; normal y corriente, pero este día tiene algo que lo hace especial, o debe ser que son teorías mías ya que invitaré a Gemma a una cita.

No quiero esperar mucho, me di cuenta de que no sirvo en esperar algo que no sé dará por sí solo y que debo actuar en ello. Aunque Gemma y yo nos hemos mandando mensajes de texto constantemente después de aquella magnífica cita que tuvimos, conociéndonos más a fondo, y llevándonos cada día mejor, quiero verla.

Quiero verla otra vez —todos los días si es necesario—. Besarla. Contemplarla. Escuchar su risa y voz. Y no es lo mismo por mensajes de texto, eso es un poco molesto, aunque nos mandamos sin fines de ellos nos respondemos tarde por nuestros trabajos, eso no me agrada y facilita en lo absoluto.

Algunas veces recuerdo la cita en el parque de atracciones —lo cual es siempre—, me odio infinitas veces por mi estúpido comportamiento inmaduro e indiferente hacia ella, creándole una excusa "creíble" de que solo estaba distraído por todo el tema de mi hermana de que tiene novio —lo cual es cierto, y me moleste un poco, ya que mi madre me llamó al día siguiente contándome todo— y madre también, que sin embargo, aún no descarto la idea en ir a Bradford.

Solo estaba molesto por lo insistente que puede llegar a ser Dakota. Sé que no estuvo bien de mi parte en no haberle respondido los mensajes de texto por estar tan entretenido con la hermosura que es Gemma... aunque tampoco estuvo muy bien en su parte en haberse puesto insistente, pero tampoco estuvo de la mía como esposo no haberle respondido en todo el transcurso que ella ha estado de viaje todo este tiempo. A lo mejor ella debe de estar algo preocupada por mí y yo, sin embargo, olvidándome de ella y de lo que tenemos.

Es algo muy confuso, pero me ha hecho bien hacerlo durante este poco tiempo.

Sin embargo aún sigo un poco molesto con Dakota, no puedo creer que ella sea así, digo, la conozco, pero a veces parece que no es así. Creo que a veces no conocemos exactamente a las personas, y tal vez yo me haya equivocado en ello.

Miro a los chicos que beben de su cappuccino lentamente, yo solo revuelvo el mío algo pensativo por todo aquello de Dakota y mi comportamiento involuntario.

—¿Qué pasa, Connor? —Me pregunta Leon, dándole un sorbo a su cappuccino e mirándome arriba de este con el entrecejo fruncido.

Miro indeciso mi cappuccino y tomo la taza entre mis manos sin darle un sorbo alguno.

—¿A veces no sienten que ya están hartos de algo? —pregunto sin despejar la vista, centrada en mi cappuccino el cual no para de salir el humo en significado de que está caliente— digo, estoy harto de Dakota y sus insistencias incesantes que no me dejan pasar un rato tranquilo y normal con Gemma la cual me hace olvidar de todo por unos minutos a su lado...

Dicho esto un silencio sepulcral reina nuestro lugar escuchándose solamente las voces de las personas a nuestros alrededores, los platos y cubiertos siendo sonados entre sí.

—Oh... ya entiendo todo, ya entiendo a lo que se refirió Kara... —se dijo Harvey así mismo asintiendo.

No sé exactamente a lo que se está refiriendo con eso, así que me apresuro en preguntarle:

—¿Qué cosa? —Le pregunto con el ceño ligeramente fruncido y elevando mi mirada para verlo, el cual me mira con el ceño fruncido también.

Harvey parece pensarlo algunos minutos, dubitativo, hasta que dijo:

—Gemma le dijo a Kara que tuviste un comportamiento pésimo e extraño, que sinceramente no le agradó mucho y que la decepcionaste un poco por eso... —me dijo lentamente y sentí como todo mi mundo se descompone poco a poco.

¿Cómo puedo explicar cómo me siento en estos momentos? Bien... siento como si alguien me hubiera masacrado miles de veces pero sin saber cómo. Humillado y decepcionado de mi mismo por haber tenido ese comportamiento inmaduro y por ser sobrellevado por el enojo y presión que me estaba ejerciendo Dakota en ese momento.

La cruda realidad me golpea y azota brutalmente, cayendo en la decepción profunda y odio ante mí. ¿Ya he dicho que estoy decepcionado y que me odio mucho, pero más decepcionado?

El balde de agua fría me hace recapacitar y acumular todos los sentimientos y emociones indescriptibles.

—Hermano... la cagaste —me dice Logan, sacándome de mis cavilaciones más recónditas y profundas de mi cabeza que solo profieren insultos de desprecio hacia mí.

—Y fue lo primero de la lista, Connor —me sermonea Joe apretando ligeramente el puente de su nariz, frustrado.

—¡Coño Joe, yo no iba a seguir tu maldita lista! —vocifero harto, por estar conteniendo todo.

Creí que llegaría al colapso de que explotaría completamente como una bomba al frente de mis mejores amigos. Y temía mucho de eso pero ya ha llegado la hora. Sé muy bien que ellos no se merecen mi descarga y frustración por todo lo que me está pasando, pero llegan momentos de que hay cosas que ya no puedes sobrellevar por tu propia cuenta y toda la frustración y estrés se convirtió en un desquite con las personas que no tiene que saber cuan cansado estas de todo.

Llevo mis manos a la cabeza desesperado y angustiado, entierro mi rostro con mis manos sin observar a nadie.

Desesperado y cansado es la combinación más estresante de la vida.

—Connor... hermano... aquí estamos —me reconforta Leon. Sus intentos en tratar en que me sienta mejor son en vano, me ayuda un poco, pero eso no significa que no deje de sentirme mal.