Amor en la ciudad

CAPÍTULO 4


Evite transformar mi cara de paz en una de sorpresa, pues intente concentrarme en el amigo de Mateo, pero tenía que ser educada y saludarlo. 
-¡Hola! -salude de una manera calmada. 
-¡Hola Alisa!-dijo para luego continuar- ¿Tú vives aquí? 
-No, es la casa de mis padres.-dije sin darle importancia.-Yo tengo mi propio departamento. 
-¡Qué bueno! - Dijo sonriente - ¡Me alegro por ti!  
Luego de repente apareció mi madre. 
- ¡Hola muchachito!-dijo calmada. 
- ¡Buen Día Sra. Amelia!- saludo cortésmente.- ¿Cómo anda? 
-  ¡Muy bien!, Gracias- dijo con una sonrisa- ¿Qué haces por aquí? 
-  Vine para traer a mi primo Santiago. –Contesto Axel  a lo que mi madre solo asintió. 
- Mamá él es Axel, va a la misma facultad que yo.- Comente para no dejar un silencio incomodo. 
-¡Un gusto Axel! –Dijo mi madre.- ¿Quieres quedarte a comer? 
- No, muchas gracias- Dijo sonriendo.  
-Por favor, no te hagas de rogar.- Insistió mi madre. 
- Me encantaría, pero he quedado de almorzar con unos amigos.-dijo algo reprimido.- Probablemente en alguna otra ocasión. 
-¡Esta  bien!-Se rindió mi madre- Adiós.- Retirándose inmediatamente. 
-Adiós- dijo dirigiéndose a mi madre para continuar hablando conmigo.- ¿Qué harás esta noche? 
-Saldré con mis amigos-dije sincera.- ¿Por qué lo preguntas? 
-Porque estaba libre y buscaba compañía, pero lo más seguro es que hable con Sebastián. 
-Aly- se escucho el llamado de mi madre. 
-En un segundo- conteste.- Adiós- me despedí de Axel. 
-Adiós- saludo.  
Luego nos dedicamos a almorzar,  hablar sobre las cosas que pasaron en la semana y  conocer  mejor a Santiago. Después de almorzar fuimos hacia la sala a jugar a las cartas y charlar. Ya para la 4 pm me dirigí hacia mi casa, pues quería descansar para poder disfrutar en la noche. 
HORAS MÁS TARDE 
Ya casi era la hora de encontrarnos en casa de Lucas, pues decidimos que iríamos todos junto para más seguridad. Elegí vestirme con un vertido corto color bordo con los hombros descubiertos  algo ajustado y  unas sandalias negras.  
Luego de maquillarme recogí mis llaves y me fui a la casa de Lucas. Una vez allí me asombre de cómo vestían, ya que él llevaba un pantalón de jean negro con una camisa color verde militar y ella con un vestido blanco sin mangas y escote en v, que perfeccionaba sus curvas. 
Tras saludarnos fuimos directo al auto de Lucas rumbo a el nuevo bar. Al entrar era un lugar que aparentaba ser cálido, sus luces eran tenue y de color amarillas. Había una pista de baile bastante amplia rodeada por las mesas, generando que parezca más acogedor.  
Al sentarnos rápidamente se acerco un mesero informando que su nombre es Javier y ofrecernos la carta para ordenar. Luego de que cada uno eligiese lo que iba a comer y tomar, informamos a Javier para ya esperar mientras hablábamos de lo que nos perdimos en la semana y ponernos más al día.  
 




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