–Lo sentimos...sabíamos que la amabas...
Dijo su madre, para luego ahogar su llanto en los brazos de su esposo.
—¿Dónde está ella?
Pregunté mientras los miraba. Verlos tan tristes, tan vulnerables, con tanto sufrimiento, me rompió el corazón, lágrimas empezaron a salir de mis ojos.