Mateo le propuso a Sofía crear un jardín secreto en su propiedad, un lugar donde pudieran escapar del ajetreo de la fama y conectar con la naturaleza y con ellos mismos. Sofía se enamoró de la idea y juntos comenzaron a diseñar y construir el jardín.
El jardín secreto se convirtió en un refugio para la pareja, un lugar donde podían ser ellos mismos, sin la presión de los medios y los fans. Pasaban horas allí, escribiendo, tocando música y simplemente disfrutando de la compañía del otro.
Un día, mientras estaban en el jardín, Mateo se dio cuenta de que quería pasar el resto de su vida con Sofía. Se arrodilló frente a ella y le propuso matrimonio, con un anillo que había diseñado especialmente para ella.
Sofía se conmovió hasta las lágrimas y dijo sí. La boda se celebró en el jardín secreto, rodeados de amigos, familiares y la naturaleza que los había inspirado desde el principio.