Amor Dulce y Salvaje

NUEVAS EXPERIENCIAS

Desde aquel día, Joseph había prometido a Alma que apoyaría  sus proyectos y que tanto como ella defendería aquel mundo mágico en el que vivian. Joseph regresaba al campamento los  días lunes, ya que se habían trasladado todos los ingenieros al sitio en el cual se suponía se iba a construir la planta de generación,  después de disfrutar de fines de semana llenos de noche de pasión, risas, juegos, trabajo en el campo, viajes a caballo y juegos con los pequeños Juan Daniel y Florcita. 

Alma estaba enamorada y era evidente para todos en la hacienda, esperaba a Joseph los viernes por la tarde a la puerta de la hacienda, luego se dirigian a su lugar secreto en el cual se demostraban cuanto se habían deseado y extrañado durante los 5 días en que habian estado separados; luego regresaban a la hacienda entre risas y caricias.

Joseph había planeado viajar a Estados Unidos en 2 semanas con el fin presentar un nuevo plan a los accionistas, incluyendo al accionista mayoritario que era su padre. Había transcurrido 2 meses desde que había dejado su país y su padre estaba muy nervioso y constantemente exigía respuestas y avances; sin embargo él había cambiado el rumbo de todo...los ingenieros, por instrucción de Joseph habían empezado a trabajar en el nuevo plan...para ellos el proyecto estaba suspendido en ese sitio y la nueva propuesta de Joseph era muy interesante; porsupuesto, todos estaban convencidos que los nuevos cambios estaban aprobados por los accionistas y Joseph jamás los iba a "sacar" de su error. 

Alma por su parte, había contribuido al trabajo de Joseph, estaba realmente convencida que el proyecto funcionaría en ese nuevo sitio propuesto, ahora podría observar mejor las ventajas y amaba el trabajo tan dedicado que Joseph realizaba. 

Las noches juntos eran dulces y salvajes, Joseph le hacía el amor con toda la delicadeza, pero a la vez con toda la pasión que su ser podría transmitir, Alma no podía más que aceptar y devolver toda su pasión.  Joseph le hablaba seductoramente en ingles al oido y ella sonreía, ya que aunque entendía lo que él decía, prefería hacerle creer que "no"; temía que él dejara de decirle todo aquello, que la envolvía en una brujula de amor, de pasión, de delicadas caricias al oido. 

Después de una larga noche conversando sobre el asunto y ante la insistencia de Joseph, Alma había aceptado que ambos adoptarían al pequeño Juan Daniel y a Florcita; el trabajo del licenciado había sido muy eficaz, ya  el proceso había avanzado significativamente. "Preparense para la entrevista" dijo el abogado, es crucial para que se declare a favor la adopción; "tienen que convencerlos que son una pareja idónea para cuidar del menor"  había sentenciado. 

Alma había escuchado atentamente al licenciado, estaba nerviosa, era evidente, Joseph la abrazó y tomó sus manos; ya que levemente temblaba de nerviosismo. -Tranguilo gata, - dijo, ganándose una mirada de desaprobación de la mujer; situación que él prefería, ya que era evidente que amaba a la mujer salvaje y decidida, que aquella que en ese momento moría de incertidumbre ante la probabilidad de perder al pequeño. Porsupuesto él estaba dispuesto a estar junto a ella en cualquier etapa en la que se encontrara, pero no podía soportarla verla sufrir -todo saldrá bien, - dijo, con una sonrisa que buscaba tranquilizarla  -finalmente el pequeño "pedorro"  y "la dulce princesa" serán oficialmente nuestros hijos-. concluyó. Alma sonrió; últimamente Joseph insistía que Juan Daniel era un "pedorro profesional", utilizando una típica palabra chapina "pedorro" refiriendose a una persona que "expele ventosidades con frecuencia y sin ningún reparo" y la dulce princesa...porsupuesto era la pequeña Florcita que amaba escuchar las caricaturas de la Dulce Princesa.  -Deja de decirle "así" a mi bebé- dijo, golpeando el brazo de Joseph con el puño.  -nuestro bebé gata..."nuestro bebé pedorro"- dijo sonriendo más fuerte.  El licenciado se puso de pie riendo también, -bueno muchachos, me voy, si es que puedo llegar hasta el carro, me han rellenado de comida y creo que ya fui abastecido hasta por lo menos 3 días"-. 

Joseph y Alma conversaban animadamente por las noches antes de dirigirse a su habitación, eran como dos ancianos que habían compartido toda una vida juntas y conocian sus gustos, sus secretos.... a pesar de que unicamente habían transcurrido unos meses...era algo extraño, pero maravilloso; aún no hablaban de matrimonio, pero sus planes evidenciaban el deseo de ambos de hacer una vida juntos, Joseph tenía muchas situaciones que solucionar antes de presentar a sus padres a Alma, pero estaba dispuesto a luchar por ella, si ellos no la aceptaban, no sería un obstáculo, él los amaba mucho, pero no perdería a su "mujer"  como él decia, si ellos con sus prejuicios no aceptaban su relación. -¿Quieres tener hijos Alma?- se arriesgó a preguntar, -Me refiero a tenerlos en tu vientre- Ella sonrió, ambos estaban recostados sobre el sofá, envueltos en un chal típido. -Es uno de mis mayores deseos..tener muchos hijos- dijo. Él estaba asombrado. -¿te extraña eso?- dijo ella. -No, pero no me imaginé que tu quisieras tener "muchos" hijos- puntualizó. -Mira Joseph, mi padre solamente me engendró a mí, mi madre únicamente tuvo 2 hijas, y, yo he deseado tener más hermanos con quien compartir mis alegrias, mis tristezas, hermosos momentos....pero no los tengo. Amo a mi hermana, pero tenemos gustos diferentes, sin embargo si tuviera más hermanos, probablemente estuvieramos acá, luchando por mantener el sueño de mi papá en pie-. calló por un segundo. -Por eso, yo quisiera tener por lo menos 3 hijos...y, Florcita y Juan Daniel....jejejeje-. -Ahh ok- dijo Joseph asombrado aún. -¿y tú? lo tomó por sorpresa. -No lo sé....talvez si me guste tener muchos hijos-. dijo....-ya lo descubriré porque pronto seré padre de 2 pequeños-. Ella se giró rápidamente ganándose un besó en los labios por aquello que habia dicho. -Eres dulce gringo- dijo...-muy dulce-.




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