1 Cap. El nacimiento de Selene

Gaia

Hace miles de años nació el planeta Tierra, y con ella la guardiana Gaia

La Tierra lo tenía todo, agua, tierra, animales, árboles de todo tipo, oxígeno, en resumen, vida, algo que pocos planetas tienen, pero le faltaba algo....

—tu planeta a prosperado Gaia, gracias a que lo has cuidado y protegido bien los demás guardianes envidian de tu planeta—

—gracias Supremo, y todo se lo devo a usted— dijo inclinándose con respeto hacia el Supremo

—pero.....—

—¿pero?—

—siento que le falta algo—

—¿como que cosa señor?— pregunto Gaia. Ella miraba a su planeta perfecto, no sentía que le faltara algo

—el agua y las noches.... en las noches la mitad de la Tierra que no alcanza alumbrar el Sol está completamente oscura, y las aguas están quietas...— Gaia no comprendía que quería decir el Supremo ¿que es exactamente lo que la Tierra le faltaba? —Gaia—

—si señor—

—¿que opinas de tener a una compañera?—

—¿disculpe?—

—si, una compañera. Un planeta que refleje la luz del Sol en donde no alcanza alumbrar, que se encargue de controlar las mareas y las estaciones, y que controle la rotación de la Tierra ¿que opinas Gaia?—

—si usted cree que eso es lo mejor entonces no me opongo, y una compañía no me haría mal—

El Supremo se puso en marcha, empezó a crear un planeta con su poder, el planeta a simple vista no parecía la gran cosa, pero escondía un gran poder, el poder de controlar las aguas, las estaciones, la rotación de la Tierra y de reflejar la luz del Sol

—¿como piensa llamarlos a los dos señor?— pregunto Gaia curiosa viendo el pequeño cuerpo como el de un bebé recién nacido 

—mmm— el Supremo se tocaba el mentón pensando, ¿como los llamara?

—señor—

—dime—

—se que es usted el que elige los nombres, pero tengo una idea de como llamarlos a los dos—

—dime entonces ¿como quieres que se llame tu compañera?—

—Selene, que la pequeña se llame Selene y que el planeta se llame Luna. Se me ocurrieron esos nombres de repente—

—mmm, la verdad no suenan mal, me gusta— Gaia sonrió feliz de que le allá gustado 

El Supremo empezó a usar su poder y una aura empezó a rodear a la pequeña

—de ahora en adelante serás conocida como Selene, la guardiana de la Luna, vas a proteger a tu planeta con tu vida— de pronto la pequeña creció como una niña de 10 años —Gaia, ahora tu serás la encargada de educar a esta niña, de formarla y que se convierta en una buena guardiana. Mientras ella no sepa como manejar su poder tu serás la que controlará la Luna asta que ella aprenda, y cuando llegue ese día le devolveras su poder y el control de la Luna—

—si señor— afirmó Gaia con la cabeza en alto

—y tu pequeña, el dia que controles tu poder seras la guardiana de la Luna, la protegerás y la defenderas con tu vida, ¿entendido?— hubo un silencio y la pequeña no respondía, pero la niña levantó la cabeza y abrió sus ojos para luego responder

— ....si señor—

Y así, es como empieza la historia de la guardiana de la Luna llamada Selene, una niña que se convertirá en la guardiana de la Luna y el amor de Elios, guardián del Sol

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