27. Fenix

Ante sus palabras Eliseos desapareció para luego aparecer  en el cuatro donde estaba su hermana  

—Cefiro —murmuró poniéndose su lado  

—Eliseos —soltó lágrimas antes de continuar hablando —, algo va mal Eliseos. Mi bebé… mi bebe esta muriendo  

—No, hermana ella estará bien… las dos van a estar viendo  

—No, yo siento que algo va mal… ¡ah! —soltó un grito ante el dolor —, prométeme… prométeme que si algo me pasa tu… y Arán la protegieran con si vida  

Él no pudo pronunciar palabra cuando apareció Arán en la habitación  

—Cefiro —murmuró poniéndose a su lado  

—Re-recuerda la promesa que me-me hiciste 

Apretó la mano de su esposo cuando sintió otro relámpago de dolor pasar por su cuerpo hasta su espalda baja  

—Es momento Cefiro —hablo Perséfone —, tienes que pujar  

Ella solo asintió empezando a empujar, pero por más que ella pujaba el bebé no salía  

—No quiere salir —murmuró Reluminium, el cual se mantenía alejado de aquellas personas  

—¿De que hablas? —preguntó Eliseos —, ¿Qué es eso de que no quiere salir?  

Reluminium iba contestado pero el grito de Cefiro lo interrumpió  

—No podemos perder más el tiempo —habló Perséfone mirando a su marido —, ve por él  

—¿¡De que hablan!? —gritó Eliseos —, ¿A quién va a ir a buscar?  

—Al padre de Akira  

—No, ¿Por qué…?  

—¡Eliseos! Tu sobrina esta muriendo —le habló —, necesita a su padre para poder salvarse  

—¡Ahhhh! —grito Cefiro —, Perséfone mi bebé  

En eso vieron cómo sangre corría por sus muslos manchando las sabanas  

—Puja Cefiro, tenemos que traer a tu hija al mundo  

Ella hizo lo que Perséfone le indicaba, pero las fuerzas poco a poco se le iba agotando y su hija no quería salir  

—¿Por qué tarda tanto?  

Un grito desgarrador salió procedente de la garganta de Cefiro justo cuando su hija nació  

—¿Es-esta bien? —preguntó una muy cansada Cefiro per no obtuvo respuesta de Perséfone —. Perséfone ¿mi bebé está bien? 

Pero Perséfone cargaba aquella bebé la cual no respiraba y todo color de su cuerpo desapareció tornándose pálida  

—No —dijo Cefiro mientras negaba —, dime que no  

—Tienes que calmarte Cefiro —murmuró Perséfone con calma —, esperemos que… 

—¿¡Como esperas que me calme, cuando mi hija está muerta!? —gritó en lagrimas mientras trataba de levantarse  

—Tienes que tranquilizarte Cefiro, acabas de dar a luz tienes que guardar reposo  

Pero ella no hizo caso por eso intento levantarse cuando la imponente figura de Nuriel aprecio en la habitación, él dirigió su mirada hacia su amada la cual estaba rodeada por los brazos de Arán, entonces miró a la mujer que se dirigía hacia el con un bulto en sus manos, se la colocó en los brazos y el pudo sentir que no tenía respiración y su color era pálido. Entonces miro a Cefiro con los ojos cristalizados como los de él antes de volver a ver a su bebé  

La acurruco en su pecho mientras lagrimas rodaban por sus mejillas haciendo que el fuego los rodeará, en eso una luz brillante rodio el cuerpo de aquella pequeña antes de desaparecer en cenizas, Nuriel observo sus brazos donde las cenizas caían ante sus pies, se dejo caer de rodillas derramando lágrimas al igual que Cefiro sollozaba. Habían perdido lo más hermoso que les había dejado su amor. Con el enojo plasmado en su rostro Nueriel se levanto para marcharse  

—Nuriel —lo tomo del brazo Reluminium —, no te vayas; no aún  

—Suéltame —se separo de su contacto —. Aquí ya no hay nada que me pertenezca y mucho menos algo que me una al reino celestial  

Con esas palabras desprecio sin importar las suplicas de Cefiro, en eso unas llamas cubrieron el centro de la habitación dejando ver un ave fénix renacer. Tanto Reluminium como Perséfone sonrieron justo cuando el ave empezó a apagar sus llamas llenado hasta los brazos de Cefiro en forma humana 

—Ella  

—Así es —hablo Perséfone con una sonrisa —, tu hija es un fénix. El primer fénix en renacer después de 500000 años al igual que es la primer fénix  

—¿Por eso necesitaba a su padre? —pregunto y la vio asentir  

—Así es al ser un ave de fuego necesita la esencia de su padre para resurgir  

—Tengo que ir con Nuriel — trato de levantarse —, tiene que saber que nuestras hija está bien  

—Él ya ha elegido su destino —habló Reluminium —, la ultima oportunidad se me dio en el momento que lo detuve. Él decido no aceptarla  

Persefone desapareció para ir con su hermana que estaba en la cascada  

—¿Asustada? —preguntó mientras se sentaba a su lado  

—Un poco —se sinceró —, ¿Será así difícil el mío?  

Ella solo apretó sus labios para luego ver hacia el agua  

—Tus bebes son especiales Caillech —sonrió —, no debes de preocuparte. Ellos nacerán muy bien  

—Puedes decirme, ¿Cuanto tiempo falta? —vio como ella negaba  

—Si algo he aprendido, es no adelantarse a lo que va a pasar ya que uno encuentra su camino al querer evitarlo. Pero puedes causar alteración que llevan consecuencias 

—Lo dices ¿Por lo que paso con Reluminium? —ella asintió  

—Por querer evitar mi destino puse la vida de él en peligro, tal vez pude encontrar mi camino pero eso podría haberme costado la vida de quien amo —la miro —, por eso deja que fluya el destino a su voluntad como esta cascada  

Las dos se quedaron en silencio observando aquellas aguas, las cuales bajaban con fuerza para luego correr con calma hacia adelante