Amor entre Deidades

Epílogo

Muchos años atrás… 

Una mujer estaba sentada en aquel banco de ese inmerso jardín observando la nada. Cuando de repente una dulce voz interrumpe el silencio  

—¿Por qué se ve tan triste? —aquella mujer volteó a ver a la niña que se encontraba parada junto a ella —. ¿Le duele algo?  

Aquella mujer solo sonrió para suspirar  

—Así es pequeña —miro al frente —, me duele el corazón  

—¿Le puedo ayudar? —le preguntó mientras se sentaba junto a ella  

—No lo creo preciosa, es algo con lo que nadie puede ayudarme  

—Mmmm, debe de haber algo que yo pueda ayudarle —la miró —, sabe en algunos años me convertiré en una Deidad de las flores y voy ayudar a todo el mundo  

Aquella mujer sonrió al ver la alegría que ella trasmitía  

—Por eso se que puedo ayudarle —la miró —, solo tiene que decirme que le preocupa  

Ella no sabia por qué ella le trasmitía tanta paz, pero sentía que podía confiar en ella así que por eso dijo: 

—He descubierto que pronto tendré que irme —la miró los ojos —, dejaré a quien más amo muy triste y perdido  

—Entonces yo ayudaré a que sea feliz y lo ayudaré a volver a encontrar el camino  

Ella soltó una pequeña risa  

—¿Enserio?  

—Claro —se paro y se puso enfrente de ella —, le prometo que haré que esa persona se inmensamente feliz  

Ella extendió su pequeña mano hacia la mujer y con una sonrisa fue correspondida. Al estrechar sus manos unas visones le vino a la mujer y entonces solo soltó una sonrisa junto con una lágrima  

—Bien,  ya que tu me estas prometiendo hacer feliz a esa persona yo también te voy a prometer algo —la vio asentir —, yo te ayudaré a hacerlo inmensamente feliz. Cundo llegue el momento te entregaré algo sumamente especial que te ayudará  

—¿Qué es? —la niña preguntó curiosa y ella negó  

—No puedo decirte, pero será algo muy especial  

—Bien, tenemos una promesa  

—Tenemos una promesa —le aseguró la mujer  

Las dos se miraron con una gran sonrisa  

—¡Caillech! —escucharon que gritaban —¡Caillech! ¿Dónde te has metido?  

En eso vio como una mujer de cabellera blanca se acercaba hasta ellas  

—Oh por los dioses, que bien que estas aquí —dijo con alivio —, una disculpa mi hija es un poco curiosa espero que no la haya importunado 

—No se preocupe, solo me hacía compañía —miro a la niña y le hizo un giño — ¿No es así Caillech?  

Ella solo asintió con una sonrisa y así nada más la vio irse de la mano de su madre  

—Gracias por esa promesa —llevo su manos hacia su corazón —, yo cumpliré la mía aún cuando no lo vuelva a ver jamás  

Susurró para ella con la lagrimas desbordando por sus ojos  
Caillech se encontraba con los ojos cerrados sentada en aquel pardo con los rayos del sol alumbrando su rostro mientras el cantar de las aves se combinan con la risa de sus dos pequeños. Al abrir los ojos sonríe al ver las dos aves sobrevolar alrededor de sus pequeños  

—Galván y Akuma —les hablo Caillech —, mis amores vengan rápido  

Les llamo emocionada y ellos corrieron hasta ella  

—Sientan —tomo la manita de su dos hijos y las puso en su vientre —. Se está moviendo  

Aquellos niños solo soltaron una sonrisa al sentir los movimientos de su hermana  

—¿Qué les pareció?  

—Es muy fuerte —habló Akuma  
—Nosotros la protegeremos —aseguro Galván —, no dejaremos que nada le pase  

—Estoy segura que si —sonrió —, ustedes la protegerán  

En eso llego Lia hasta ellos  

—Señora hay alguien viene a ver al señor  

—¿Quién es?  

Se levantó para luego apoyar su mano en su vientre  

—Soy yo Caillech  

Ella vio aquella mujer pero lo que más le llamó la atención fue el niño que llevaba  en brazos  

—Es de… 

—Si, pero necesito tu ayuda —aquella mujer vio el desconcierto en los ojos de Caillech —. Necesito que me ayudes a evitar que él lo encuentre  

—¿Por que?  

—Por que él no es como yo —miro al niño y lo acerco para que vea —. Tiene un problema, si es expuesto al frío su visón falla y está marca brilla  

Al momento de ver aquella marca su vientre se empezó a mover y aquel niño también 

—¿Qué pasa?  

—No lo sé —se sentó en el banco —. Pero tienes que decirle, el bebé debe de estar enfermando por no estar en sus raíces  

—Caillech no lo entiendes, él jamás nos elegirá a nosotros 

—¿Cómo lo sabes?  

—Por que viví muchos años a su lado y jamás demostró una iniciativa que le importaba  

—Pero esto no es por ti —señaló al bebé —, es por tu hijo. Debe de estar con su padre o puede morir  

Con esas palabras aquella mujer desapareció dejándola preocupada  

—Madre, ¿Esta bien?  

Escucho a sus hijos preguntarle preocupados  

—Si estoy bien, no se preocupen —acarició su vientre —, estamos bien  

Ellos asintieron y solo se alejaron cuando su padre se acercó a ellos y abrazo a su esposa posando sus manos en su vientre  

—¿Cómo están?  
—Bien, ¿Qué tal está tu madre?  

—Esta mejor, aun quiere ir a buscarla —ella lo vio preocupada —, pero no te preocupes le dije que es lo mejor para ella  

Ella sintió recargándose en su pecho mirando a sus hijos en eso su hija se movió  

—Hola mi amor —acarició el vientre de su esposa —, pronto te conoceremos. Y sabrás lo mucho que te amamos  

Los dos sonrieron justo cunado sus hijos volvieron hasta ellos y los abrazaron  

Clan Zorro  

El rey miraba a su hija con inmensa tristeza mientras ella tomaba el licor  

—Amina por favor —trato de hacerla entrar en razón —, no puedes estar todo día bebiendo  

—No lo entiendes padre él ya no está —le dijo en llanto  




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.