Amor entre Deidades

13. Injusta

Una vez que Eliseos salió del despacho miró a su esposa platicando con su hermana sin apartar su vista camino hacia ellas  

—Elíseos yo… 

—Te quiero —sonrío y vio como las lágrimas se hacían presente —, de la misma manera voy a querer a tu bebé  

—Gracias Eliseos, tu sobrina te va amar  

—Si, nos acaban de decir que es una niña y que se llamaría Akira  

Cundo Eliseos iba a ttocar el vientre de su hermana una personita apareció apartando su mano  

—No, no la toques —dijo el niño  

Mientras Eliseos fruncía el seño las mujeres reían a carcajadas  

—No la toques  

—¡Ryu! —lo reprendió su madre —, deja que su tío coloque su mano  

—No  

—Lo siento Eliseos es muy sobre protector  

Reluminium tomo a su hijo mientras miraba con los ojos rojos a Eliseos.  

—Pero si no es nada de él —se ríe mientras niega  

Después de eso, la comida fue todo normal, y poco tiempo después todos se fueron Caillech se sentó en la cama mientras trataba de quitarse las horquillas del cabello  

—Espera deja que te ayudé  

Una vez que Eliseos la despojó de aquellas cosas de la cabeza, sintió el suave olor a rosas de su pelo, no supo en que momento el aroma lo embriago hasta que él apartó el cabello de su cuello y lo besó  

—Eliseos —dijo en un gemido  

Pero él no lo escuchó, llevo su mano hasta sus pechos masajeando lo haciendo que Caillech arquea su espalda, o lo que pudo dándole accesos. No sabia en qué momento su vestido de la parte superior estaba abajo mientras Eliseos besaba sus hombros y sobre aquella marca  

—Me encanta tu piel —susurro sobre su cuello —, me encanta esta marca  

Eliseos volvió a besar aquella marca haciendo que se estremeciera 

—¿Qué significa?  

—Es un lunar familiar —logro articula —, toda mi familia lo tiene  

—¿Si? —se puso enfrente de ella y tomó con su boca uno de sus peones —, ¿entonces nuestros hijos tendrán esa marca?  

—No… no lo sé —su voz fue apenas un susurro  

—Bien —se levanto con una sonrisa —, llamaré a Lia para que te ayude con el baño. Iré a checar unas cosas en el despacho  

—Eliseos, ¿Es enserio? —dijo sin poderlo creer  

—Buenas noches querida —sonrío antes de dejar aquella habitación dejándola frustrada  

Había pasado ya dos horas, que estaba en el despacho, cuando sintió la boca seca y no to que ya no tenía agua, camino hacia la cocina donde aún estaba la señora Han 

—Buenas noches señor —dijo con una sonrisa  

—Buenas noches, ¿aún sigue aquí? —dijo mientras bebía —, ya es de noche vaya a descansar  

—Ya me iba a retirar, solo vine a poner en un jarrón las flores que siempre le pone a la difunta señora por su funeral  

Ante eso Eliseos no pudo evitar ponerse tenso, ¿su funeral fue hoy? No podía creer que se había olvidado de ese día tan importante 

—Démelas —tomo el jarrón —, yo las llevaré  

—Claro  

Eliseos miro a todos lados antes de abrir aquella puerta al ser de noche no creyó que fuera conveniente cerrar la puerta así que solo entras mientras miraba la habitación que había sido de su primera esposa. Colocó el jarrón donde descansaba la foto de Swan  

—Mi amado cisne, lo siento —dijo en sollozos — me he olvidado de ti. Lo siento créeme que nunca he amado a nadie más que a ti, y no se si lo que siento por ella es amor. Mi cisne te extraño, cada día me despierto pensando que estarás otra vez conmigo pero no estás me haces tanta falta, jamás me imaginé la vida con nadie que no fueras tú y ahora estoy haciendo mi vida con alguien más. ¿Estas de acuerdo? Mi amor, me siento tan miserable que no se como lo he soportado  

No pudo evitar sollozar aún más fuerte mientras se arrodilló ante su foto. Mientras afuera una mujer tapaba su poco evitando que sus sollozos no sonaran mientras las lágrimas descendían no podía seguir escuchando es sentía que si seguía su alma saldría desgarrada se fue sin escuchar la última confección de aquel hombre  

—¿Mi señora se encuentra bien? —pregunto Lia  

—Si, solo quiero dormir  

Su sirvienta asintió ante el nerviosismo de su señora. No quería alterarla más de lo que ya estaba, cuando su señora se durmió salió cerrando las puertas  

—La señora ¿ya se durmió? —pregunto Eliseos  

—Si mi señor —se inclinó  

—Quería verla antes, pero creo que sería mañana  

—¿Qué no fue a verla hace ratito? —pregunto extrañada —. Ella salió para decirle que los niños se habían movido y quería mostrárselo ¿no lo hizo?  

—No llegó a verme  

Eliseos se dio la media vuelta extrañado, mientras pensaba en lo que había pasado. La mañana llego y Eliseos fue hasta la habitación de su esposa y la encontró aún dormida. Se sentó junto a ella mientras acariciaba su rostro para luego acariciar su vientre, en ese momento sus hijos se movieron  

—Hola, a ustedes también —dijo con una sonrisa —, así que ya se mueven  

Solo recibió otras patadas como respuesta  

—Que lindos, ya quiero conocerlos y su mami también —miro a Caillech que seguía durmiendo —. Me gustaría que se parecieran a ella, que sean igual que ella  

Caillech tuvo que morderse el labio para no soltar un sollozo, no los quería y eso le dolía   

—Bien, me tengo que ir —sobo el vientre —, dejen descansar a mamá  

Se  levanto para irse pero antes de que se fuera se detuvo sacando de su mano aquella pulsera, dejando que ella lo notara para luego dejarla sobre la mesa. Salió de aquella habitación para luego mirar por la ventana como ella se levantaba sobando su vientre mientras se limpiaba las lágrimas. La vio levantarse hasta la mesa para tomar en sus manos la pulsera  

Había encontrado aquella pulsera ayer frente a la puerta de la habitación de Swan ella no usaba pulseras y mucho menos las sirvientas así que dedujo que si había ido a verlo. Lo había visto en la habitación de su difunta esposa pero la pregunta era ¿qué tanto había escuchado? Supuso que no todo si, se comportaba distante con él. Soltó un suspiró esta mujer lo iba a volver loco  




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