Capítulo 6

Me toma de gancho como de costumbre, no sé si debería hablarle de Carlos es de locos suponiendo que ni lo conozco y solo nos miramos cuando el me hizo caer.

—En que piensas— me pregunta Violeta. 

—Si te digo te burlaras de mí.

—No.

— ¡Segura!

— ¡Que si! Carolina.

—Bien ayer conocí a un chico.

— ¡Ah! Espera que, como que conociste a un chico.

—Bueno, no conocer del todo pero nos miramos mutuamente— muerdo mi labio recordando es que es tan guapo suspiro de manera tonta—, estaba realmente simpático, y para que alguien me guste debe ocurrir practicante un milagro.

— ¡Oh por los dioses!—. ¿pero como? ¿cuándo?

—Cómo en la biblioteca cuándo me hizo caer y hizo que me pegará en mi nalga, cuando te acabo de decir que ayer.

— ¿Y como era?

—Era realmente guapo ha decir verdad por poco y se me cae la baba.

— ¡Estas de mente!

— ¡Puede que lo este!, pero ese chico me atrapó de verdad.

—Bueno y le pediste su número, su calle algo...

—Por supuesto que no.

—No te entiendo dice que es guapo pero no le pides el número mal hecho.

—No hay que confiar en las personas Violeta y tu lo. sabes mejor que nadie.

—Tienes razón pero no te causa duda.

—Puede que un poco, pero no al borde de volverme loca, aunque pidió mi dirección y yo se la di no tenía cara de ser ladrón.

—Carolina y dices que no debemos confiar en las perosonas mal niña mal.

—No me reproches incluso te parece a mi madre.