Amor entre Deidades

10. Ellos

Había pasado ya un mes y Caillech había cumplido su palabra, estaban viviendo como dos extraños. Él no acudía a ella ni ella a él, era una lucha entre quien era el que diera el primero paso. Pero a quien más le causaba más agonía era a Caillech que desde ese día amanecía con el rostro aún más demacrado y pálido sin contar con la falta de apetito. Y eso le preocupaba a su sirvienta

  —Por favor señora déjeme avisarle al señor —rogaba Lia pero su señora se negaba —, o por lo menos coma algo. No ha comido nada desde hace un mes  

—Estoy bien —tomo un poco de té —, pero en verdad no tengo apetito  

—A este paso se va a enfermar —decía con nostalgia —. Si usted me permitirá decirle al señor el podría… 

—¡No!, he dicho que no se le dirá nada —trato de incorporarse y tuvo que agarrarse del dosel para no caer 

 —¡Señora! —la sostuvo —. Ve esta muy débil, por favor déjeme avisarle tan siquiera a su madre  

—Ni una palabra a nadie Lia  

Ella solo asintió mientras la acompañaba hasta el jardín dejándola sentada en frente de aquel río. 

—¿Tu también piensas que debería decirle? —pregunto a la sobra que estaba siempre a sus espaldas vigilando la 

—Creo que seria lo más conveniente —aseguro —, no es normal que no puedas comer en tu estado  

—No me quiere —aseguro con lágrimas en los ojos  

—¿Puedo checar tu pulso? —pregunto y ella asintió  

—Estoy mal  

No pregunto, no había necesidad de preguntar lo que era obvio aquella persona retiro su mano  

—¿Has estado bebiendo el té de hoja de frambuesa? 

 —Si, creo que es lo que me ha estado ayudando  

—Debes cuidarte Caillech, los pulsos son muy débiles  

—Lo se —miro hacia el río  

—Debes decirle  

—No creo que le importe 

—Por favor, hazlo  

Le dijo antes de desparecer dejando a Caillech con un nudo en la garganta. Eliseos trataba de concentrarse, enserio lo intentaba pero no podía solo podía pensar en aquella mujer que por más que el quisiera no podía tenerla. Le había dejado claro que cada quien viviría su vida sin meterse en la del otro. Y le estaba costando mucho hacerlo  

—¿Entonces estas de acuerdo que Cefíro se venga a vivir conmigo dese ahorita? —pregunto Arán  

—Perdón, ¿Qué decías?

 —¿Qué si estas de acuerdo que Cefíro vivara conmigo desde ahora? —repitió —, ya que la boda se hará en dos semanas  

Hace más de un mes que Cefíro había estado muy extraña había dejado de comer pensaron que había sido el reciente anuncio de la boda de Nuriel. Pero poco tiempo después Arán llegó a la casa de Cefíro pidiendo su mano en matrimonio y tras una larga insistencia habían dicho que si a la boda. Pero algo no le cuadraba muy bien a Eliseos, su hermana no sonreía como siempre había sonreído era como si algo o alguien le hubiera robado su alegría  

—¿No pueden esperar hasta después de la boda? —pregunto con aparente molestia 

—Pronto será mi esposa no le veo nada de malo —sonrió —, además no estará sola estará mi madre con ella todo el tiempo así que no la tocaré hasta nuestra noche de bodas 

Eliseso solo negó mientras soltaba un suspiro  

—Esta bien, pero nada hasta la noche de bodas —le advirtió  

Después de ultimar los detalles de la boda, Eliseos volvió a su casa encontrándose con su esposa sentada en el jardín con los ojos cerrados y pudo notar la palidez de ella en su rostro así que rápidamente se acercó a ella pero antes de que pudiera tocarla ella lanzó una bola de fuego gris hacía su dirección. El logro esquivar 

 —Caillech soy yo —hablo mientras aparecía enfrente de ella  

Ella al reconocerlo trato de sonreír pero solo pudo expulsar sangre de la boca  

—¡Caillech! —grito justo cuando de la nada una persona aprecio enfrente de ellos —, ¿Tu que haces aquí?  

—Este no es momento de preguntas —dijo con voz calmada —. Caillech esta en peligro  

Cuando iba a tomarla entre sus brazos Eliseos se apresuró hacerlo él llevándola hasta su alcoba  

—¡Señora! —grito Lia mientras veía a su señora inconsciente —, le dije que tenía que comer algo o se iba a enfermar 

 Aquella persona ignoró aquellas voces mientras checaba el pulso de Caillech  

—No resistirá —hablo

  —¿Cómo que no resistirá? 

 —Esta muy débil, necesitara energía  

—Le daré la mía —hablo Eliseos  

—No será suficiente necesitara una más oscura  

—¿Oscura? Por qué  

—Por que ellos son muy fuertes y necesitan mucha energía que ella ya no tiene 

 —¿Ellos?, ¿Quiénes son ellos? —pregunto confundido

  —Tus hijos Eliseos —lo miro a los ojos —. Tus hijos son muy fuerte y necesitan de las dos energías  

Tus hijos》Era lo único que su mente repetía, iba a tener hijos con Caillech y el apenas se enteraba  

—Tu podrías ayudarla  

—No sabemos lo que pueda pasar, mi energía es diferente 

—Pero es oscura, y eso es lo que ella necesita. Por favor Reluminium sálvalos 

En ese momento los dos se quedaron viendo directamente a los ojos y el asintió. Una vez que sentaron a Caillech en posición de flor de loto se situaron atrás de ella mientras sacaban energía de sus manos con movimiento circulares antes de extender una mano y lanzarle la energía. Caillech se vio envuelta en una brillante luz de color blanco y negro. Antes de desparecer todo el brillo se desprendió de ella un Yin y Yang en forma de dos aves 

Lia sostuvo a Caillech con cuidado mientras la recostaba en la cama  

—¿Ella estará bien? —pregunto al ver a Reluminium checar su pulso  

—Sus pulsos han aumentado —el la quedo observando —, solo espero que no traiga consecuencia esto  

—Asumiré la responsabilidad por lo que ocurra en el futuro —afirmo Eliseos sin temor  

—Se que lo harás, por ahora cuida de ella —la miro —, necesitara mucho de ti 

—Gracias —Reluminium solo asintió antes de desaparecer  




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