Bend la queda viendo y responde. -La verdad es que actualmente a las personas que he
recurrido que según la practican, son una farsa. Engañan a la gente leyéndole las cartas
pero ese no es el tipo de magia que yo busco…-
-¿Qué tipo de magia busca Bend?- pregunta Ángela interrumpiendo a su profesor.
-Busco a brujas reales, que cuando digan un hechizo en latín las cosas se eleven o desaparezcan. Es así, como podré comprobar que lo que investigo es real, pero hasta ahora no encuentro a ninguna.- responde Bend.
-¿Por qué decidió este tema de magia y brujas y si le ha sido tan difícil de encontrar lo que busca por qué no lo deja así o cambia de tema?- pregunta Ángela.
-Noo… cómo crees. Yo soy de las personas que cuando se le mete algo en la cabeza tiene que hacerlo hasta conseguir lo que quiere.- Bend.
-Cambiando un poquito de tema, y ¿usted tiene esposa, verdad? Ángela.
Bend la mira y sonríe, y le responde de inmediato. -No tengo esposa, tuve una relación antes de venir a trabajar a Carima pero eso fue hace años. Y tú sí has de tener novio de seguro.- responde y pregunta Bend.
-Yo nunca he tenido novio- Responde Ángela un poco apenada.
-Una chica tan linda como tú no ha tenido nunca novio. No creo- Bend.
Ángela sólo sonríe y le mueve la cabeza haciéndole entender que no. Se voltea y sigue leyendo el documento del proyecto. Encuentra una parte de la investigación unos versos en latín. Le da curiosidad por leerlo.
-Quo maxime concupiscentiam libidinis erunt usque dum perficiatur
tale opus- Al terminarlo de leer, los ojos de Ángela brillaron y sus deseos más íntimos empezaron a salir. Con su mano derecha se baja una tira de su blusa, se para y abraza a Bend por la espalda. Éste se asusta y la ve, ella lo besa; fue su primer beso. Bend intenta detenerla pero también se deja llevar por la belleza de la joven. -Te deseo- le dice Ángela pero él intenta controlarse. Ella lo sigue manoseando, bajando y subiendo su mano por su abdomen lentamente. Poco a poco el profesor se va excitando. Se levanta de la silla y la besa agarrándole las nalgas. Ella le agarra sus partes íntimas y empieza a sacarle el cinturón. Bend se desabotona la camisa y su abdomen bien marcado es lamido por la joven. Ella se guinda de él abrazándolo con los brazos y piernas, mientras el hombre excitado camina a la cama de la habitación. Ella se saca la blusa y el pantalón, su hermosa figura hacía querer estallar a Bend; nunca había estado tan excitado; se saca su pantalón y al quedar en bóxer ella lo hala para la cama y agarra sus enormes nalgas bien
formadas. Eran los cuerpos físicamente perfectos.