Amor entre Deidades

17. Clan cisne

El río se  escuchaba como una dulce melodía acompasada con el sonido de la voz de Eliseos mientras terminaba de leer aquel escrito  
—Que lindo —sonrío Caillech —, todo el tiempo lo estuvo esperando  
—Se podría decir que si  
Eliseos cerro aquel escrito mientras lo dejaba en la mesa no pudo evitar observarla con una sonrisa. Era la mejor vista que había tenido, tanto tiempo queriendo que despertara y por fin estaba ahí a su lado. Pero l alegría le duró un momento, el mismo que ella dijo aquellas palabras  
—Así me hubiera gustado que mi amor por Reluminium fuera eterno —soltó un suspiro —, pero la única que se enamoró fui yo  
—¿Lo amas mucho?  
—Si, se que no debería pero el corazón no se manda —lo miró —, ¿y usted se ha enamorado? 
—Si —le dijo bruscamente  
—Lo siento no quise ser imprudente  
El solo negó mientras sonreía  
—No te preocupes, puedes pregunta lo que quieras  
—¿Seguro? —el asintió —, bien. ¿Por qué no se ha casado?  
—¿Cómo sabes que no estoy casado? —pregunto con un intento de sonrisa  
—Por que no la he visto, así que me imagino que no es casado o… 
—¿O que? Continúa con lo que ibas a decir  
—O es viudo  
—Así es soy viudo —se levanto hacia el río  
—Lo siento yo… perdón —se levanto para ir hasta él —, ¿Cuánto tiempo fue de que murió? 
—Ya tiene una década de aquella tragedia  
No sé dio cuenta de que estaba llorando hasta que sintió la suave caricia que ella le brindó al momento de limpiar la lagrima  
—Lo siento, debió ser difícil para ti  
—Lo más difícil fue ver como murió —observo el río mientras dejaba que sus sentimientos salieran —. Habíamos quedado de ir hacia sus clan con su familia pero ese día me había citado su majestad  
Él soltó un suspiro tratando de no soltar más lágrimas pero era en vano las lágrimas salían sin su permiso  
—Debí decirle que no fuera que me esperara pero no, la dejé ir sola… su clan fue masacrado acabaron con todos no dejaron a nadie con vida  
—Sabes quien fue quien… los asesino —el asintió  
—Fueron los demonios —esa noticia dejo sorprendida a Caillech —. El rey demonio había acabado con el clan de mi esposa todo por conseguir su poder. Desde el inicio de los tiempos se creía que el clan de cisne eran los seres que aguardaban la esencia de la eternidad hasta ser considerados las criaturas más majestuosas sobre la faz, el rey demonio quería ese poder para él sin importarle el precio  
—¿Por eso odias a Reluminium? Por qué te recuerda la muerte de tu esposa, pero él no tiene la culpa puesto que ni siquiera había nacido  
—No lo odio —expreso  
—Pero tampoco lo soportas  
—Se la clase de persona que es, además no tengo que convivir con él. Mi lugar es aquí y el de él es haya abajo  
—Tienes que dejar el pasado, no todos son como el abuelo de Reluminium  
—¿Por qué lo defiendes tanto —la miro —, no tienes que defenderlo. Él no es nada tuyo  
—Es el padre de mis bebés, además de ser mi cuñado y lo defiendo por que lo conozco lo suficiente para saber que el no es malo  
—¿No es malo? Como no puede ser malo alguien que lleva la sangre de Arquímedes  
Ella intento volver a hablar pero él no se lo permitió  
—¡No sabes lo que se siente llegar al clan de tu esposa y ver a todos muertos! —grito mientras se golpeaba el pecho —, ¡no sabes que se siente que te arrebaten lo que más amas!  
Mientras el gritaba y lloraba el viento se hacía cada vez más fuerte, haciendo que una ráfaga fuerte de viento los envolvieron, ella trato de taparse el rostro mientras cubría su vientre  
—¡No lo sabes! ¡Y creo que nadie más lo ha sentido!  
—¡Detente! —grito —, ¡Que te detengas!  
Volvió a gritar justo en el momento que una energía la envolvió, para luego arrojar a Eliseos hasta el otro lado del patio, haciendo que se golpeará la espalda contra una piedra provocando que escupa sangre  
—¡Oh Dios! —grito Caillech antes de correr hacia su encuentro —, lo siento, lo siento mucho  
—Caillech —susurro antes de cerrar los ojos  
—Oh, señor despierte —lo movió pero el no abría los ojos —, por favor  
—Estoy despierto —susurro sin abrir los ojos —, solo necesito descansar  
—¡Entonces, por que me hace esto! —grito mientras golpea su pecho —, ¡No sabe lo preocupada que estaba!  
—¿Te preocupas por mi? —Dijo deteniendo su muñeca al momento de abrir sus ojos  
—Claro… 
Él no pudo evitar juntar su boca con la de ella, así que la tomo por sus nuca atrayendo la hacia él. La beso con ansias, las mismas que había tenido desde que ella había quedado inconsciente  
—No, esto no está bien —susurro cuando se vio libre de sus besos — esto no está bien  
Con esa palabras salió corriendo apresuradamente sin mirara atrás hasta la habitación dejándolo con un mal sabor en la boca. A Eliseos se le hacia más difícil contenerse a besar sus labios, pareciera que lo había hechizado por que no tenía otra explicación de sus pensamientos o a lo menor si había otra pero aún no estaba listo para darle nombre 
 




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