Amor En Tiempo De Rivalidad

7. CHOQUES -APUESTAS

¡Me encanta la intensidad y el conflicto de este nuevo capítulo! Aquí tienes un borrador de cómo podría desarrollarse la escena:

Título: Entre cervezas y confrontaciones

Liam y Max estaban sentados en un bar pequeño cerca de St. Claire, la luz tenue y el murmullo del ambiente creaban un refugio perfecto para conversaciones serias. Frente a ellos, dos cervezas frías reposaban en la mesa de madera desgastada.

Liam tomó un sorbo de su bebida, pensativo. —No sé si debería ir a la fiesta de Sofia —murmuró, con el ceño fruncido.

Max arqueó una ceja, apoyando su brazo en la mesa. —¿De verdad sigues dándole vueltas? Vamos, Liam, una casa en la playa, fiesta, música… ¿qué podría salir mal?

Liam dejó su botella sobre la mesa con un leve golpe. —Todo. La última vez que estuve en una de sus fiestas, terminó en desastre. Y ahora, después de todo lo que ha pasado con Bella, no sé si quiero enfrentar otra situación complicada —dijo, exhalando pesadamente.

Max sonrió con diversión. —¿Ah sí? ¿Y qué pasa con Sofia? —preguntó con intención, dando otro sorbo de su cerveza—. ¿Por qué terminaron?

Liam abrió la boca para responder, pero antes de que pudiera pronunciar palabra, un sonido de risas burlonas interrumpió la conversación.

—Vaya, vaya… si no son los dos idiotas de St. Claire —dijo Ethan Carter, apoyándose con arrogancia en la mesa de billar cercana.

Liam y Max levantaron la vista, encontrándose con la mirada desafiante de Ethan. Su chaqueta de cuero y su expresión confiada dejaban claro que estaba buscando problemas.

—¿Patéticos intentos de juego y cerveza barata? ¿Así pasan sus noches? No me sorprende —se burló Ethan, sacudiendo la cabeza con una sonrisa maliciosa.

Max se tensó de inmediato, sus manos se cerraron en puños sobre la mesa. —Cállate, Carter. Nadie te invitó aquí —gruñó, poniéndose de pie.

Ethan soltó una carcajada, inclinando la cabeza de lado. —¿Vas a hacer algo al respecto, Max? Vamos, inténtalo. Me encantaría ver cómo fallas otra vez.

Max, sin pensarlo, lanzó un puño en dirección a Ethan, pero el rebelde esquivó con facilidad, retrocediendo un paso con una sonrisa divertida.

—Típico de ti, Max. Todo furia, poca precisión —se burló Ethan, cruzando los brazos—. ¿Y tú, Liam? ¿Vas a saltar también o solo mirar mientras tu amiguito hace el ridículo?

Liam, aún sentado, observó la escena con frialdad, su mirada fija en Ethan. Sus dedos tamborileaban sobre la botella de cerveza, calculando su próximo movimiento.

¡Me encanta este giro! Aquí tienes una versión extendida del capítulo, con la pelea escalando y una intervención inesperada:

Título: Choques y revelaciones

El ambiente del bar se había transformado en tensión pura. Max, enfurecido por las burlas de Ethan, volvió a lanzar un puño con más fuerza, pero esta vez, Ethan no solo esquivó, sino que respondió con un rápido empujón, haciendo que Max tropezara hacia atrás, chocando contra una mesa cercana.

—Vamos, ¿eso es todo lo que tienes? —provocó Ethan, con una sonrisa arrogante—. Me esperaba más de ti.

Liam, aún sentado, sintió cómo la situación comenzaba a salirse de control. Observó a Max recomponerse, claramente listo para contraatacar. El bar entero estaba ahora atento al enfrentamiento.

Max se lanzó de nuevo, pero Ethan, con su acostumbrada facilidad para el caos, giró a un lado y lo tomó del brazo, torciendo su movimiento antes de empujarlo contra la barra. Unas botellas temblaron y una de ellas cayó, estallando en el suelo con un estruendo.

—¡Oye! —gritó el dueño del bar, un hombre corpulento de voz grave y presencia intimidante—. No en mi establecimiento.

Antes de que Max pudiera responder, Liam finalmente se levantó de su asiento. Con un movimiento rápido, tomó a Ethan del cuello de su chaqueta y lo empujó contra la pared cercana.

—Ya basta, Carter —gruñó Liam, su mirada fría y determinada—. Has conseguido tu dosis de diversión, pero esta noche no va a terminar en desastre.

Ethan soltó una carcajada, aunque su expresión mostraba que no esperaba la reacción de Liam. —Vaya, parece que tienes más agallas de las que pensaba.

El dueño del bar avanzó con pasos pesados. —Si no quieren que los saque a patadas, más les vale calmarse ahora.

Liam aflojó el agarre, pero no dejó de mirar a Ethan con firmeza. Max, respirando con dificultad, se acomodó la chaqueta y fulminó al rebelde con la mirada.

—Algún día te las pagarás, Carter —gruñó Max.

Ethan, con una sonrisa despreocupada, enderezó su ropa y se sacudió el polvo. —Eso suena a una promesa, Max. Me encantan las promesas.

Liam suspiró, sintiendo la tensión aún en el aire. Miró al dueño del bar y asintió. —Lo siento por esto, señor. No pasará de nuevo.

El dueño del bar cruzó los brazos, estudiando a los tres jóvenes antes de soltar un bufido. —Más les vale.

Con la pelea disuelta, Ethan se giró y salió del bar sin más palabras, dejando a Max y Liam en una mezcla de furia y alivio.

—Ese tipo es un problema —murmuró Max, tomando su cerveza y bebiendo un largo trago para calmarse.

Liam se sentó de nuevo, exhalando lentamente. —Lo sé. Y tengo la sensación de que esto no es lo último que veremos de él.



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En el texto hay: rivalidad, romance odio, romance accion juvenil

Editado: 06.05.2025

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