— ¿En que piensas?— pregunta
mi mejor amiga.
—Suspiro— Violet crees que en algún momento encuentre mi príncipe azul, como los protagonistas de un libro creo que se merece la pena conocer a alguien que te quiera ¿no crees?
—Caro a veces es difícil aceptar, que un verdadero amor tarde en llegar la vida no es como un libro querida tienes que aprender a vivir con ello.
—Lo sé Violet.
Entrecruza nuestros brazos y entramos a la cafetería nos sentemos en una mesa cerca a la ventana.
— ¿Mira esa chica no te parece extraña?
— ¿Quién?
—La chica que esta viendo al camarero.
—Me río— ¡Hay Violet que tiene de malo!
El chico que ella observa se acerca a nuestra mesa con una sonrisa.
— ¿Que se les ofrece?
—Dos malteadas de chocolate, y pan recién salido del orden.
El lo anota en una libreta y va al mostrador. Las chica nos mira inconforme y se acerca.
—Son afortunadas el no habla con nadie— Hace un puchero.
— ¡Oh querida disculpa! No sabíamos que era tu pareja.
— ¡Violet!
La chica se sonroja y sonríe.
—No lo es pero me gustaría.
—Serian linda pareja— Sonrió.
—Les importaría si me siento haber si por primera vez me habla.
—Claro nos gusta ser cupido.
El chico se acerca pero palidece en cuanto ve a nuestra compañera de mesa, ella le sonríe, voltea los ojos haber que la ignora.
Deja nuestros pedidos y le pasa un papel doblado a la chica.
—Que acaba de pasar.
—Le paso una nota ¡Duh!
— ¡Caroline!— se queja.
La chica sonríe aumentando su sonrisa.
—Siempre hace eso.
—No sólo conmigo es como hablar pero solo lo hace por notas ya tengo toda una colección estoy esperando que me hable.
— ¿No conoces su voz?
Ella niega.
—Me gusta venir aquí y ver como atiende en general lo hace con chicas, y disculpen que les hablara así es que en serio me gusta.
— ¿Te gustaría ir hablar a la biblioteca con nosotras?
— Por que no déjenme traer mis cosas.
Se levanta y va a la mesa en donde se encontraba.
— ¿En serio?
No pe respondo veo como le chica se resbala con algo que había en el piso, y como el camarero la atrapa de la, cintura haciendo que no se golpee ella le dice algo el niega y la suelta sonronjandose un poco porque ella le da un beso a la mejilla.
—Está chica esta loca.
—Es la típica chica de libro juvenil.
Se acerca hasta nosotras y pone un billete en la mesa junto con otro papel que deja encima de la mesa.
—Listo chicas.
Dejemos un billete en la mesa, y salimos con la chica extraña.
Perdón por la demora en actualizar subiré si puedo capítulos seguidos
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