Capitulo 7... El encuentro inesperado

Delia ya estaba muy ebria y, en eso, entró alguien. Ella se levantó con dificultad del sillón con una copa de aquella bebida y, al verlo, su rostro era borroso. Ella, resbalando, se acercó a él y lo agarró de la corbata.

—¡Oye, tú! Eres muy guapo. ¿Acaso hoy es... estoy de suerte? (Qué sueño tan maravilloso, ¿acaso lo preparó mi amiga?)

Delia le tocó el rostro y lo acercó a ella, mientras que el hombre delante de ella se alejaba.

—¿¡Oye, tranquila! ¿Tú quién eres? ¿Qué haces aquí? (Espera, yo te conozco... ¿Acaso es Delia?)

En eso, Delia lo agarró más fuerte de la corbata y lo jaló, casi lo besó, y él no se movía. De repente, ella le derramó la bebida. Él se alejó y se fue hacia su coche. Ella lo siguió, diciendo cosas sin sentido.

—¡No te vayas!.

Delia lo siguió y se subió a su auto. Él se la tuvo que llevar la a su departamento. En eso, él la tenía agarrada para llevarla a la cama. Ella, sin querer soltarlo, lo jalaba hacia ella hasta que lo empujó a su sillón. Delia se sentó en su regazo y sacó una libreta de su cartera, y arranco una hoja.

—¿Qué tal si eres mi novio? Si te contrataré, pon tus reglas. No me interesa... Eres muy guapo y con eso me basta. Ella firmó en la hoja arrancada y la dejó en la mesa.

Él estaba incómodo, pero se dejaba. Le parecía divertido, ya que él la conocía muy bien. En eso, ella lo besó en el cuello y, ella se le quedó viendo a los ojos, se sentía la tensión entre ambos. Pero en eso, ella vomitó, manchando la camisa y el pantalón. Por suerte, el sofá estaba bien.

Un segundo después, él hizo que se pusiera otra ropa, la jaló asta el baño.

—tienes que cambiar te.

—no hombre guapo.

—mi nombre es Augusto.

El la encerró en el baño, se cambio de ropa y abrió la puerta del baño y se percató que ella solo se había puesto la camisa sin abotonar lo bien, el la carga y la acostó en su cama, donde ella se quedó dormida mientras él solo se fué durmiendo en otra parte, pensando en como iba araccionar el solo pensaba que está era una oportunidad única para no comprometer se. El agarro la hoja y empezó a escribir las reglas que solo fueron tres

Posdata: gracias por leer y disculpen la tardanza espero que les guste