Amor en Ruedas

Capítulo VIII

Me despertaron los rayos del sol que pasaban por la ventana de la sala, oí unas silenciosas risas y abrí rápidamente los ojos. Al abrirlos me encontré con que las hermanas Nicum estaban sentadas observándome divertidas. Me sobresalté al sentir un subir y bajar debajo de mí, volteé rápidamente y me sorprendí al ver a Nathan durmiendo como un bebé.

Se veía muy distinto con los ojos cerrados y todas sus facciones completamente relajadas, parecía un niño, tierno y vulnerable. Sentía que cualquiera podía lastimarlo en ese momento… Guardé todos esos pensamientos en un cajón oculto dentro de mi mente, no era el momento adecuado.

Estábamos acostados en el sofá, tapados con una cálida frazada; él en la orilla y yo en el lado del respaldo. Tenía sus brazos alrededor de mi cintura, en un fuerte abrazo y estaba prácticamente recostada en su pecho. Solté un grito ahogado -que no despertó a Nathan- y Allison se carcajeó con mi reacción despertándolo. Volteé a verla enojada pero, cuando Nathan levantó sus brazos -liberándome de ellos- para estirarse, me sentí realmente agradecida. Era una situación bochornosa.

Me senté rápidamente y Alli empezó a gritar como loca desquiciada.

–Awww, pero que lindos se ven juntos- apenas le entendí porque no dejaba de reírse y hacer caras raras.

Hasta ese momento Nathan pareció darse cuenta –al menos un poco- de lo que estaba pasando y después de soltar un largo bostezo se enderezó y sentó junto.

-¿Hace cuánto que están aquí?- preguntó llevando su brazo hacia su nuca.

Cómo adoro que haga eso.

Allison se río aún más y Shassa se le unió. Ambas parecían disfrutar de la escena, mientras que yo quería desaparecer de la faz de la tierra en ese mismo instante. La verdad, lo que pasaba no era algo tan vergonzoso, pero Alli armaba todo un alboroto revelando mis sentimientos hacía él y sabía que no me iba a dejar en paz ni un solo segundo, esto le iba a dar tema de conversación por al menos más de dos semanas e incluso si se le antojaba podría armar toda una cadena de rumores acerca de la relación que teníamos Nathan y yo que en realidad era solo de amistad.

-Ehh… so… sss… solo desde la madrugada talvez- respondió Alli tartamudeando a causa de la risa. Nathan abrió los ojos como platos al igual que yo.

-¿No que no eran novios?- preguntó Shassa igual de divertida que su hermana, insinuando que éramos unos mentirosos.

Contesté lo más calmadamente que pude que sólo éramos amigos y fulminé a Allison con la mirada. Las dos hermanas se unieron para molestarnos con todo. Nos atacaron con una serie de preguntas y afirmaciones que ninguno de los dos sabía como refutar o contestar. Ambos estábamos igual de incómodos y apenados.

-¡Ay por favor admítanlo! Ambos se gustan- declaró Allison completamente segura-. Si no lo aceptan haré que esta foto recorra los celulares de toda la escuela- nos mostró una foto en su celular en donde aparecíamos los dos abrazados y dormidos.

No. Te. Pases.

-No seas extremista Allison- espeté moleta-. Además, ¿qué ganas tú con todo esto?

-Mmm…- lo pensó un poco-. Eso que importa, lo que quiero es que seas feliz. Ya va siendo hora de que tengas tu primer novio y creo que Nathan es una muy buena opción. A ti te gusta y creo que a él también ¿o no?

Te mato Allison.

Ahora sí, se había pasado. Era consciente de que mi mejor amiga tiene la lengua un poco suelta y a veces puede hablar de más, pero esto ya había sido el colmo. Estaba furiosa, más que avergonzada.

-Diann es mi amiga, por favor no lleves esto más lejos Alli.

Algo se rompió dentro de mí, como sabía que iba a pasar. Me dolió pero se lo agradecí internamente a Nathan. Con eso, tenía un arma más para impedir que mis sentimientos hacía él continuaran creciendo y me estaba evitando un dolor más fuerte en el futuro.

Allison empezó a escribir algo en su celular, supuse que talvez sería el mensaje que acompañaría la foto. Rebusqué entre las orillas del sillón hasta hallar una pluma, sabía que Jade –la madre de Alli- siempre tenía una pluma escondida por ahí –Por si se ofrece- era lo que siempre decía. Encontré la pluma y la lancé contra la mano de Allison que sostenía su celular. Ésta dio en el blanco. El golpe hizo que soltara el  celular y éste cayera al suelo.

-Ya basta Allison- grite furiosa-. Shassa ve a tu habitación por favor- traté de sonar más calmada, no quería que presenciara la pelea que iba a tener con su hermana. Asintió y se fue.




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