Él se atoró en un árbol.
Ella lo rescató… y de paso nunca dejó de reírse de él.
Diez años después, Elena y Fede vuelven a cruzarse. Esta vez, no en un parque, sino frente a un acta matrimonial, en una boda comunitaria.
Nuevamente están juntos, pero no por amistad ni por amor, sino por dinero.
El plan era claro: Casarse, cobrar el dinero y olvidarse.
El problema: No sabían que estaban reencontrándose hasta que fue demasiado tarde y, para conseguir el premio, no había vuelta atrás.
Entre enredos, caídas, malos entendidos y discusiones, Elena y Fede tendrán que decidir si seguir adelante con el plan… o rendirse.
Pero su tiempo juntos les hará descubrir que, a veces, el amor no se niega ni se evita: Solo se encuentra en trámite.