Después del accidente, Ángela va inconsciente en la ambulancia. Los paramédicos hacían todo lo que podían para que no muera, pero un fierro en su pulmón derecho le dificultaba la respiración. Poco a poco el oxígeno no le llegaba al cerebro e iba perdiendo el conocimiento. Ángela cae en coma, y su espíritu se despierta afuera de una casa de madera de color blanca. Camina hacia la entrada y mira hacia los lados esperando encontrar a alguien. Parada frente a la puerta, la toca dos veces, pero nadie sale. Se asoma por la ventana de su izquierda y se da cuenta de que está su madre acostada en los brazos de su padre bien dormidos.
Ángela al verlos se emociona y los llama desesperadamente. Toca la puerta muy fuerte y Wyatt se despierta y levanta a Eline. “Mamá, papá, soy yo. Ya vine a estar con ustedes” se escuchaba en las afueras de la casa. Eline reconoce la voz de su hija y sale desesperada a abrir la puerta. Al verla se quedan paralizadas y las lágrimas salían de sus ojos. Se abrazan y empiezan a llorar. Wyatt llega al emotivo momento y abraza a sus amadas. La familia original de esta historia se había reunido nuevamente.
-¿Qué haces aquí Ángela? Aún no es tiempo de que vengas a este lugar, debes vivir una larga vida- Eline le dice a Ángela.
-No sé cómo llegué aquí. Sólo sé que tuve un accidente de auto y desperté aquí- Ángela les explica a sus padres.
-Pero tú puedes curarte de heridas graves ¿por qué morirías con un simple accidente de auto?- Wyatt pregunta preocupado.
-Sentí un fierro que entró en mi pecho y no me dejaba respirar y como nadie lo retiró de mi cuerpo no pude sanarme, eso creo que me mató- Ángela les comenta.
-No cariño, noo. Tú debes de seguir viviendo y hacer muchas cosas grandes. Estás destinada a mejores cosas y hoy no morirás- Eline le dice a su hija.
-No importa mamá, está bien. Quiero estar contigo y papá. Los extraño tanto, no saben cuánto- Les dice Ángela llorando.
-Sí bebé, claro que lo sabemos, nosotros también te extrañamos mucho y ansiamos el día en el que estés con nosotros, pero hoy no es el día que tengas que partir de tu vida. Ahora Ángela quiero que luches y tengas fuerza para que despiertes y te saques ese fierro de tu pecho y te sanes- Wyatt le dice a Ángela.
La joven llorando los abraza muy fuerte a los dos y no los quiere soltar. –No por favor- les dice viéndolos a los ojos.
-Está bien cariño, estamos muy felices de haberte visto por un momento, aunque sea. Ahora despierta y lucha con todo tu poder contra la tormenta que se aproxima. Eres la única que podrá vencer al nuevo enemigo- Eline.
-Despierta Ángela, despierta- dice Wyatt mientras todo se va tornando blanco y se sigue escuchando “Despierta por favor”.