Después de la boda, Sofía y Mateo decidieron construir una pequeña cabaña en el bosque, rodeada de árboles y un jardín lleno de flores. Pasaban sus días leyendo, tocando música y explorando la naturaleza.
Un día, Mateo recibió una oferta para tocar en un concierto en la ciudad, pero dudaba en aceptar porque significaría dejar a Sofía sola por unos días. Sin embargo, Sofía lo animó a seguir su pasión y le prometió que lo esperaría con los brazos abiertos.
Mateo aceptó la oferta y se fue a la ciudad. Durante su ausencia, Sofía se dedicó a escribir un libro de poesías inspiradas en su amor. Cuando Mateo regresó, Sofía le dio el libro como regalo y Mateo se conmovió hasta las lágrimas.
Juntos, decidieron crear un festival de música y poesía en el bosque, donde pudieran compartir su amor por el arte con la comunidad. Y así, su amor siguió creciendo y floreciendo como la naturaleza que los rodeaba.