Amor en el agua

Prólogo

Camino ignorando las palabras de Vanessa mi mejor amiga. ¿A caso se ha vuelto loca? ¿Cómo se le ocurre enamorarse de Federico? Apenas han conversado, déjenme contar ¡Ni una vez! Solo lo ha visto de lejos mientras juega fútbol un par de veces. Necesita un psicólogo urgente.

-Rachel ¿Estás escuchándome?-inquiere la rubia con un tono de reproche.

-Claro-contesto mostrando mi mejor sonrisa- que te has vuelto loca, no más-alzo mis brazos al cielo y los bajo rápidamente.

-Estás equivocada-me fulmina con sus ojos mieles- el amor es algo magnífico e increíble, te lleva a otra dimensión-suspira cerrando sus ojos- Federico es el chico más gentil que he conocido-sonríe como una boba.

-¡Déjate de tonterías! ¿Te ha lavado el cerebro? -le pregunto, casi gritando esto último.

-Estás así, porque aún no ha llegado, el chico que te quite esa amargura-dice sonriendo con picardía pasando a mi lado tarareando una canción.

-No necesito a ningún chico, estoy bien sola-le hago saber mientras la sigo- además el chocolate es mi mejor complemento y no lo puedes negar- sonrió sacando de mi bolso un trozo de pastel de chocolate, llevándolo a mi boca.

-Me darás la razón, cupido te va a flechar-dijo alzando su dedo índice hacia mi dirección- y todos los dulces que haces te quedan deliciosos, así que dame esto-me arrebata de la mano el resto del pastel para comérselo de inmediato.

-Eres insoportable- ruedo los ojos, apurando el paso.

-Y tu una vieja amargada -dice sacándome la lengua, ambas nos reímos mientras entramos a la clase de natación.




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