Amor después del matrimonio

Capítulo 17

Capítulo 17: Rumor.

Gemma Stone.

Los días pasan cada vez más lentos... e inquietos.

Después de haber tenido esa inesperada visita de Connor, mi departamento se sintió augusto, pero después que se fue dejó un vacío que me descolocó de mi lugar. Su ausencia en la habitación es desolada y desesperante.

Aunque hayan pasado días desde que vino, su comunicación conmigo es cada vez menos, eso hace que mi interés y amor por él se estén desvaneciendo poco a poco.

Aun así no puedo olvidarlo.

Me siento estúpida y desesperada en saber de él, que es lo que quiere conmigo.

Recuerdo que dijo que yo solo existía para él, pero eso no me bastó, no estuve convencida del todo y por el interés en que me lo demuestra muchos menos lo estoy ahora.

Cuando se fue al día siguiente en la mañana, el miedo de haber tenido esa misma noche se esfumó al instante, ya que la chaqueta de Colin estaba en el sofá y eso me puso los nervios de punta.

Además, mi nerviosismo se fue poco a poco, cuando sus labios se apoderaron de los míos haciéndome olvidar de todo.

Aunque solo haya sido esa misma noche.

Nunca creí que alguien pueda apoderarse de mi mente como lo está haciendo él, Connor... su manera en la que se apodera de mi mente me asusta un poco, y no de la forma de que pueda ocurrir algo, o sino del miedo de que esto no pueda existir y que él nunca haya sido real.

O que lo nuestro nunca haya sido real.

Trato de afrontar mis miedos pensando positivamente, alejando aquel pensamiento tan desgarrador que me consume la mente. Me centro en sus ojos.

Esos ojos mieles que son vivaces al enfocarme como si fuera la luz que ilumina su vida, como si fuera un sol lleno de esperanzas y alegrías.

Si tan solo Connor supiera que es mi estrella fugaz que se ha adueñado de mis ojos, mi mente y de mi corazón. Y de mi alma.

Sus gruesos labios carnosos hacen que me quede sin aliento, experimentando por primera vez como es estar en el mismísimo cielo, con esos pequeños placeres que solo sabe provocarlos la persona correcta, y para mí, él lo es todo.

Tengo planeado en reunirme con Colin, ya que su chaqueta del otro día se le había olvidado en mi departamento, así que decido encontrarme con él en un lugar donde podemos vernos y así aprovechar en hablarle sobre lo que ocurre con mi extraña relación que tengo con Connor.

Después de un rato en desordenar mi armario un poco para conseguir un atuendo que pueda cubrir cada parte de mi cuerpo, ya que el frío que hace aquí en New York es demasiado impactante que hasta puedes coger un resfriado.

Ya lista termino en ponerme la bufanda, mis guantes grises y mis lentes de sol. Quiero evitar a toda costa a los paparazzi que siempre esperan afuera de mi departamento aturdiéndome un poco los ojos. Conforme con mi atuendo salgo de mi departamento, no sin antes cerciorarme en cerrar bien y procurarme de que llevo lo necesario.

Ajusto la chaqueta de Colin en mi brazo a medida de que avanzo por el pasillo, que se me hace un tanto estrecho o solo son ideas mías. No lo sé, pero tal vez esté delirando un poco o este nerviosa, pero la pregunta es... ¿Por qué lo estoy?

Ni siquiera sé cuál es mi producto de nerviosismo, tal vez es porque le diré a Colin que estoy intentando algo nuevo con alguien más, sabiendo que él es mi ex novio, pero aún así terminamos en buenos términos, jurándonos de que cuando tengamos un problema nos apoyaríamos en ello.

Yo no fui la única en darme cuenta de que nuestra relación ya no era una relación, los dos llegamos a la conclusión de que nos llevamos más siendo amigos que una pareja que se trataba solo como amigos y nada más.

Aún así Colin es una persona muy sentimental y carismática, que siempre pienso que la persona que logre tenerlo será la más afortunada del planeta.

Ya en la recepción del edificio saludo gentilmente al gerente y al encargado que correspondieron devuelta con unas sonrisas. Mis guardaespaldas me esperan en toda la puerta y le hice una seña el cual capta de inmediato, abre la puerta alejando a los paparazzi que no dudaron en fotografiarme en ningún segundo.

Las preguntas no pudieron faltar, sobre mi vida amorosa, las pasarelas y de los nuevos proyectos, las cuales ninguna respondo. Estoy muy ofuscada en mis pensamientos que no tengo tiempo en responder u revelar mis cosas.

Mis guardaespaldas alejan cada uno y se adentran conmigo en el auto en donde el chófer ya está esperándonos. Le indico la dirección en donde he acordado con Colin y él asiente.

Mi mente vuelve a sentarse en él, solamente él. Su voz es melodiosa para mí. Su mano en busca de la mía transmitiéndome seguridad no puede faltar. Yo llena de amor en dispuesta de entregárselo, pero no en revelárselo. No obstante, no tengo las agallas en decírselo.

Y cada vez me hace asustarme más, no me atrevo en decirle a Connor que lo amo por miedo; miedo de que me rechace y no me corresponda como lo tengo pensando en mi cabeza en mucho tiempo.

También dudo que lo ame, digo, sí lo amo, pero lo dudo demasiado y eso me exaspera un poco. Además, no sé si él también lo hace.

Y tener a un amor no correspondido, duele, de verdad que duele y mucho.

Llegamos y lo primero que hice fue tomarme un poco de tiempo de espera en el auto, despejo mi mente de todo —o eso hice— y me bajo del auto aliviada de no ver ningún paparazzi a la vista. Mis guardaespaldas están precavidos en cualquier momento y me acompañan hasta adentrarme en el lugar donde lo habitan muchas personas.

Mis ojos no paran de buscar esa cabellera amarilla, por todos lados, procurando que haya llegado antes que yo... hasta que lo sitúo.

Ahí entre todas las personas que habitan el lugar resalta él, con sus típicos sombreros y lentes negros que con la proyección que le da el sol que proviene desde la ventana a su lado le irradia el cabello rubio de aquel chico que tanto confío.




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