Amor en el agua

Capítulo III

<<Dios dame paciencia>>

 

Las chicas me acorralaron en la salida para contarles lo sucedido en el despacho, así que no tuve más remedio que hacerlo.

 

-¿Qué? ¿Cómo puede ser posible?-grita sin creerlo Vanessa.

- Era de esperarse al hacer ese numerito-comenta Iris bastante relajada- debes aceptar que no es la primera vez-me mira a los ojos con seriedad.

-Sí, le doy toda la razón a Iris-agrega- ya te lo han repetido en diversas oportunidades-argumenta Vanessa.

-Lo sé-suspiro- trabajaré con mi actitud-sonrió forzadamente, las chicas no estaban muy convencidas e iban agregar algo más pero mi celular sonó, las miro disculpándome.

-Adelante, nosotras nos iremos-sonríe Iris- nos vemos mañana-se despide Vanessa, ambas desaparecen en la acera mientras atiendo la llamada.

 

-¿Hola?-pregunto al ver que es un número desconocido.

- ¿Rachel?-interroga una voz femenina.

- Sí ¿Quién habla?-digo extrañada.

-Su tía ha sufrido una recaída-informa dejándome helada- está muy grave, necesita venir inmediatamente-agrega.

-Bien, dentro de unos minutos estaré allí-cuelgo nerviosa.


Hago el intento de respirar pausadamente y no está funcionando, he caído de rodillas en la acera, lágrimas caen sin cesar por mis mejillas.

<<¿Por qué Dios? Es la única persona importante que tengo en mi vida>>

Unas manos cálidas sujetan mis hombros, devolviéndome a la realidad.

 

-¿Qué ocurre Rachel?- interroga con preocupación Miguel.

-Necesito ir al hospital-murmuro- ¿Podrías llevarme? Por favor-le digo pausadamente secando mis lágrimas.

-De acuerdo-no insiste en preguntar, solo busca su auto y me ayuda a montarme.

 

En el trayecto se ha mantenido en silencio, lo cual agradezco ya que no deseo hablar de eso ahora. Uno mis manos, orándole a Dios para que todo esté bien.

 

-Hemos llegado-dice Miguel.

-Gracias-le respondo con sinceridad para entrar corriendo a la recepción sin mirar atrás.

-¡Buenas tardes! ¿Cómo se encuentra la paciente Julia Bianco?- digo de sopetón a la recepcionista, me mira por un instante.

-¿Rachel?-pregunta a lo que asiento con la cabeza y continua- su tía está muy grave, ha entrado en quirófano-siento que mi mundo se cae en pedazos- debe esperar a que el Doctor le dé más información-finaliza atendiendo una llamada.

 

Me siento en la sala de espera, apretando mis manos con nerviosismo. Ha pasado mucho tiempo y aun no hay respuesta.

 

-Toma-me tienden un café, subo la mirada y me encuentro con él.

-Gracias-digo aceptando la bebida caliente- ¿Por qué te quedaste Miguel?-le interrogo mirándolo fijamente a los ojos.

-No lo sé-responde sentándose a mi lado, dejándome desconcertada su respuesta-no quería dejarte sola-susurra apenas audible.

-No importa cual haya sido la razón, te lo agradezco-lo miro con agradecimiento.

-Familiares de la paciente Julia Bianco-dice el Doctor.

-Soy su sobrina- me levanto cual resorte hacia él.

-Lamento informarle que su tía no pasará de esta noche-un escalofrío recorre mi cuerpo-ahora está en una habitación y podrá verla si desea-termina de decir.




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