Víctor le preguntó y Estrella solo le dijo una parte, él entendió y solo le pidió que la cuidara.
-. No te preocupes – sonrió – pero… de verdad está muy mal. Vio que se besaron y…
-. Espera Ricardo ¿la besó? – Ella hizo señas para que bajara la voz - ¿Qué estaba pensando?
-. No creo que él lo buscara
-. Hablare con él, cuídala por favor – ella asintió y fue a buscar a Sandra
Sandra al verla sintió alivio quería salir cuanto antes de ahí, ella la llevo y al salir se chocaron con Ricardo, Sandra lo evito y al mirar a Lourdes ella sonreí victoriosa. Estrella la alcanzo y la llevo en el auto.
En el camino no dijeron palabra alguna, Sandra estaba perdida en sus pensamientos recriminándose una y otra vez por ser una tonta.
Estrella la miraba sin saber que decir estaba casi segura que Lourdes había tramado eso desde que le dijo que la llevara y ella había ocasionado un gran problema.
-. Sandra – aclaro su voz – por favor deja que él te explique
-. Por favor – no quería hablar o sabía que lloraría
-. Lourdes estaba armando este plan desde que me pidió venir conmigo – golpeo el volante – yo y mi bocota – Sandra la miro confundida – le conte que Ricardo estaba ilusionado otra vez y ella dijo que quería despedirse – volvió a golpear el volante
-. Nadie lo obligo a besarla – miro por la ventana
-. Él te quiere – trato de sonar más serena – sino no se hubiera puesto celoso de Daniel – Sandra abrió los ojos de par en par no creyó que él le hubiese confiado ese tema
-. A mí no me lo ha dicho – suspiro – en fin los hechos valen más que las palabras
Estrella siguió mirando por la ventana, quería aferrarse a la esperanza de que ella tuviera razón; pero una gran parte de su ser le decía que se alejara lo más rápido posible.
Al llegar a su casa Estrella le dedico una mirada suplicante y se despidieron. Entro lo más serena posible a casa, gracias a Dios su madre no estaba, fue a su cuarto y con la almohada trato de silenciar sus sollozos.
Estaba dolida y la imagen del beso se repetía una y otra vez como las canciones de un disco rayado en su cabeza.
**En casa de Ricardo **
Víctor llevó a su hijo a la cocina, él estaba confundido no sabía por qué Sandra lo evito y además se fue sin previo aviso.
-. En serio ¿besaste a Lourdes? – su padre estaba realmente molesto
-. Yo… - ahora entendía todo – me tomo por sorpresa, la aleje
-. Pues – se cruzó de brazos – Sandra no vio eso
-. Papá – sus ojos estaban vidriosos – no quiero perderla – las lágrimas comenzaban a salir sin control – no quiero, ella me besó y yo… yo
-. Tranquilo – lo abrazó – ahora debes explicárselo a ella.
-. No será fácil – su tía había escuchado todo desde la puerta – ella estaba por llorar
-. No quería lastimarla – se limpiaba con el dorso de su mano – no la lastimaría, la quiero
-. Ay! Hijo no sé qué decirte
De repente escucharon gritos que provenían de la sala era Estrella quien estaba confrontando a Lourdes
-. Me usaste, solo querías arruinar la relación de Ricardo – Estrella caminaba de un lado a otro llena de rabia
-. No es para tanto – estaba tan calmada como si no hubiera hecho nada – esa niña no aguanta nada, no es la indicada para él
-. ¿Y tú? – la miraba llena de ira – eres la chica más fácil que lo lastimó. ¡Déjalo ser feliz!
-. Fue un desliz – se sentó
-. ¡Basta! – Sara (tía de Ricardo) se puso en medio, Estrella estaba por darle una bofetada – No lo merece hija – la detuvo – y tú ya no eres bienvenida, recoge tus cosas y regresa por donde viniste; pero aquí no permanecerás un minuto más
-. Ricardo – hizo un puchero y le coqueteaba – sé que aún me quieres, díselo
-. Acabas de echar a perder mi relación – camino más cerca de ella – ella si es la chica perfecta para mí; vete ya te supere y no significas nada para mi
-. Suerte con eso – se levantó – no creo que te perdone, querido – ahora miro a Estrella y Sara – me voy, ya cumplí mi cometido; él pronto me volverá a llamar.
Sara sujeta a su hija, ella estaba dispuesta a dejarle unas cuantas marcas en su rostro perfecto. En lo poco que había tratado a Sandra se dio cuenta de que era una buena chica y no merecía que alguien la lastimara así.
Lourdes sacó sus cosas y fue una descarada trato de despedirse como si nada, y otra vez intentó besar a Ricardo este la detuvo y la saco casi a rastras a la puerta.
Ya solo con su familia se dejó caer recargado en la puerta y las lágrimas brotaron, todos se reunieron en un abrazo y trataron de darle ánimo.
El domingo le envió mensaje tras mensaje para que le diera la oportunidad de hablar; pero ella no le contestaba. Trato de llamarla y ella cortaba.
En la escuela ella lo evitó por todos los medio.
Ya habían pasado dos semanas y él no había tenido oportunidad de explicarle las cosas, ya no sonreía y eso lastimaba a Sara y a Víctor.
-. Hijo ven – lo llevo a la dirección
-. Tía, no me quiere escuchar – suspiro dejándose caer en la silla – creo que ya al perdí
-. Mira la hare quedarse hoy después de la salida – respiro hondo – los encerrare aquí en la dirección esa será tu única oportunidad
-. Gracias – un brillo de esperanza se reflejó en sus ojos.
Sara la llamo y le solicito que se quedara para acordar sobre un evento, ella acepto de paso que pensaba renunciar no quería estar al lado de Ricardo y era mejor al menos eso creía.
Se despidió de sus compañeros y fue a la dirección como ella aún no llegaba se puso a leer un libro, cuando ya no había ningún alumno Ricardo entro y Sara se apresuró a poner llave e irse.
Sandra pensó que era la directora y se dio vuelta; pero su sonrisa desapareció al instante cuando lo vio a él.
-. ¿Qué haces aquí? – cerro el libro – no, no quiero saberlo, al parecer la directora se va a demorar dile que busque otra persona para los eventos yo ya no podre – camino a la puerta esquivándolo