Años después, Sofía y Mateo seguían viviendo en su jardín secreto, rodeados de música, poesía y amor. Su relación seguía siendo fuerte y hermosa, y su conexión artística y emocional seguía inspirando a los demás.
Un día, mientras estaban sentados en su jardín, Mateo tomó la mano de Sofía y le dijo: "Mi amor, has sido la melodía de mi vida. Sin ti, la música no tendría sentido". Sofía sonrió y respondió: "Y tú has sido el ritmo de mi corazón. Juntos, hemos creado una sinfonía eterna".
Y así, Sofía y Mateo vivieron felices para siempre, rodeados de la belleza y la armonía que habían creado juntos. Su amor se convirtió en una leyenda, un ejemplo de que el verdadero amor puede conquistar todo y durar para siempre.
Fin.