—Meredith sueltame, me tengo que ir -digo en la puerta del aeropuerto intentandome quitar a mi prima.
—No me dejes, no me dejes con estos locos, llevame contigo -gritó de forma dramática llamando la atención de varias personas que estaban alrededor, sonrió desprocupada y con vergüenza.
—Meredith, estas avergonzando a la familia -le dijo Linsey avergonzada igualmente que yo, sin quitar la mirada en su celular, intentando disimular. Mi tía Ashley la miró mal y agarró a Meredith de un brazo, quitandola de mi pierna.
—Siempre hace el patético, Linsey -le dijo Julián con una sonrisa burlesca pero se le borra cuando Meredith le pega la pierna, haciendo que soltará un chillido no tan masculino.
—Ahora mira quien hace el ridículo -dice con burla la menor de mis primas, mi tía comienza regañarlos.
—¡Meredith basta, comportate, eres una niña de 12 años, tienes que comportarte como tal; y tú, Julián, igual. Comportate como el adulto que eres. Y dejen de joderme la paciencia! -dijo enojada agarrando a los dos de las orejas haciéndolos pasar al aeropuerto mientras que se quejaban. Linsey y yo mirabamos todo con gracia y nos adentramos también.
Tía los suelta sentándolos en una silla y ellos se fulminan con las miradas, Julián le saca la lengua pero Meredith se pasa, cuando le saca el dedo del medio. Le golpeó la mano y la miró con una ceja alzada.
—¿Donde aprendiste eso?
Ella se encogió de hombros —Lo vi de ti, cuando uno de los vecinos te grito "Trasero gordo" y tu le dijiste "Jodete" y le sacaste el dedo del medio -dijo inocentemente haciendo que mi tía me mirará con regaño, le sonrió como ángel mientras le doy un dólar a Meredith y la empujó para que se moviera.
—Anda y comprate un chicle -ella frunzo el ceño negando.
—¿Para que? No quiero
Le sonreí falsamente —Es para que se te queden pegado los dientes para que aprendas a callar -susurre.
—Pero...
—Pero nada, ahora desaparece de mi vista -ella bufa cruzándose de brazo y mira al piso, me acerco a donde mi tía que miraba los televisores donde mostraban los vuelos de llegada e ida.
—Ya, ya lo sé, perdón -dije con una mueca, mi tía río y negó.
—No estoy enojada, Court, yo sabía que hacia eso hace tiempo. Que te usará como excusa si me sorprendió -dijo con gracia y reimos.
—Los voy a extrañar -digo agarrando su brazo y apoyando mi cabeza en su hombro, ella sonríe besando mi cabeza.
—Se que haz viajado últimamente, pero aún no me acostumbró de lo cual vacia se siente la casa cuando tu no estás
Frunci el ceño, confundida —Tienes a esos tres locos de hijos, tía. No creo que mi pérdida se sienta. -ella me miró y después a mis primos, los miré y sonríe. Estaban riendo y jugando guerra de pulgares.
—Tu dices eso, pero la verdad es que si se siente cuando no estas. Ellos se sienten un poco apagados cuando no estas en casa, esperandolos con galletas o con algún postre. Ellos te ven como si fuera su hermana mayor, que los cuidas y los proteges. Hasta yo me íntegro, eres como mi hija Courtney y te amo como a todos ellos, simplemente aún no estoy preparada para dejarte ir. -la miro con una sonrisa y después miró a mis primos.
No sabía que podía significar tanto para ellos.
《Por favor los pasajeros del vuelo 356, destino a Rumanía; comienzen abordar por la puerta 11》
Sonó por los parlantes del aeropuerto, mire a mi tia con una mueca y la abrace. Nos separamos y ella besó mi frente, volvimos con mis primos y el primero en abrazarme fue Julián.
— Cuídate, big mamá -le pegue en la espalda.
— Callate, Norbit -nos separamos con una sonrisa y en eso, le golpee la frente haciendo que se quejará — Eso fue por echarme agua, me la debías -él iba a rechistar pero se detiene bufando, cuando se da cuenta que iba a perder esta pelea.
Julián y yo desde pequeños hemos sido unidos, nos hemos cuidado como hermanos; y aunque yo sea la mayor, siempre me defendió de mis agresores de la escuela y preparatoria. Es todo un héroe y tiene una parte de mi corazón muy importante.
La segunda fue Linsey, la cuál me apretujo contra ella — ¿Por que siempre te tienes que ir? -me susurró, suspire y la mira.
— Porque de la misma razón tu más adelante lo harás. -dije apretando sus manos — Pero no te preocupes, volveré. Siempre vuelvo.
Ella asiente y me vuelve abrazar — Traeme lo que te dije -ruedo los ojos y me separo.
— Espero que no estés diciendo todo esto para traerte la saga de Harry Potter
Ella finge ofenderse — Pff, por favor, ¡Claro que no! -dijo chillando la voz; eso significa que miente. Niego divertida.
—Lo pensaré -después de ella me despedí de Meredith, ella me miró con un puchero. — Oh vamos, no me harás esto otra vez
— No te hablaré hasta que vuelvas, eres la única en que confío y habló, además de los dos ogros de allá -dijo en un intento de susurró, haciendo que Julián y Linsey se quejen al mismo tiempo .
— ¡Oye!
Meredith, es una niña autista. Se lo detectaron cuando tenia apenas los 6 años, no hablaba con sus compañeros de clases, no quería hacer amigos y solo se concentraba en dibujar. Los profesores hacían los intentos que podía para que se uniera con sus compañeros o al menos a las recreaciones que hacían, pero nunca lo hizo.
Paso el tiempo y sigue igual, pero solomente habla con nosotros al menos; intentamos que haga amigos pero ella no puede, simplemente dice que no le nace.
Suspire — Llamare todo los días sin falta para que me cuentes como te fue, como siempre ¿Te parece?
Ella sonríe — Más una caja de chocolate
— Media -remato elevando una ceja y ella asiente bufando.
— Bien, media -la abrazo y ella me recibe.
— Vengan, una foto -dijo la tía Ashley y nos acercamos para tomarnos una selfie.
Nos tomamos unas tres y agarre mis maletas después, mire a mi pequeña familia antes de comenzar a caminar y suspire.