Amor Dulce y Salvaje

NUEVOS MOTIVOS PARA VIVIR

Joseph habia despertado tarde esa mañana, Clarisse lo habia dejado dormir un poco más; habian transcurridos tres días desde su última visita, había entendido que su hijo necesitaba un poco de espacio, tiempo para organizar sus ideas y buscar como sanar sus heridas emocionales; por lo que con dolor en el corazón había decidido distanciar sus visitas por los menos un par de veces a la semana.

Joseph había bebido una noche antes y se habia quedado dormido al amanecer; habia despertado aproximadamente a las 11:00 A.M, la resaca estaba haciendo estragos en su cuerpo; necesitaba beber algo refrescante; se levantó, se colocó una bata y caminó ahora con su bastón; ya que habia dejado las muletas un par de días atrás hacía la isla de la cocina; no hizo ruido, parecía que la conversación entre las dos mujeres estaba muy interesante; la verdad no le importaba, solo no las interrumpiría; tomaría algo refrescante y regresaría a su habitación. 

-Debe extrañar mucho a su esposo señora Clarisse-, -sí, lo extraño mucho Eloisa, no habiamos pasado tanto tiempo separados- dijo Clarisse respirando profundamente y apoyandose su mano en la taza de café caliente. -pero también comprendo que es necesaria la presencia de mi esposo ahora en Guatemala, desde que Joseph ya no se pudo hacer cargo del negocio-. Joseph paró de repente al escuchar la última frase, parecía que la resaca había desaparecido de repente, ignoraba que su padre había viajado a Guatemala; últimamente no sabía mucho de él; se quedó discretamente escuchando la conversación en el pasillo; las mujeres no habian detectado su presencia. 

-la situación no está nada fácil, espero que pueda solucionarlo pronto; los habitantes de los pueblos siguen luchando porque el proyecto no se lleve a cabo- dijo Clarisse, Eloisa estaba muy atenta a la conversación. -¿Tú conociste a la chica que vino a visitar a Joseph días después del accidente?- Eloisa contestó con un gesto de cabeza. -Pues no creerías que ella es la lider del grupo de oposición-, era seguro que Eloisa conocía a Alma, no tanto por haber conversado con ella el día de esa visita, sino por lo que había escuchado de ella de la boca de Joseph.  

Joseph por su parte dejó de respirar por unos segundos al escuchar la descripción de la mujer; sabía directamente que se referian a Alma;  su corazón latía a mil por hora; continuo de pie escuchando con atención, con un deseo interior de saber más...todo acerca de la mujer que entraba todas las noches en sus sueños y en el día se apoderaba completamente de sus pensamientos.

-¿sabes que mi esposo se sorprendió mucho al verla de nuevo?-, -me comentó que la chica estaba muy tímida y callada cuando se reunieron, no quiso hablar de Joseph, a pesar de que mi esposo quiso comentarle su situación actual- Clarisse suspiró, -quisiera saber que sucedió entre esos 2; estoy muy intrigada- Clarisse continuaba hablando....Eloisa estaba absorta en sus pensamientos, sabía que si Joseph escuchara todo aquello, sufriría.... -¿Me escuchas Eloisa?- Eloisa parecía volver a la realidad; disimuló su desasosiego limpiando la estufa con un trapo de cocina. -Lo siento señora-., Clarisse sonrió tristemente. -Quisiera poder hacer algo por ayudar a mi hijo, me hubiese encantado saber que esa chica podría ayudar-, Eloisa se sorprendió ante el comentario de la mujer, era realmente impresionante como una madre podría presentir tanto que  la felicidad o el dolor de los hijos, dependía de una persona o de una situación.... -¿Y que sucedió con la chica?- Se aventuró a preguntar Eloisa. -No te he contado...la chica esta embarazada y ...-. 

Un ruido fuerte se escuchó en el pasillo, ambas mujeres corrieron a ver.... el bastón de Joseph se había caído accidentalmente... -¿Estas bien hijo?- dijo Clarisse asustada.... su sorpresa aumentó al ver el rostro pálido de Joseph; sin embargo no sabía que algo  se había encendido en su interior; una chispa imaginaria que emanaba luz....emanaba vida.

-¿Que dijiste  madre?- las 2 mujeres a su lado la observaban confusas, Clarisse lo tenía tomado del brazo, pensaba que sus piernas habian fallado. -Madre....estoy bien- dijo Joseph subiendo un poco el tono de voz y soltándose de su brazo. -¿Que dijiste hace un rato?- Clarisse titubeó, ultimamente los cambios de humor de su hijo eran muy frecuentes, no sabia como reaccionaría repentinamente... -ehhh, estaba comentando lo del viaje de tu padre..- Joseph contestó con cierto tono de desesperación ...-esta bien madre, pero hablaste de una mujer ...embarazada-, Eloisa observaba la escena en silencio, con el corazón chiquito; con una mirada de ternura hacía Joseph, miradas que trataba de evitar porque sabía que el hombre no quería que sintieran lastima de su situación...o simplemente las miradas de ternura tendian a confundirlo con lastima, por ello trataba de evitarlas. 

Clarisse estaba completamente confundida; -dime mamá; ¿a quien te referías?-.,Clarisse se alejó unos pasos,  -hijo, me refería a tu amiga, la chica que te visitó; ¿pero que sucede?-.  Joseph se giró y caminó lo más de prisa que le era posible de regreso a su habitación en completo silencio. Las 2 mujeres se quedaron en el mismo lugar, una completamente confusa, la otra con una chispa de alegría en su interior.

Joseph buscó como loco su celular, estaba completamente descargado, últimamente no le importaba si alguien se comunicaba con él por esa vía, por lo que no importaba si la bateria estaba cargada o no. Buscó como loco el cable del cargador, finalmente lo encontró en el fondo del armario; ahora debía esperar para poder encender el celular y comunicarse con quien podía aclarar las dudas que acababan de sugir en su cabeza y lo estaban volviendo loco. Desde que había viajado a Estados Unidos y le había sucedido el fatal accidente, habia perdido completa comunicación con sus conocidos en Guatemala, quería romper de raíz todo...según lo que él creía, por el bien de Alma y de aquellos que habia aprendido a amar en tan poco tiempo. 




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