"Yo Julia Bianco en pleno uso de mis facultades... Todas mis acciones, muebles e inmuebles..."
-¡Solo diga el nombre! - habla Alicia altanera.
El abogado la fulmina.
-La sra. Julia Bianco a establecido que su heredera sea Rachel Bianco de la Vega, hija de su querido hermano Efraín Bianco.
-¡No es posible! - grita grita Alicia.
-Debe haber un error -dice la joven Victoria con aire altivo.
-Pueden verificar con su abogado - les da una copia de la voluntad de Julia Bianco.
-Es auténtico - aseguro el Señor mirando Alicia - esposa no se puede hacer nada pero...- hace una pausa a drede - Rachel es menor de edad ¿Quién será su albacea? - sonríe malicioso.
-Si lee bien sr. Gregorio - puntualiza el abogado - yo seré el albacea y ustedes bajo ningún concepto pueden acercarse a Rachel dicho por la voluntad de Julia Bianco - muestra en letras pequeñas - en caso de pasarle algo a Rachel todos los bienes de la sra. Julia Bianco serán donados - la familia quedó en una pieza.
-¿Cómo pudo hacer esto la tía? - dice el joven indignado.
-Todos deben asistir al velatorio - todos se levantan.
-No pienso despedirme de una hermana ingrata que no pensó en el porvenir de su familia - arremete Alicia.
-Es la voluntad de...- habla el abogado.
-¡No me importa! ¡Ya no la reconoceré como hermana! - se marcha junto a su comitiva, lanzando miradas desdeñosas.
-Lo lamento Rachel -dice el abogado en un suspiro - la sra. No quería causarte mas dolor por ello quiso que las cosas fueran de este modo.
-Descuide, comprendo- trata de sonreír inútilmente.
-Vamos - Miguel la acompaña al velorio donde habían muchas personas conocidas y desconocidas que querían a la ahora difunta.
Entre sollozos, lamentaciones pero sobre todo unión y cariño despidieron a una maravillosa mujer. Procedieron a enterrarla. Rachel se desmayo.
Al despertar volvía a llorar. Miguel no la podía seguir acompañando, otros compromisos requerían su presencia. Así que ella se quedó sola en la inmensidad de esa casa, llena de fúnebres recuerdos y desdichas.
Apagó su celular, casi no comía, no salía de su habitación, estaba sumida en la depresión. Paso una semana y tomo la decisión de no seguir en natación.
El Prof. Victor reunió a todos los jóvenes diciendo:
-Rachel Bianco no seguirá asistiendo a natación, me ha informado mediante un e-mail que partirá está misma tarde al extranjero- explica acongojado.
-El fallecimiento de su único familiar, la herido - dice Vanessa.
-No ha querido recibirnos, no contesta el celular - se lamenta Iris.
-Han hecho lo que pudieron - consuela el Profesor - hay que dejarla tranquila, el tiempo curará sus heridas - logra decir marchando se a su oficina, había perdido dos grandes estrellas al mismo tiempo: Rachel y Miguel. Este último ha sufrido un accidente automovilístico, cuando iba en busca de su hermana al aeropuerto y quedo paralítico. Pocas personas sabían de la situación.
#43233 en Novela romántica
#7083 en Chick lit
#28640 en Otros
#8977 en Relatos cortos
Editado: 14.12.2024