Amor entre Deidades

21. Linternas

Amira observo a Sloan volver con una sonrisa en el rostro, y eso le preocupó mientras Eliseos fruncía el seño al verlo tan feliz, ¿Qué había pasado en esa habitación? Se preguntó sin apartar la vista de él  

—Amira, ¿Nos vamos?  

Ella asintió pero triste, sentía que iba a perder a su gran amor  

—Gracias tío —Sloan se inclinó en despedida  

—Los veremos en la boda —le hizo saber Sloan y el asintió  

Los vio irse para luego ver aparecer a su hermana  

—¿Dónde estabas? —cruzo sus brazos a su espalda —, se suponía que nada más ibas a ir a la cocina 

—Y hay fui, pero al llegar olí la comida y me provoco náuseas así que mejor espere a que se me pasara para poder regresar  

—¿Sabes que? No te creo nada  

—Ese es tu problema hermanito —sonrió —, ahora ya me voy. Los veo en la boda  

—Espera, ¿Te irás sola?  

Ella observo a ambos lados y asintió  

—Vine sola y me iré sola  

—¿Tu marido no es capaz de venir por ti? —pregunto enojado  

—El está ocupado, ser príncipe no es nada fácil —aseguro  

—Entonces yo te acompañaré  

—No, mejor ve y… conquista a tu mujer. Así más rápido se enamorará de ti, adiós  

La vio desaparecer antes de que el pudiera decir algo. Con resignación camino hasta los aposentos de su esposa para ver la cuando se topó con Lia  

—La señora está durmiendo  

Él solo asintió para luego entrar observando la, tomo una silla para sentarse enfrente de ella. Con una sonrisa apoyo su brazo en la mesa para luego colocar su cabeza en su palma  

—Te juro que esta vez voy a cuidarte —susurró —, los voy a cuidarlos. Haré de todo para enamorarte y que nunca quieras irte de mi lado 

Su labios se alzaron en una sonrisa  

—Sabes algo tan irónico —la observo —, siempre he sido una persona segura de los que tengo. Pero ahora… por primera vez he sentido celos, jamás me había pasado aunque no debería de sorprenderme desde que llegaste a mi vida he vivido y he sentido cosas que me sobrepasan; haciendo que pierda el control de una manera que me siento… vivo. Y siento que si tu te vas de mi lado ya nada tendría sentido  

La observó como sonreía en sueños se levanto acercándose a ella para tocar su vientre  

—Descansen  

Salió de hay sin hacer ruido, dejando que ella descansara. Camino hasta pararse en la puerta donde estaban las cosas de Swan, lentamente la abrió observando todo, tomo en sus manos aquella foto acariciando el rostro de su difunta esposa 

—Es momento —susurró con lagrimas —, es momento de dejarte ir mi amor. Pero no quiere decir que te olvidare por que te extrañaré más al tratar de hacerlo, por que llorara más de los que lo estoy haciendo ahora, las lágrimas que ahora ruedan por mis mejillas te están deseando que por fin tu alma esté en paz. Con la esperanza de que si rencarnas o si ya lo hiciste, tu vida este llena de amor y dicha, Te amo Swan, y ese por eso que hoy te dejo para volver a vivir. Gracias por enviarla a mi lado por que ahora se que tu la has enviado para hacerme feliz 

Salió de aquella habitación para decirle a una de las sirvientas 

—Has que empaquen las cosas de Swan  

—Si, señor  

Eliseos camino hasta aquel lago para luego despojarse de su ropa quedando desnudo para luego adentraste en aquel lago, se recostó en una roca relajándose 

—Es de mala educación espiar —dijo con los ojos cerrados sin moverse  

Abrió los ojos observando la figura que trataba de escabullirse 

—Caillech  

Vio como la figura detenía su paso pero no se daba la vuelta, él tomó su ropa colocando se la mientras salía  

—¿Se te ofrece algo? —pregunto mientras reprima una sonrisa 

—Yo… —negó  

—Entonces, ¿A qué has venido? —pregunto acercándose hasta quedar a centímetros de ella —, ¿Por qué no anunciar tu presencia?  

Caillech no pudo mirarlo a los ojos ardía de vergüenza y como si su cuerpo la traicionará sus mejillas se tornaron de un rojo carmesí. Para Eliseos ver la así le causo una ternura inmensa. El acaricio du rostro sin apartar su vista de ella mientras se inclinaba a besarla  

—Creo… creo que… —murmuró Caillech cuando sintió los labios de el rozando los suyo  

—Por favor —suplicó Eliseos —, por favor permíteme acercarme a ti. Dame la oportunidad de demostrarte que a mi lado puedes ser feliz  

Y sin esperar respuesta unió sus labios junto a los de ella en un beso apasionado mientras tomaba su cintura y Caillech enredaba sus brazos en su cuello aumentando la intensidad de sus besos  

Cuando el aire les faltaba se separaron quedándose viendo directamente a los ojos él no pudo evitar sonreír  

—Es la primera vez que lo veo sonreír —tomo el atrevimiento de tocar sus labios  

—¿Te gusta? —ella sonrió mientras asentía —, es toda tuya. Solo tu provocas esta sonrisa a si que te pertenece  

Le hizo saber mientras apoyaba su frente contra la de ella  

—Déjame demostrarte que puedes ser feliz aquí conmigo —susurró con los ojos cerrados mientras sentía los dedos de ella enredados en su cabello acariciando lo —. Déjame intentar enamorarte  

—Si 

Dijo en un susurro haciendo que Eliseos sonriera para luego darle un casto beso en los labios robándole una sonrisa a ella 

—Veras que no te arrepentirás  

Eliseos no se  le borraba su sonrisa estaba logrando que Caillech poco a poco lo aceptara. Cuando  apareció en el comedor a la mañana siguiente la observo con una gran sonrisa  

—¿Cómo amaneciste? —pregunto mientras la ayudaba a sentarse  

—Bien, ¿Y usted?  

—Creo que deberías llamarme por mi nombre —sonrió —, y más si me has permitido conquistarte  

Ella sonrió mientras asentía  

—¿Qué te gustaría hacer hoy? —ella negó con una sonrisa —, ¿Te gustaría bajar al mundo mortal? Hay muchas cosas que podemos hacer  

—Me parece perfecto  

En eso les trajeron el desayuno, donde los dos se pasaron entre sonrisa y una que otra mirada fugaz  




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